España 1902-1923: Crisis Política y Reformismo bajo Alfonso XIII
El panorama general del reinado de Alfonso XIII (1902-1923)
El reinado de Alfonso XIII, que abarca el periodo 1902-1923, transcurrió en una permanente crisis política que afectó a los fundamentos mismos del Sistema de la Restauración.
Causas de la crisis:
- La personalidad del rey: Alfonso XIII desempeñó un papel activo en la política que rebasó con frecuencia sus funciones constitucionales.
- La división interna de los partidos de turno (Conservador y Liberal) tras la muerte de sus líderes históricos (Cánovas y Sagasta).
- El progresivo debilitamiento del caciquismo, que restó eficiencia al mecanismo del falseamiento electoral en que se basaba el sistema.
Como resultado, la inestabilidad gubernamental fue constante, con gobiernos de corta duración. Las mayorías en las Cortes fueron a menudo precarias, lo que, junto al fraccionamiento parlamentario, contribuyó a la aparición y crecimiento de otros partidos políticos (republicanos, nacionalistas, socialistas) al margen del turno.
Principales problemas del país:
- Aumento de las luchas sociales, protagonizadas por un movimiento obrero cada vez más organizado y combativo (socialista y anarquista).
- La "cuestión religiosa" se reavivó debido a las crecientes protestas contra el poder e influencia de la Iglesia Católica, especialmente en la educación (anticlericalismo).
- La "cuestión militar" resurgió, con un ejército herido en su orgullo tras el Desastre del 98 y crítico con el sistema político, interviniendo en ocasiones en la vida política (Ley de Jurisdicciones).
- La consolidación de los movimientos nacionalistas, principalmente en Cataluña (Lliga Regionalista) y el País Vasco (PNV), que demandaban autonomía.
- El "problema de Marruecos": la costosa e impopular presencia colonial española en el norte de África generó tensiones sociales y militares.
Intentos de modernización: El Regeneracionismo
Tras el Desastre del 98, surgieron corrientes regeneracionistas que buscaban modernizar el país y superar sus males. Estos intentos tuvieron su reflejo en la política de los primeros años del reinado.
En 1905 estalló una crisis significativa en Cataluña. La Lliga Regionalista de Francesc Cambó y Enric Prat de la Riba, fundada en 1901, había ganado las elecciones municipales de Barcelona en 1905. Sectores militares interpretaron esta victoria como un peligro para la unidad de España.
La prensa satírica nacionalista catalana (como el semanario ¡Cu-Cut!) y el diario La Veu de Catalunya publicaron críticas y caricaturas antimilitaristas. Como respuesta, unos 300 oficiales asaltaron las redacciones de ambas publicaciones y destruyeron sus imprentas (Hechos del ¡Cu-Cut!). Ante la tensión, el gobierno liberal suspendió las garantías constitucionales en Barcelona y, presionado por los militares, aprobó en 1906 la Ley de Jurisdicciones, que sometía a la justicia militar las ofensas orales o escritas contra la unidad de la Patria, la bandera y el honor del Ejército. Esta ley desprestigió a los liberales y propició la unión de las fuerzas políticas catalanas (excepto los partidos dinásticos y los lerrouxistas) en la coalición Solidaritat Catalana, que pedía la derogación de la ley. Esta coalición obtuvo una clara victoria electoral en Cataluña en 1907, reduciendo drásticamente la representación de conservadores y liberales.
En 1907 fue nombrado jefe de gobierno el conservador Antonio Maura, quien, imbuido de espíritu regeneracionista, acometió un ambicioso programa reformista desde el poder (la "revolución desde arriba") a través de una serie de medidas:
Medidas del gobierno de Maura:
- Económicas: Se impulsó una política de intervención estatal y fomento de la industria nacional (Ley de Protección a la Industria Nacional), se acometió un programa de rearme naval y se intentaron implementar fórmulas para mejorar la agricultura.
- Sociales: Se creó el Instituto Nacional de Previsión (INP) en 1908, embrión de la seguridad social en España. Se aprobaron leyes reguladoras del descanso dominical, la jornada laboral en minería y el trabajo de mujeres y niños. Se legalizó el derecho a huelga (1909).
- Políticas: Se modificó la Ley Electoral (1907) para dificultar el fraude, aunque con escaso éxito (introdujo el voto obligatorio y la proclamación automática de candidatos sin oposición). Su proyecto más ambicioso fue la Ley de Administración Local, que pretendía una mayor autonomía municipal y la posibilidad de crear mancomunidades (asociaciones de diputaciones provinciales) para gestionar servicios comunes, buscando satisfacer ciertas demandas regionalistas. Sin embargo, la ley fue rechazada por las Cortes debido a la oposición liberal y de sectores conservadores.
La crisis de 1909
La Semana Trágica de Barcelona (julio-agosto de 1909)
Fue el problema más grave al que se enfrentó Maura y estalló entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909.
Contexto en Barcelona:
- Auge del movimiento obrero, con fuerte presencia del anarquismo y del republicanismo.
- Formación de Solidaridad Obrera (1907), federación sindical de socialistas y anarquistas, como alternativa a la Solidaritat Catalana (considerada burguesa).
- Creación del Partido Republicano Radical (1908) por Alejandro Lerroux, con un discurso populista, españolista, anticlerical y antimilitarista, que contaba con gran apoyo entre las clases trabajadoras, especialmente inmigrantes.
- Oposición generalizada a la figura autoritaria de Maura.
- Malestar por la costosa e impopular guerra en Marruecos.
Desencadenante y desarrollo:
En julio de 1909, tras un ataque de cabilas rifeñas cercanas a Melilla a trabajadores españoles de la construcción del ferrocarril minero, el gobierno de Maura decidió enviar reservistas (soldados que ya habían cumplido el servicio militar, muchos casados y con hijos) como refuerzo a Marruecos. La medida provocó protestas en todo el país, pero especialmente en Barcelona, principal puerto de embarque. Durante los combates en Marruecos, se produjeron graves derrotas como la del Barranco del Lobo, con numerosas bajas españolas.
La noticia de la movilización y las primeras bajas provocaron una huelga general en Barcelona el 26 de julio, convocada por Solidaridad Obrera y los republicanos. La huelga derivó rápidamente en una violenta insurrección popular que duró varios días. Sin una dirección clara, la revuelta adquirió un fuerte carácter anticlerical (quema de iglesias y conventos) y antimilitarista. La ciudad se convirtió en un campo de batalla entre el ejército, la guardia civil y los insurrectos, con barricadas en las calles. El gobierno declaró el estado de guerra y reprimió duramente la revuelta.
Consecuencias:
- La represión fue muy dura: cientos de detenidos, consejos de guerra y varias condenas a muerte. La ejecución del pedagogo anarquista y fundador de la Escuela Moderna, Francisco Ferrer Guardia, acusado sin pruebas concluyentes de ser el instigador de la revuelta, provocó una oleada de protestas internacionales contra Maura y el gobierno español.
- El rey, presionado por la campaña de desprestigio nacional e internacional y por los liberales, forzó la dimisión de Maura en octubre de 1909.
- Se produjo una reorganización del movimiento obrero: en 1910 se fundó la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), sindicato anarcosindicalista que se convertiría en la principal fuerza sindical del país.
- Los partidos republicano y socialista se unieron temporalmente en la Conjunción Republicano-Socialista, que consiguió un éxito simbólico en las elecciones de 1910 al obtener un escaño en las Cortes para Pablo Iglesias, líder del PSOE.
- La caída de Maura agudizó la crisis del Partido Conservador.
El gobierno de Canalejas (1910-1912)
Tras un breve gobierno liberal, en 1910 el rey nombró jefe de gobierno a José Canalejas, líder del Partido Liberal, quien representaba el ala más izquierdista del partido. Canalejas emprendió el último intento regeneracionista significativo dentro del marco de la Restauración, con un programa de reformas:
Medidas del gobierno de Canalejas:
- Sociales y fiscales: Se suprimieron parcialmente los odiados impuestos indirectos (consumos) y se sustituyeron por un impuesto progresivo sobre las rentas urbanas, lo que generó protestas de las clases acomodadas. Se estableció el servicio militar obligatorio sin posibilidad de redención en metálico en tiempos de paz (Ley de Reclutamiento y Reemplazo de 1912), aunque su aplicación efectiva se vio limitada por las necesidades de la Guerra de Marruecos. Se regularon las condiciones laborales (prohibición del trabajo nocturno femenino en ciertas industrias).
- Religiosas: Para frenar la expansión de las órdenes religiosas y afirmar la primacía del poder civil, se aprobó la llamada "Ley del Candado" (1910), que prohibía temporalmente (durante dos años) el establecimiento de nuevas congregaciones religiosas en España.
- Autonomistas: Se aprobó la Ley de Mancomunidades (1912), que recogía parcialmente el proyecto de Maura y permitía la asociación voluntaria de las diputaciones provinciales para gestionar servicios comunes. Aunque concebida para todo el Estado, solo llegó a constituirse la Mancomunidad de Cataluña en 1914.
El programa reformista de Canalejas encontró fuerte oposición. Finalmente, Canalejas fue asesinado por un anarquista (Manuel Pardiñas) en la Puerta del Sol de Madrid en noviembre de 1912. Su muerte truncó el impulso reformista y provocó una profunda crisis por el liderazgo en el Partido Liberal, debilitando aún más el sistema de partidos turnistas y abriendo un periodo de mayor inestabilidad política.