España bajo la Restauración Borbónica: Estabilidad, Transformación y Desafíos (1874-1902)
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La Restauración Borbónica en España (1874-1902)
La **Restauración Borbónica (1874-1902)** marcó un período crucial en la historia de España, caracterizado por el restablecimiento de la monarquía con **Alfonso XII** tras la abdicación de Isabel II en 1870. Este período fue dirigido principalmente por políticos como **Cánovas del Castillo** y **Sagasta**, quienes establecieron un sistema bipartidista que alternaba entre el Partido Conservador y el Partido Liberal. Durante la Restauración, se promovió un liberalismo doctrinario que enfatiza el papel central de la Corona en el sistema político. El Pacto de El Pardo en 1885 estableció la alternancia en el poder entre los liberales y conservadores, aunque este sistema se apoyaba en prácticas como el **caciquismo**, el **fraude electoral** y el **encasillado**. La Constitución de 1876, la quinta del siglo, tuvo un tono conservador pero incluyó elementos progresistas de la Constitución de 1869. Durante el reinado de Alfonso XII, se logró poner fin a la guerra carlista y al problema cubano. Se abolieron los fueros vascos y se organizó el movimiento obrero, con la creación de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE) en 1880. Entre 1885 y 1902, se implementaron medidas liberales como la Ley de Jurado, el Código Civil y el sufragio universal en 1890. Sin embargo, surgieron conflictos con el nacionalismo catalán y vasco, así como el resurgimiento del conflicto cubano en 1895. El asesinato de Cánovas del Castillo en 1897 por anarquistas cambió la política hacia Cuba, otorgándoles un estatuto de autonomía más amplio. Sin embargo, el proceso de independencia cubana continuó, y tras la entrada de Estados Unidos en la guerra en 1898, España perdió Cuba, Filipinas, Puerto Rico y Guam en el Tratado de París, lo que marcó el inicio del imperialismo estadounidense. El **desastre del 98** provocó la agitación del sistema político canovista, con la izquierda republicana, el movimiento obrero y los nacionalistas catalanes y vascos exigiendo su fin. Este período representa un momento de cambios significativos en España, con avances en derechos civiles y políticos, pero también desafíos y conflictos internos y externos que afectaron profundamente al país.
El Manifiesto de Sandhurst
El **Manifiesto de Sandhurst** fue un documento importante durante la Restauración Borbónica, donde se estableció la idea fundamental de establecer una monarquía constitucional que respetara las libertades públicas. Este manifiesto abogaba por un sistema político que garantizara cierta estabilidad y alternancia en el poder entre los partidos conservador y liberal.
El Caciquismo, el Encasillado y el Fraude Electoral
El **caciquismo**, el **encasillado** y el **fraude electoral**, contribuyeron a la perpetuación del sistema político bipartidista y a la falta de una verdadera representación democrática durante la Restauración Borbónica en España.
El Conflicto Carlista (1833-1876)
El **Conflicto sucesorio (1833-1840)** desde 1833 a 1876 la guerra civil intermitente por los carlistas. Tras la muerte de Fernando VII, estalló un conflicto sucesorio entre los partidarios de Isabel II y los partidarios de su tío Carlos María Isidro. Esto llevó a la **Primera Guerra Carlista**, un conflicto civil que duró varios años y dividió a la sociedad española entre liberales y conservadores. María Cristina asumirá la regencia y protagonizará un levantamiento carlista en el norte Peninsular; el conflicto sucesorio dará pasó a una guerra civil; la primera guerra carlista enfrenta a cristinos (liberales) y carlistas(absolutistas). Las causas del carlismo son diversas; la desamortización, la defensa de las leyes forales del País Vasco y Navarra frente al centralismo borbónico, la defensa del absolutismo frente a cualquier atisbo liberal, etc. El componente social del carlismo será básicamente rural, la clase dirigente estará formada por hidalgos, jefes militares realistas o guerrilleros. Este enfrentamiento se desarrollará en Cataluña, País Vasco, Navarra y el Maestrazgo. A pesar de ser derrotado, el carlismo reaparecerá en dos ocasiones más: en 1846 tras el fracaso del matrimonio entre Isabel II y Carlos VI, que dará lugar a la sublevación de los Martinets en Cataluña, finalizando en 1849. Y en 1872 aprovechando las convulsiones del Sexenio Revolucionario Alfonso XII pondrá fin al conflicto en 1876. Tras la última derrota optaron por la participación en la vida política formando el partido Comunión católico-monárquica, que en el s. XX se llamará Partido Tradicionalista. La idea de María Cristina era la desamortización de Madoz y Mendizábal.