España en el Siglo XVII: Los Austrias Menores y la Crisis del Imperio

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Los Austrias Menores y sus Validos

El siglo XVII español se caracteriza por el reinado de los llamados Austrias Menores: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Este período estuvo marcado por una profunda crisis y por la peculiaridad de que los reyes delegaron gran parte de su poder en figuras conocidas como validos, nobles de su confianza.

  • Felipe III (1598-1621): Su valido, el Duque de Lerma, tomó la controvertida decisión de trasladar la capital a Valladolid durante cinco años (1601-1606), una estrategia de imposición política. Durante este reinado, se decretó la expulsión de los moriscos (1609), lo que tuvo graves consecuencias económicas, especialmente en Valencia y Aragón, que quedaron empobrecidas.
  • Felipe IV (1621-1665): Su valido, el Conde-Duque de Olivares, tuvo que afrontar la crisis de 1640, un período de graves problemas económicos y revueltas internas. Se produjo una doble sublevación: en Cataluña y en Portugal. Portugal, finalmente, logró su independencia, en parte debido a la presión fiscal impuesta por el Conde-Duque.
  • Carlos II (1665-1700): El último monarca de la Casa de Austria, Carlos II, también tuvo validos, como el Duque de Uceda. Su muerte sin descendencia desencadenó la Guerra de Sucesión Española (1700-1714).

La Crisis de 1640 y la Guerra de los Treinta Años

Durante el reinado de Felipe IV, la crisis de 1640 marcó un punto de inflexión. El Conde-Duque de Olivares, buscando recuperar el prestigio internacional de la monarquía hispánica, involucró a España en la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Para financiar este esfuerzo bélico, implementó la Unión de Armas, un intento de centralización y recaudación de impuestos más equitativa entre los reinos de la monarquía. Sin embargo, este plan fracasó.

En 1640, estallaron las sublevaciones de Cataluña y Portugal. Cataluña llegó a reconocer como rey a Luis XIII de Francia, mientras que Portugal proclamó rey al Duque de Braganza (Juan IV). Portugal, con apoyo interno y externo, consolidó su independencia.

El Declive del Imperio Español y la Crisis Económica

Al finalizar el siglo XVII, el Imperio Español en Europa llegaba a su fin. El Tratado de Utrecht (1713), consecuencia de la Guerra de Sucesión Española, confirmó la pérdida de territorios europeos, quedando España con posesiones principalmente en América y África.

Durante el reinado de Felipe III se firmó la tregua de los 12 años con los paises bajos, que buscaban independizarse. El conde-duque de Olivares rompió esta tregua. El conflicto finaliza cuando en 1648 se firma la Paz de Westfalia, que reconoce la independencia de los Países Bajos.

La segunda mitad del siglo XVII fue testigo de una profunda crisis económica. A la decadencia de la agricultura, agravada por la expulsión de los moriscos, se sumaron:

  • La crisis de la ganadería lanar, con dificultades para exportar la lana.
  • La decadencia de la industria, incapaz de competir con la producción extranjera.
  • La recesión del comercio, debido a la competencia francesa en el Mediterráneo y la inglesa y holandesa en el Atlántico, el autoabastecimiento de las Indias y el agotamiento de las minas americanas.

La crisis comercial provocó una disminución de la circulación monetaria. Las políticas económicas de la Corona, lejos de solucionar los problemas, los agravaron: envilecimiento de la moneda (reducción del contenido de plata), devaluación monetaria y aumento de impuestos.

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