España en 1936: Crisis Política, Polarización Social y Preludio de la Guerra Civil

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La España de 1936: Tensión Social y Política

La situación social de España en 1936 se caracterizó por una profunda intransigencia que impidió que las reglas democráticas sirvieran como marco para el entendimiento y la pacificación. Se manifestaba en varios ámbitos:

  • Terreno económico: Los proletarios y jornaleros apenas subsistían sin ayudas, mientras que la oligarquía industrial y terrateniente solo buscaba su propio beneficio, rechazando cualquier reforma.
  • Terreno político: La derecha antidemocrática (Falange y las JONS) se radicalizó, siendo perseguida por el Gobierno. Primo de Rivera fue detenido y falangistas y carlistas formaron unidades paramilitares. La izquierda, con sectores del PSOE liderados por Largo Caballero y la CNT (antirrepublicana), pedía la supresión del culto católico, la confiscación de bienes y la colectivización de la propiedad, eliminando el Estado.
  • Ejército: Estaba dividido entre la UMRA (Unión Militar Republicana Antifascista) y la UME (Unión Militar Española), origen de la conspiración contra la República.

El Camino al Golpe de Estado

Desde marzo de 1936, se gestó un golpe de Estado con la participación de generales, Comunión Tradicionalista, Renovación Española (partido monárquico de Calvo Sotelo), terratenientes, nobles y financieros como March. El verano de 1936 vio un aumento del desorden público: violencia en el campo andaluz y extremeño, huelgas, ataques a edificios religiosos y atentados políticos entre comunistas, anarquistas, falangistas y monárquicos.

La situación llegó a un punto crítico el 12 de julio con el asesinato del teniente Castillo de la Guardia de Asalto en Madrid. Al día siguiente, en represalia, fue asesinado Calvo Sotelo, dirigente de Renovación Española. Estos sucesos causaron un fuerte impacto y aceleraron el golpe de Estado, que comenzó en Marruecos el 17 de julio de 1936.

El Gobierno de 1935 y la Escalada de Tensión

Durante 1935, la situación no mejoró. El Gobierno paralizó la Reforma Agraria y suspendió el Estatuto de Autonomía del País Vasco (aprobado en noviembre de 1933). Se nombró a militares poco demócratas para cargos importantes, como al general Franco, Jefe del Estado Mayor. Desde septiembre, surgieron casos de corrupción que involucraron al Partido Radical, destacando el escándalo del Estraperlo: Strauss y Perl introdujeron una ruleta trucada en el casino de San Sebastián, sobornando a políticos. Lerroux dimitió y el presidente Alcalá Zamora convocó elecciones para febrero de 1936.

La campaña electoral fue extremadamente tensa. La derecha no logró formar una coalición fuerte, mientras que la izquierda se unió en el Frente Popular. Debido al avance de los totalitarismos, los partidos de izquierda de las democracias europeas se unieron, una estrategia efectiva para ganar elecciones, pero no para gobernar debido a las diferencias ideológicas internas.

El Triunfo del Frente Popular y sus Consecuencias

El Frente Popular, liderado por Azaña, ganó las elecciones por un estrecho margen y comenzó a implementar su programa:

  • Continuación de la Reforma Agraria.
  • Intensificación de la política educativa.
  • Amnistía para los presos políticos de la revolución de octubre.
  • Restablecimiento del Estatuto de Cataluña y aprobación de los estatutos vasco y gallego.
  • Traslado de mandos militares poco demócratas a destinos alejados (Franco a Canarias, Goded a Baleares).

En abril, Alcalá Zamora fue destituido como Presidente de la República por el Congreso, al no aceptar las razones para la segunda disolución de las Cortes. Azaña asumió la presidencia y Casares Quiroga se convirtió en Presidente del Gobierno.

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