España Franquista: Apertura Internacional y Desafíos Internos (Décadas 1950-1960)

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La España Franquista: Apertura Internacional y Desafíos Internos (Décadas de 1950 y 1960)

Reconocimiento Internacional y Fin del Aislamiento

La década de 1950 marcó un punto de inflexión para el régimen de Franco, caracterizado por un progresivo reconocimiento internacional que puso fin al aislamiento de la posguerra.

  • En 1953, se firmó el nuevo Concordato con el Vaticano, un acuerdo crucial que legitimaba al régimen y reconocía el poder de la Iglesia sobre la educación y la enseñanza en España.
  • Ese mismo año, los Pactos de Madrid con Estados Unidos permitieron la instalación de bases militares estadounidenses en territorio español a cambio de ayuda económica y militar, consolidando la posición de España en el contexto de la Guerra Fría.
  • En 1955, España fue admitida en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un hito diplomático de gran relevancia.
  • Posteriormente, en 1958, el país se integró en el Fondo Monetario Internacional (FMI), señal de una incipiente apertura económica.
  • A pesar de estos avances, España no logró integrarse ni en la Comunidad Económica Europea ni en la OTAN durante este periodo.
  • En 1956, se reconoció la independencia de Marruecos, poniendo fin al protectorado español.

Política Interior y Transformaciones Económicas

En el ámbito de la política interior, la década de 1950 supuso el declive del poder político de los falangistas y el ascenso de los grupos católicos, especialmente los tecnócratas del Opus Dei, que empezarían a influir en la dirección económica del país.

  • La Ley de Principios Fundamentales del Movimiento (1958), aunque mantenía la esencia dictatorial, eliminó algunos de los aspectos más abiertamente fascistas del régimen, buscando una imagen más moderada.
  • A pesar de estos cambios, se mantuvo una férrea dictadura, basada en el rechazo de la democracia y la supresión de la libertad de expresión.
  • La situación económica mejoró ligeramente con el relajamiento de la política autárquica y la llegada de los créditos occidentales tras el fin del aislamiento.
  • Sin embargo, persistieron los problemas económicos, aunque ya no fuesen años de hambre como los de la posguerra. Esta situación provocó las primeras huelgas en la minería asturiana y otras protestas en grandes ciudades como Barcelona o la Universidad de Madrid.
  • La protesta social tomó el relevo de la protesta política que había encabezado la guerrilla rural (maquis) en los años anteriores.

Movimientos Sociales y Oposición al Régimen Franquista

El régimen franquista mantuvo una estricta censura, tanto cultural como de costumbres, que impedía que cualquier obra o persona manifestara valores contrarios a la moral cristiana o a los principios del Movimiento. Esta censura chocó frontalmente con las aspiraciones de los intelectuales, lo que aumentó progresivamente la conflictividad social.

El progreso económico y el cambio social de las décadas de 1950 y 1960 provocaron la manifestación de una oposición al régimen. Aunque esta oposición no generó problemas serios al Estado en un primer momento, sí puso de manifiesto el creciente descontento de diversos sectores sociales.

Principales Agentes de Oposición

Dicha oposición estuvo integrada por diversos agentes sociales y políticos:

  • La Universidad: Protagonizó numerosas protestas estudiantiles a pesar de la fuerte represión.
  • Los Movimientos Obreros: Aumentaron sus manifestaciones y huelgas en la década de 1960, a pesar de estar prohibidas. Se vieron favorecidos por la aprobación de la Ley de Convenios Colectivos de 1958. Eventualmente, nacieron sindicatos clandestinos como la Unión Sindical Obrera (USO) y, el más importante, las Comisiones Obreras (CCOO).
  • Los Católicos: Un sector de la Iglesia y de los laicos católicos se distanció cada vez más del régimen debido a la carencia de libertades. Plantearon una postura política contraria al régimen, manifestada a través de publicaciones como la revista Cuadernos para el Diálogo.
  • Los Nacionalistas:
    • En el País Vasco, ETA (Euskadi Ta Askatasuna), fundada en 1959, fue una escisión del PNV con planteamientos más radicales. Se convirtió en un movimiento terrorista entre 1966 y 1968, marcando un punto de inflexión en la oposición armada.
    • Otros movimientos nacionalistas también comenzaron a reorganizarse, aunque con menor impacto inicial.

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