Escultura en la Antigua Grecia: Obras Maestras de Policleto, Fidias y Praxíteles

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Doríforo de Policleto

Características de la Obra

El Doríforo es una destacada obra de Policleto, perteneciente al estilo clásico. Se cree que la pieza original fue un encargo destinado a ser emplazado en un lugar público. Data del siglo V a.C. Es una escultura de bulto redondo y cuerpo entero, con una función decorativa.

Descripción y Análisis

Representa a un joven atleta sosteniendo una jabalina. Los especialistas creen que podría tratarse de Aquiles u otro personaje de las leyendas griegas, por lo que la temática sería heroica o mitológica. Esta versión es una copia en mármol de una original en bronce. Presenta una composición vertical. El brazo izquierdo está activo, mientras que el derecho está pasivo. En las piernas sucede al revés: la pierna derecha soporta el peso del cuerpo, mientras que la izquierda apenas lo hace, apoyando solo los dedos.

A pesar de que se rompe con el concepto de simetría, se aprecia el contrapposto (disposición del cuerpo más natural, propia de Policleto). La cabeza abre un nuevo punto de vista y gana espacio hacia atrás y hacia delante. El movimiento no es acusado, pero la figura es más natural y no da la impresión de rigidez. La musculatura está marcada, bastante geometrizada y discernible, siguiendo el principio de la diartrosis. Busca la relación entre las partes y el todo (proporción), siguiendo un canon de 7 cabezas.

El tratamiento volumétrico de la anatomía hace que la luz ayude a discernir las distintas partes del cuerpo. Se observa la serenidad propia de las figuras clásicas, y las facciones son ideales. Esta obra se convirtió en un modelo de canon de belleza muy imitado, basado en el canon, el estudio anatómico y la serenidad expresiva.

Los Frontones del Partenón de Fidias

Contexto y Función

Los Frontones del Partenón son obra de Fidias, pertenecientes al estilo clásico. Forman parte de la decoración del Partenón y datan del siglo V a.C. Son autorrelieves de cuerpo entero con figuras de pie, sedentes y yacentes. Su función era decorativa.

Descripción de los Frontones

En el frontón oriental se reproduce el nacimiento de Atenea de la cabeza de Zeus, ante la presencia de varios dioses. Atenea nació adulta y armada de pies a cabeza. El nacimiento se centra en el amanecer, sugerido por la posición de las divinidades astrales Helios y Selene, que ocupan los extremos. El frontón occidental representa la lucha entre Atenea y Poseidón por el dominio del Ática, y el momento es aquel en que los contendientes se distancian. Atenea hace brotar el olivo que le dará la victoria, y Poseidón un manantial.

Análisis Estilístico

La obra está tallada en mármol, con una textura rugosa. La composición está condicionada por el marco arquitectónico del friso o del frontón. Según disminuye la altura del frontón hacia los lados, las figuras aparecen sentadas o recostadas. Las figuras de Fidias se caracterizan por su inacción; sin embargo, el minucioso plegado aporta una sensación de dinamismo en las obras del frontón. Los hombres se representan desnudos, mientras que las mujeres están cubiertas con telas, los llamados "paños mojados", que permiten reconocer su anatomía.

La belleza se concibe como un ideal de perfección, armonía física y moral, y equilibrio en las formas. Se aprecia una perfecta captación de los efectos de claroscuro y un detallado estudio anatómico de los cuerpos. La belleza se basa en el canon, el estudio anatómico y la serenidad expresiva. Los paños mojados fueron imitados posteriormente.

Hermes con Dionisos Niño de Praxíteles

Contexto y Significado

Hermes con Dionisos niño es una obra de Praxíteles, perteneciente al estilo posclásico. Data del siglo IV a.C. Es una escultura de bulto redondo con dos figuras de cuerpo entero. Su función era propagandística, representando una alegoría de la paz entre los habitantes de Elis, que tenían a Hermes como patrón, y Arcadia, que tenían por patrón a Dioniso.

Descripción y Análisis

Dionisos, dios del placer y el vino, huye de la venganza de Hera, ya que ha nacido debido a una infidelidad de Zeus. Su hermanastro Hermes le ayuda en la huida; en una parada, le ofrece un racimo de uvas que el otro coge. Se observa una humanización de los dioses. La obra está tallada en mármol, con una textura rugosa en el pelo y los paños. Presenta una composición vertical, con un contrapposto exagerado, desestabilizando el cuerpo hasta crear una “S” praxiteliana en el perfil de Hermes. Hay una mayor preocupación por la representación del movimiento y la captación de lo instantáneo.

La figura es esbelta y gana espacio por delante y lateralmente. Se aprecia frontalidad y un intento de comunicación entre las miradas. La luz resbala sobre el suave modelado de las figuras, que aparecen como difuminadas. No hay grandes contrastes de claroscuro, solo se aprecian en el cabello y en los paños. Las características del posclasicismo incluyen el uso de paños, el desnudo y la proporción. Se pierde el idealismo en favor de la expresividad, con dioses humanizados.

Afrodita de Cnido de Praxíteles

Función y Representación

La Afrodita de Cnido es una obra de Praxíteles, perteneciente al estilo posclásico. Data del siglo IV a.C. Es una escultura de bulto redondo y cuerpo entero. Se encontraba en un naos en un templo, por lo que su función era religiosa. Representa a Afrodita que se dispone a iniciar el baño ritual, por lo que está desnuda y depositando su ropa sobre una vasija. Está tallada en mármol. Se mezcla lo divino (la diosa) con lo cotidiano (el acicalamiento), mostrando una diosa humanizada.

Análisis Estilístico

Se aprecia un contraste de texturas entre los paños, el pelo y el cuerpo. El cuerpo está desestabilizado hasta crear una “S” praxiteliana. El contrapposto se manifiesta en la cadera, que se levanta hacia la izquierda, con un movimiento acompañado por la caída del hombro. En la derecha, se forma una línea recta desde la pierna libre hasta el hombro que se levanta sujetando las telas. Destaca lo femenino en las formas redondeadas, las líneas curvas y la sensualidad de la carne.

La luz resbala sobre el suave modelado de las figuras, que aparecen como difuminadas. No hay grandes contrastes de claroscuro, solo se aprecian en el cabello y en los paños. Las características del posclasicismo incluyen el uso de paños, el desnudo y la proporción. Se pierde el idealismo en favor de la expresividad, con dioses humanizados.

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