España Bajo el Franquismo: Aislamiento, Represión y Evolución Política (1939-1951)
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La Larga Posguerra (1939-1951): Aislamiento y Dictadura en España
Tras la Guerra Civil, España era un país aislado, arruinado y empobrecido, donde, en un clima de revancha y represión, se impuso una dictadura férrea que puso fin a la experiencia democratizadora de la República.
La Estructura Política del Nuevo Estado
Al terminar la Guerra Civil, Franco pretendió crear un nuevo Estado autoritario, una dictadura que, en principio, tuvo un carácter totalitario fascista y después fue suavizando sus formas y estructuras. De acuerdo con ello, hubo dos fases en la conformación de la estructura del nuevo estado:
Entre 1936 y 1942, el nuevo Estado que se creó tuvo un claro carácter totalitario inspirado en los regímenes fascistas de Italia y Alemania, y se suprimieron las instituciones democráticas republicanas. Los falangistas tuvieron un gran peso político en el nuevo Estado, cuyos rasgos característicos fueron los siguientes:
- Concentración de todos los poderes en el Jefe del Estado, el general Franco, denominado “Caudillo de España”. Tenía el mando supremo del ejército (con el título de “Generalísimo”) y concentraba los poderes ejecutivo y legislativo, así como la Jefatura del Estado y de Gobierno. Era igualmente el Jefe Nacional del partido único que entonces se creó.
- Se suprimió el sistema electoral democrático y se prohibieron todos los partidos, creándose, ya antes del fin de la Guerra Civil, un partido único llamado Falange Española Tradicionalista y de las JONS (Decreto de Unificación de 1937), dirigido por el general Franco. En este partido quedaron englobados los distintos sectores que apoyaron al régimen: los falangistas (dominantes al principio, fueron perdiendo poder e influencia con el paso del tiempo), los sectores de la derecha católica (organizados anteriormente en la CEDA), los tradicionalistas (carlistas) y los sectores monárquicos, que aunque defensores de la vuelta de los Borbones y la monarquía, colaboraron con el régimen.
- La ideología falangista, próxima al fascismo, se plasmó muy bien en la organización sindical del nuevo régimen. En 1938 se puso en marcha el Fuero del Trabajo, que estableció los principios del ámbito laboral en el nuevo régimen, prohibiéndose el derecho a huelga y los sindicatos obreros. Como contrapartida, y siguiendo el modelo corporativo de la Italia fascista, se crearon sindicatos verticales, en los que, organizados por ramas de producción, se agrupaban empresarios y trabajadores, bajo control del Estado.
- Tras suprimirse la Constitución de 1931, España se mantuvo sin Constitución durante todo el franquismo, sustituyéndola por la promulgación de una serie de leyes fundamentales en las que se recogía la ideología y la estructura política de la dictadura.
- Toda esta estructura política y la ideología que la sustentaba fue denominada Movimiento Nacional.
A partir de 1942, conforme se entreveía la derrota de Alemania e Italia en la Segunda Guerra Mundial, el régimen fue cambiando su fachada fascista y articulando nuevas instituciones y estructuras, que le dieron un carácter menos totalitario, y que el propio régimen dio en llamar “democracia orgánica”. Se suprimió la obligatoriedad del saludo y otros símbolos fascistas, y entre 1942 y 1947 se sucedieron una serie de leyes fundamentales en este sentido:
- Ley de Cortes (1942): reinstauró las Cortes, aunque solo con funciones de asesoramiento del Caudillo, que continúa controlando el poder legislativo.
- Fuero de los Españoles (1945): establecía los derechos y deberes del ciudadano.
- Ley de Referéndum Nacional (1945): estableció la posibilidad de un referéndum por sufragio directo en los casos que el Caudillo lo estimara.
- Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado (1947): aprobada en el primer referéndum del franquismo, establecía que la monarquía sería la forma de gobierno sucesora del régimen.
Estas leyes definieron la llamada “democracia orgánica”, invención que nada tenía que ver con una verdadera democracia liberal, pues el sistema mantiene:
- La censura previa y el control absoluto de los medios de comunicación.
- Prohibición de crear partidos políticos y sindicatos obreros. Sólo se podía participar en política a través del Movimiento Nacional. No existían elecciones libres.
- Concentración de todos los poderes en manos de Franco, siendo las Cortes un simple organismo asesor.