Escultura Gótica: Simbolismo, Evolución y Maestros

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Unión entre Iglesia y Fieles: Carácter Docente

La escultura gótica establece una unión entre la iglesia y los fieles, con un claro carácter docente. Se distinguen dos niveles de lectura: una sencilla para los fieles y otra más profunda destinada al clero. El proceso evoluciona hacia el naturalismo, la humanización y el acercamiento a la figura humana. La planificación de la obra escultórica se realiza bajo la dirección de un maestro de obra y un teólogo.

Los escultores trabajan en equipo, y se identifica al maestro por elementos novedosos y el uso de libros de modelos. Los bocetos se realizan en tierra, y se emplean utensilios como el cincel, el trépano y la gradina. La policromía se reduce con el tiempo. Se utiliza madera para elementos como sillas de coro, ménsulas y misericordias, a menudo incluyendo sátira social.

Decoración Escultórica en Portadas y su Simbolismo

La decoración escultórica de las portadas de las catedrales góticas tiene un gran valor simbólico, representando el paso del mundo terrenal a la Jerusalén celestial. La disposición de las figuras sigue un orden jerárquico: tímpano, dintel, parteluz, arquivoltas, jambas y zócalos. El parteluz suele mostrar figuras como el Beau Dieu o la Virgen como nueva Eva. Normalmente, las catedrales tienen tres portadas.

Elementos Escultóricos en el Interior

En el interior de las catedrales encontramos elementos como el jubé, la sillería del coro, capiteles, tumbas y retablos. Estos últimos, muy devocionales, incluyen elementos como la calle, el guardapolvo, la predela, el banco, el sotobanco, el cuerpo y la espina. Se representan temas corporales, como la sangre y la ostia. La escultura funeraria incluye sepulcros externos, arcosolios y laudas funerarias.

En el siglo XIII, las figuras yacentes se idealizan sobre una cama, representando al difunto dormido, a menudo con un perro a los pies como símbolo de fidelidad o un león para los caballeros. Los sepelios se representan con cortejos fúnebres. A finales del siglo XIII, los sepulcros se dividen en arquerías con figuras de apóstoles y santos. A finales del siglo XIV, aparecen máscaras funerarias. En el primer cuarto del siglo XV, Claus Sluter introduce figuras de llorones. Hacia 1430, se representa al yacente arrodillado, como en el caso de Luis de Anjou.

Fuentes Iconográficas: El Juicio Final

Las fuentes iconográficas incluyen el Juicio Final, que antes del gótico se representaba con una visión apocalíptica dentro de una mandorla. Tras la ascensión a los cielos, el Juicio gótico muestra a Cristo como varón de dolores, con las llagas visibles, acompañado por María y San Juan Evangelista, y ángeles con símbolos de la pasión. La Virgen se representa como la nueva Eva, no como Theotokos. También se incluyen figuras de santos y temas antitéticos, representando el carácter profano.

En Chartres, el tema central es el apocalíptico. La puerta derecha está dedicada a la Virgen, con estatuas de antepasados en las jambas, Cristo Pantocrátor en mandorla y los tetramorfos. La Virgen Theotokos aparece en las arquivoltas con las artes liberales. El primer registro muestra la Anunciación, la Visitación, la Natividad y el anuncio a los pastores. La puerta izquierda representa el Juicio Final, con signos del zodiaco en las jambas.

En Senlis (siglo XII), la portada es más naturalista y con mayor movilidad. Las arquivoltas muestran el árbol de Jesé, y el primer registro la muerte de la Virgen, la Asunción y la Anunciación. El púlpito de la abadía de Klosterneuburg, obra de Nicolás de Verdún, destaca por sus esmaltes y colorido. La portada sur de la catedral de Chartres (1212-20) representa el Juicio Final, con Cristo como varón de dolores, el dintel con la psicostasis, las jambas con apóstoles geometrizados y la figura de Marmousette bajo los pies. El parteluz muestra el Beau Dieu. El tímpano se divide en tres registros: ángeles con símbolos de la pasión, Cristo varón de dolores y el juicio final en la arquivolta. El pórtico tras la portada sur de la catedral de Estrasburgo es muy naturalista, dedicado a la Virgen, con la intervención de Sabina, una mujer. Se representa la muerte de la Virgen, con San Pablo y San Pedro en los extremos, Jesús detrás y la doncella delante. Los paños se representan mojados, con distintos planos.

Escultura del Siglo XVI: Sentimiento y Devoción

La escultura del siglo XVI se inspira en meditaciones y la búsqueda del sentimiento, con temas como la Natividad y las visiones de Santa Brígida. Se establece una vinculación con el teatro. En la primera mitad del siglo XIV, surge un estilo cortesano con escultura devocional, que afecta a la figura de la Virgen, utilizada en el ámbito privado. Se produce un cambio en la representación de la Virgen como Theotokos. La Virgen de Essen se representa sedente con el niño, que la mira. La Virgen dorada de la catedral de Amiens, en el parteluz, muestra un modelo característico, con cejas arqueadas, nariz recta, boca pequeña, ojos almendrados, sonrisa y una mano que señala al niño. Se acentúa el sentimentalismo y el naturalismo, representando al niño como un adulto en pequeño. Se enfatiza la conexión entre madre e hijo, utilizando materiales de color natural y pequeñas piezas de orfebrería. El niño mira a la Virgen, mostrando un sentimiento agridulce. La Virgen Blanca de Toledo y la Virgen de Juana de Évreux muestran una silueta en forma de S, con cambios en los paños y una sensación de claroscuro. La Virgen de marfil de la Santa Capilla carece de corona. El tríptico del Museo Poldi Pezzoli de Milán muestra esmaltes translúcidos, con escenas gozosas y dolorosas. En el norte de Europa, la devotio moderna tiene un gran arraigo. La Piedad de Roettgen representa a Cristo tras la pasión, al borde de expirar, rozando el patetismo y el dramatismo.

El Gótico Internacional y Claus Sluter

En la segunda mitad del gótico internacional destaca Claus Sluter, con figuras como Carlos V, hijo de Carlos VI, y los duques de Borgoña. Jean de Marville, Sluter, Claus Werbe y Antoine Le Moiturier trabajan en la corte de Borgoña. Felipe el Atrevido decide construir la cartuja de Champmol, con un pórtico donde aparecen los duques como donantes, una figura original de la Virgen en el parteluz y santos protectores de los duques en los extremos. Las figuras son voluminosas, con un tratamiento detallado de los paños, rasgos personales y un esquema piramidal. Los enterramientos se realizan en el centro de la nave única, donde los fieles rezan. Felipe el Atrevido es enterrado en un sepulcro de mármol negro y alabastro, con un león a los pies y ángeles con coronas. Su pelo es rizado, con una cinta y alas puntiagudas. Sluter adapta sus diseños a los de Marville. El cortejo funerario es seguido por los cartujos. El Pozo de Moisés, ubicado en un psiquiátrico, tiene una copia y partes perdidas. Es una trasposición a piedra de un paso litúrgico, introducido en el juicio de Jesús. En la parte inferior se representan seis profetas con ropa similar, siendo Moisés obra directa de Sluter, bajando del monte Sinaí enfadado, con gran expresividad, ojos hundidos, claroscuro y grandes pliegues. Las figuras son grandes, algunas despegadas del marco, con un tratamiento especial de la cabeza, como en el caso de Isaías. Son alargadas, con sensación de portar un peso. En la parte superior se representa el Calvario. La tumba de Juan sin Miedo, iniciada por Sluter, continuada por Juan de la Huerta y terminada por Antoine Le Moiturier, muestra al matrimonio, con mármol negro y alabastro, un león a los pies y ángeles heráldicos. La tumba de Felipe Pot, un caballero importante, incluye llorones, figuras humanas que se independizan, soportando la lauda funeraria con la imagen del yacente, llorones heráldicos, escudos, un león a los pies y un perro.

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