El Espacio Plástico del Renacimiento según Pierre Francastel
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Introducción
El Renacimiento, movimiento cultural entre la Edad Media y la Edad Moderna, surgió gracias a las ideas del Humanismo. Esta corriente de pensamiento estableció una nueva concepción del hombre y del mundo, reemplazando el teocentrismo medieval por el antropocentrismo. En este periodo, se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas, con Florencia, Italia, como epicentro del movimiento.
Pierre Francastel, historiador y crítico de arte francés del siglo XX, es considerado uno de los fundadores de la sociología del arte. Francastel elige el Renacimiento como objeto de análisis debido a su importancia como periodo de revolución técnica y social que impulsó una nueva forma de entender la representación del mundo. Analizar todo el arte internacional sería demasiado extenso.
Construcción y Destrucción del Espacio Plástico
Francastel analiza la construcción y destrucción del espacio plástico desde el Renacimiento hasta el Cubismo. Según él, es erróneo pensar que los artistas del Renacimiento lograron una representación privilegiada de la naturaleza. Los inventores de la perspectiva son creadores de ilusiones, no imitadores de lo real. El saber técnico está al servicio de las creencias individuales y colectivas.
Por primera vez desde los griegos, se elabora un sistema basado en una visión racional del mundo, correspondiente al nivel técnico, intelectual y social de la época. Sin embargo, esto excluye una representación sustancial de las cosas, ya que el espacio plástico del Renacimiento es la expresión del mundo para un grupo específico de hombres.
Francastel cree que las obras de arte son un medio para entender la civilización. A la vez, cuestiona la existencia de una única Historia del Arte y el valor de los esquemas habituales. Demuestra que, durante un periodo determinado, las civilizaciones occidentales aceptaron como principio una serie de hipótesis intelectuales sobre las dimensiones y la significación del espacio que constituyen un “montaje estético”.
La Representación del Espacio en el Renacimiento
La representación del espacio en el Renacimiento se basa en:
- El empleo de un sistema realista de representación de la perspectiva a partir de las matemáticas de Euclides.
- La observación de los vestigios de la antigüedad (números y armonía).
Brunelleschi fue el primero en utilizar conocimientos científicos para resolver un problema artístico. Sin embargo, nunca existió un método único de representación plástica del espacio.
Brunelleschi y la Cúpula de Santa María del Fiore
En la construcción de la Catedral de Santa María del Fiore, Brunelleschi concibió la superficie de la cúpula como envoltorio y espacio envuelto a la vez. A diferencia de la Edad Media, donde el espacio se entendía solo como envoltorio, Brunelleschi descubre que el vacío era tan mensurable como las cosas a través de planos y líneas abiertos.
Otro de sus experimentos fueron unos panorámicos ópticos que consistían en una representación arquitectónica con dos orificios para observar. Delante del panel se situaba un espejo que reflejaba la composición. Fue un estudio de los juegos de la luz.
Aunque se conocían las reglas de reducción de las dimensiones mediante la distancia o el sistema de líneas de fuga, fue Brunelleschi quien las introdujo en el arte a través de la experimentación.
La Primera Generación del Quattrocento
Sin embargo, esta primera generación del Quattrocento estaba influenciada por diferentes modos de representación del espacio surgidos desde hacía más de un siglo, lo que los dejó insensibles ante el verdadero alcance de la especulación plástica de Brunelleschi.
Ni Masaccio, ni Masolino, ni Angelico consideraron necesario abandonar las antiguas maneras de pintar, pero fueron introduciendo poco a poco las aportaciones de Brunelleschi. No imaginaron que el punto de vista de Brunelleschi abriría camino a una nueva representación y a una nueva visión total del mundo. Al principio, la nueva moda de la perspectiva se utiliza casi exclusivamente como un procedimiento de figuración de la arquitectura. Estos pintores introducen la figuración matemática del espacio de manera conjunta o paralela a los demás modos de representación.
Las Generaciones Posteriores del Quattrocento
A partir de 1450 surge una nueva generación. Tras ellos vendrá la tercera generación del Quattrocento, que ya se encontrará con las leyes de la figuración espacial perfectamente establecidas.
La formación del estilo sigue todas sus leyes: al principio solo en algunas obras como virtualidad, después como sistema de aplicación general y, por último, como método restrictivo.
La Segunda Etapa y Alberti
En la segunda etapa se establece el concepto de representación “verdadera” mediante la perspectiva lineal, basado en el conocimiento de las leyes de Euclides, la representación en dos dimensiones y la idea de que todas las partes son mensurables a una misma escala.
Alberti, autor de la segunda generación, consideraba la pintura como la figuración del mundo visible. Elimina lo que no es directamente visible desde el ángulo adoptado por una representación supuestamente unitaria. Adopta un punto de vista monocular, con un único ángulo tanto de líneas como de luz.
De esta manera, a partir de la segunda mitad de siglo, el método de representación euclídea y la perspectiva lineal se conciben como la verdad absoluta.
El Renacimiento y la Concepción del Espacio
Sin embargo, el mundo y el espacio no son objetos inmutables que puedan ser estudiados de la misma manera en distintas épocas y lugares.
El Renacimiento fue, sin duda, una de las grandes épocas de la historia. Los hombres de entonces perfeccionaron su saber científico, ampliaron su conocimiento del planeta, permitieron la unidad de las culturas y aseguraron el desarrollo mundial de las ciencias aplicadas y las ciencias del hombre, en un grado nunca alcanzado hasta entonces. No debemos subestimarlos, pero hay que entender que nuestra época también está realizando una revolución técnica e intelectual de una magnitud excepcional y, en consecuencia, la verdad del Renacimiento en arte o en literatura ya no es nuestra verdad. Sus medios de expresión plástica ya no son los nuestros, al igual que tampoco lo son los de la representación matemática o física tradicionales.
El Mito y la Distancia Psíquica
El mito es una forma de pensamiento tan importante como el racional. Es el modo de expresión natural de grupos de hombres para los que no existe oposición alguna entre las partes del universo, cuando el tiempo y el espacio no son considerados determinantes. El hombre que piensa de forma mítica convierte su cuerpo y su percepción en el centro del universo. El espacio no es algo dado de antemano, sino una creación.
La evolución del Quattrocento no se da por el descubrimiento de un procedimiento mecánico más fiel, ya que no crea solamente un espacio técnico sino más bien figurativo. Inventando lugares, seres u objetos correspondientes a una determinada interpretación del medio natural y social en el que vivió el artista.
Se rige por la ley del conjunto psicológico y no del conjunto físico.
La distancia psíquica se refiere a las relaciones que se establecen en una serie de obras o signos figurativos, bien entre los objetos reunidos en una misma composición, o entre los objetos y los personajes representados y el espectador.
Para el hombre que solo hace uso del pensamiento mítico, esta distancia psíquica es nula. Cuanto mayor es el conocimiento del yo, mayor es la distinción que el hombre realiza entre las cosas.
Ejemplos de lugares míticos: la concha de Boticcelli.
El Cambio de Concepción del Mundo en el Quattrocento
Los hombres del Quattrocento cambiaron su posición en el mundo y, por eso, se vieron obligados a cambiar la forma de representarlo. Al principio del siglo se abre la investigación sobre el mundo y sobre el hombre. Tuvo como punto de partida el paso de una concepción según la cual el mundo era una representación concreta del pensamiento de Dios a una concepción según la cual el mundo era una realidad en sí mismo, una naturaleza dotada de atributos de permanencia y eternidad.
La Edad Media fue una época determinada por el pensamiento mítico. Se trataba de representar y reproducir la ocasión original de la que surge la comprensión total del mundo, ajena a los detalles y los acontecimientos personales. El Renacimiento rejuveneció las formas de expresión del pensamiento mítico y fundó un nuevo sistema coherente de representaciones racionalistas del espacio. Sin embargo, se trata de la conquista de un espacio ficticio, no real.
El Siglo XIX y la Superación del Marco Euclidiano
El siglo XIX saldrá del marco euclidiano, analítico e imaginario que le había legado el Renacimiento. Será necesario un nuevo espacio para un nuevo mundo, ligado a unas nuevas escalas de apreciación y de valor.