La Escultura Gótica Española: Evolución, Características y Maestros Clave
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La Escultura Gótica: Características y Evolución
1. Características Generales de la Escultura Gótica
La escultura gótica marcó un punto de inflexión respecto al románico, introduciendo una serie de innovaciones fundamentales:
- Naturalismo y Realismo: Se abandona el esquematismo románico para hacer referencia directa al mundo real, buscando una representación más fiel de la figura humana y su entorno.
- Búsqueda de la Belleza: Este naturalismo no implicó el rechazo de la belleza idealizada, sino que la integró en formas más orgánicas y expresivas.
- Fuerte Carácter Expresivo: Las figuras transmiten emociones y narrativas con mayor intensidad.
- Dominio del Tema Religioso: Aunque con un enfoque más humanizado, la temática principal siguió siendo religiosa.
- Variedad de Materiales: Se emplearon diversos materiales como piedra, mármol y madera, frecuentemente policromados para añadir realismo y vivacidad.
- Diversidad de Tipos de Obras: La escultura gótica abarcó distintos formatos y encargos:
- Escultura Monumental: A diferencia del románico, se abandona la ley de adaptación al marco. Esto se observa en capiteles de franja continua o en las portadas, donde las figuras adquieren mayor independencia.
- Escultura Exenta: Se consolida el nacimiento del retablo mueble. También se encuentran ejemplos destacados en sillerías de coro, sepulcros, púlpitos y bultos redondos.
- Figuras Libres y de Culto: Dentro de la escultura exenta, destacan escenas religiosas y figuras destinadas al culto, como Crucificados, Vírgenes maternales y Piedades.
2. La Escultura Gótica en España: Ejemplos Destacados
2.1. Las Grandes Portadas del Siglo XIII
Durante el siglo XIII, las principales manifestaciones escultóricas en España se concentraron en las portadas de las catedrales, caracterizadas por su fuerte sentido narrativo. En Castilla, sobresalen las obras realizadas por maestros franceses, aunque se percibe una cierta falta de homogeneidad estilística.
- Catedral de Burgos: Presenta dos portadas de gran relevancia:
- Portada del Sarmental: Aborda el tema románico del Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos, pero con un tratamiento naturalista y moderno. Las figuras de las arquivoltas muestran una clara conexión con las portadas francesas.
- Portada de la Coronería: Complementa la anterior, narrando el tema del Juicio Final.
- Catedral de León: Destaca la portada del Oeste, cuya construcción está dedicada a la Virgen. Bajo la mirada de la imagen de Alfonso X, se situaba el “locus apellationis”, un lugar donde se reunían cuatro jueces. De gran interés es también la Portada de la Virgen del Dado, que aún conserva su policromía original y presenta escenas como la Anunciación.
2.2. El Siglo XIV y el Siglo XV: Consolidación y Maestros
El siglo XIV continuó con la realización de portadas catedralicias, siendo la más importante la conocida como “Portada del Reloj” de la Catedral de Toledo. Esta obra presenta escenas de la vida de Cristo y la muerte de la Virgen, distribuidas en cuatro registros. A este periodo también corresponden importantes sepulcros, entre los que destaca la “Virgen Blanca” de la Catedral de Toledo, una figura de mármol blanco policromado que representa a la Virgen de pie y en contraposto, con una notable naturalidad.
El siglo XV fue testigo de proyectos escultóricos aún más ambiciosos, incluyendo sepulcros, sillerías de coro y retablos, con la aparición de escultores de gran relevancia:
- Alejo de Vahía: Tuvo un influyente taller en Becerril. Entre sus obras se encuentra “Santa Ana, la Virgen y el Niño”.
- Gil de Siloé: Considerado uno de los maestros más importantes de su tiempo, fue uno de los artistas favoritos de la Reina Isabel la Católica. Su estilo se caracteriza por ser recargado, decorativista y minucioso, mostrando un virtuosismo técnico excepcional. Entre sus obras más destacadas se encuentran:
- El Sepulcro del Infante Don Alfonso: Plantea un interesante problema iconográfico: ¿cómo representar vivo a alguien que ya ha fallecido? Siloé lo resuelve presentándolo en actitud orante.
- El Sepulcro de los Reyes Juan II e Isabel de Portugal: De enormes dimensiones, se sitúa cerca de la cabecera. Presenta un esquema de ocho puntas y sus elementos simbólicos realzan el papel de la monarquía.
- El Retablo Mayor de la Cartuja de Miraflores: Organizado en un esquema a base de círculos. Siloé trabajó en esta obra con la ayuda de un numeroso taller, lo que explica que la calidad de algunas partes sea desigual.
Es importante señalar que, a menudo, se le atribuyen a Gil de Siloé todas las obras valiosas realizadas en Castilla durante este siglo sin pruebas concluyentes, como es el caso de la fachada de San Gregorio en Valladolid.