**La Escultura Barroca: Características y el Éxtasis de Santa Teresa**

**La Escultura Barroca**

Los temas de la escultura barroca eran mitológicos, pero también abundaban imágenes que exageraban las expresiones del rostro. Como en la Roma antigua, se rendía homenaje a los dioses y se veneraba a los señores.

**Características de la Escultura Barroca**

• Realismo: Las representaciones se dotaron de rasgos físicos y movimientos naturales, representando minuciosamente todos los detalles del cuerpo humano.
• Patetismo: Se exaltaron los sentimientos y se dio mucha teatralidad a los gestos, con un gran interés por plasmar la psicología de los personajes.
• Movilidad: Las figuras adquirieron gran movilidad, energía y vitalidad.
• Efectos luminosos: Los pliegues de la ropa y los gestos de las figuras provocaban combinaciones de luces y sombras.
• Temática variada: En los países católicos eran frecuentes las representaciones religiosas, pero también se desarrollaban retratos y escenas mitológicas.

**El Éxtasis de Santa Teresa**

Esta obra religiosa de Bernini (siglo XVII) está realizada en mármol blanco y mide 350 cm de altura. Fue creada entre 1645 y 1652 para la Capilla Cornaro de Santa María de la Victoria en Roma.

Representa el éxtasis de Santa Teresa, quien en un arrebato místico sintió cómo un ángel se le aparecía en sueños y le atravesaba el pecho con una flecha de amor divino. Esta sensación de dolor y gozo simultáneo la dejó suspendida en el aire, levitando sobre las nubes.

En el ángel se percibe una sensación de movimiento con su flecha, mirada y el gesto de levantar el ropaje, lo que lleva en la dirección de la acción, hacia el cuerpo de la santa.

En cuanto a Santa Teresa, su rostro con los ojos cerrados y la boca entreabierta, unido al estado de desmayo lánguido que revela su mano, están inspirados directamente en gestos del amor físico, cargando de un fuerte erotismo la escena. Se intenta, de esta manera, traducir al espectador las sensaciones del éxtasis.

Se destaca el volumen de Santa Teresa con sus ropajes, que parecen desbordarse más allá del propio soporte. Por detrás de la escultura, Bernini dispuso unos rayos dorados que vienen a ser la iluminación simbólica del Éxtasis. En la bóveda se finge pictóricamente un cielo con nubes, de modo que la luz celestial que surge de la Santa Paloma puede alcanzar la zona en que viven los mortales.