Escultura Clásica Griega: Mirón, Policleto y Fidias - Obras y Estilos
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Etapa Clásica: Siglo V a.C.
La Etapa Clásica de la escultura griega, que floreció en el Siglo V a.C., marcó un período de gran innovación y perfección artística.
Mirón
Con Mirón se inicia el período clásico. Fue un gran escultor y un excelente broncista. Su obra se caracteriza por un gran realismo, destacando la aparición del concepto de Rhythmos, una nueva forma de representar el movimiento asociada a la música o a la danza.
El Discóbolo
El original de El Discóbolo era de bronce y no se conserva; lo que poseemos son copias romanas. En esta obra, Mirón logra la captación del momento instantáneo, marcando la musculatura, los huesos e incluso las venas. Se basa en la figura geométrica del triángulo y tiene un carácter conmemorativo. Sin embargo, se le pueden atribuir ciertos aspectos como la falta de tensión en la expresión y una composición algo plana.
Policleto
Policleto tuvo una gran afición por los temas atléticos. Sus ideas estéticas quedaron plasmadas en un tratado llamado Kanon (norma), donde estableció principios para la figura humana desnuda, basados en la ley de simetría y la relación proporcional entre las partes. Propuso el famoso Canon de las 7 cabezas.
El Doríforo
En El Doríforo, el cuerpo mide 7 veces la altura de su cabeza, y la cabeza, 2.5 veces la longitud del dedo índice. Policleto crea una serie de tensiones y equilibrios: la pierna derecha sostiene el peso de la figura, y su equilibrio se compensa con el brazo izquierdo doblado que sostiene la lanza. Las rodillas reciben el equilibrio de las caderas con una posición en X (contrapposto). La cabeza se inclina a la derecha, mientras que el torso y las caderas lo hacen a la izquierda. Sus cuerpos marcan mucho las ingles, buscando el volumen en sus esculturas mediante la creación de diferentes planos con las piernas y los brazos. El rostro es equilibrado.
El Diadúmeno
El Diadúmeno (el que se ciñe una cinta en la cabeza) muestra una evolución en el estilo de Policleto: las piernas están más rectas, el rostro es más dulce y las formas son más cerradas, con menos ángulos abiertos.
Fidias
Fidias fue el escultor por excelencia de su época, un artista en constante evolución, capaz de expresar los aspectos más profundos con gran naturalidad. Su obra se centra principalmente en el Partenón, pero antes realizó obras en bronce y materiales preciosos como marfil y oro, como la imponente Atenea Parthenos (12 metros de altura), cuya escala condicionó la construcción del propio Partenón.
Friso de las Panateneas (Friso del Partenón)
El Friso de las Panateneas es un friso corrido que permite una gran narración visual, rodeando la nave del Partenón. Medía 104 cm de altura y 160 metros de longitud. El tema es único: la procesión de las Panateneas. El cortejo estaba formado por más de 300 figuras, y el friso fue realizado por varias manos bajo la dirección de Fidias in situ. Se comenzó por los lados pequeños y luego los grandes. Estaba hecho en mármol policromado, sobre un fondo azul. Tenía un programa iconográfico monográfico que seguía el itinerario de los visitantes:
- Figuras de jinetes y carros.
- Figuras a pie.
- Mujeres con bonitos peplos y altos mandatarios (hombres).
- Dioses y Atenea recibiendo el peplo.
Hay diferencias en las figuras, con distintos relieves y una clara relación entre ellas.
Fidias, el escultor de los dioses y de la elegancia, muestra armonía y majestuosidad en sus composiciones. Acumula paños en las telas y las adhiere a los cuerpos como si estuvieran mojadas, creando el efecto de paños mojados.
Además de la Atenea Parthenos, Fidias también realizó en el Partenón otras dos estatuas: una Atenea para el exterior y una estatua de Zeus. Asimismo, fue el responsable de los frontones del Partenón.
Siglo IV a.C.: Transición y Emoción
El Siglo IV a.C. marca una crisis de determinados valores: un cambio político, artístico y social. Los enfrentamientos con Esparta llevaron a Atenas a aceptar sus condiciones. Al principio, el estilo se mantuvo similar al del siglo anterior, pero gradualmente se produjo un cambio debido a las guerras y la influencia de poetas y filósofos (sofistas). Surge un interés por lo personal y las emociones humanas (sufrimiento, angustia, ternura…). Las obras ganan en expresividad; los pliegues son más naturalistas, mostrando mayor destreza; continúan con los paños mojados, y se centran en la textura de la carne y la terminación de las figuras. Se introduce el cuerpo femenino desnudo y sensual.