Escultura Siglo XX: Innovación, Materiales y Conceptos Vanguardistas

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Escultura del Siglo XX: Innovaciones en Materiales, Técnicas y Conceptos

Durante el el siglo XX, la escultura experimentó una profunda transformación gracias a dos conceptos revolucionarios: el hueco y el movimiento mecánico. Estos cambios fueron posibles gracias al uso de nuevos materiales industriales, como el alambre y la chapa de hierro, que se trabajaban con técnicas modernas como el corte y la soldadura autógena (soldadura con llama).

El Hueco: Una Nueva Concepción Escultórica

Hasta ese momento, la escultura había sido concebida tradicionalmente como un cuerpo sólido. Sin embargo, a comienzos del siglo XX, algunos artistas comenzaron a introducir el vacío como parte esencial de la obra, otorgándole al espacio un papel tan importante como al propio material.

Alexander Archipenko (1887–1964), escultor ruso, fue el primero en aplicar esta idea de forma sistemática.

En 1908, llega a París y empieza a incorporar las ideas cubistas a la escultura, una corriente que estaba ganando popularidad en la pintura.

En su obra Mujer andando, el volumen se representa a partir de huecos y formas geométricas, marcando un punto de inflexión en la historia escultórica.

Esta línea es desarrollada en España por dos artistas fundamentales:

  • Julio González, que aspiraba a “dibujar con hierro en el espacio”. Se aleja de la forma sólida y figurativa para crear estructuras abstractas y filiformes, utilizando el metal como si fuera un trazo en el aire. Una de sus obras más representativas es Mujer ante el espejo.
  • Pablo Gargallo, por el contrario, aunque adopta el uso de nuevos materiales como el hierro y el cobre, se mantiene fiel a la figura humana y al realismo, pero introduciendo el vacío como recurso expresivo. Ejemplos de su obra son: La gran bailarina, El gran profeta y Torso de mujer.

El Movimiento Mecánico: La Escultura en Movimiento

Otra gran innovación del siglo XX fue el uso del movimiento como parte integral de la obra escultórica. Surgen así las llamadas esculturas móviles o mobiles, que pueden moverse gracias a un motor o simplemente con la acción del viento.

El máximo exponente de este tipo de escultura es el norteamericano Alexander Calder (1898–1976).

Sus obras están hechas con materiales ligeros (como discos, palas o láminas metálicas) unidos por varillas de alambre, y generalmente se cuelgan del techo.

Al moverse con la brisa, no solo cambian de forma, sino que en algunos casos incluso emiten sonidos.

Entre sus obras más destacadas se encuentran:

  • La instalación de grandes hojas metálicas en rojo y negro en la terminal del aeropuerto Kennedy de Nueva York, considerada una de sus creaciones más espectaculares.
  • Mobile sobre dos planos (1955), expuesto en el Museo de Arte Moderno de París.
  • Fuente de Mercurio (1937), una escultura muy singular que combina el movimiento con un material inusual: el mercurio. Fue presentada en la Exposición Universal de París y actualmente se conserva en la Fundación Miró de Barcelona. La fuente crea una pequeña cascada que activa un mecanismo móvil donde cuelga la palabra “Almadén”, en homenaje a las minas de mercurio de esa localidad española.

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