La Escuela de Bolonia: Origen de la Universidad y el Estudio del Derecho
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La Escuela de Bolonia: Material, Técnica de Trabajo y Textos Jurídicos
El Contexto Histórico: La Pérdida del Conocimiento Jurídico
En la Alta Edad Media, la ciencia y la cultura jurídica se habían perdido. Era una época sin juristas. Las únicas formas de conocimiento que se mantuvieron durante este período fueron los monasterios, donde se copiaban textos del pasado, y las llamadas Escuelas de Artes Liberales, pertenecientes a la Iglesia. A estas escuelas acudían aquellas personas que buscaban adquirir algún conocimiento o sabiduría. Los estudios en estas escuelas se dividían en dos ramas:
- El Quadrivium, que comprendía geometría, aritmética, astrología y música.
- El Trivium, que abarcaba gramática, dialéctica y retórica.
El derecho no se estudiaba como disciplina autónoma, pero dentro de la retórica se impartían algunas nociones jurídicas.
El Redescubrimiento del Derecho Romano: Irnerio y la Escuela de Bolonia
En el siglo XI, Irnerio, maestro de estas escuelas de artes liberales, concretamente de la de Bolonia, encontró en una biblioteca privada una serie de manuscritos que pertenecían al antiguo derecho justinianeo. Esta compilación del derecho romano, realizada en Bizancio (Oriente) entre los años 528 y 533, incluía el Codex, las Novelas, el Digesto y las Instituciones de Gayo. Irnerio se percató de la importancia de su hallazgo y, a partir de ese momento, dedicó su vida a buscar, recomponer y estudiar esas obras del derecho romano. Al mismo tiempo que estudiaba este derecho romano clásico, lo enseñaba a sus alumnos de la Escuela de Artes Liberales. Su fama creció de tal manera que, en poco tiempo, comenzaron a llegar a Bolonia una gran cantidad de alumnos de otras partes de Italia y Europa.
El Nacimiento de la Universidad
Esta afluencia de estudiantes para aprender derecho modificó el método de enseñanza. Los alumnos se fueron agrupando en distintas escuelas que crecieron dando lugar a las llamadas naciones, en las que se organizaban por su origen (hispanos, germanos, francos, etc.). También creció el número de profesores. Los cuatro discípulos directos de Irnerio que impartían clase junto a él fueron Jacobo, Martín, Hugo y Búlgaro. A todo este fenómeno, que surgió para estudiar el derecho con autonomía, se le dio por primera vez el nombre de Universidad.
La Autonomía Universitaria
Cuando se dieron cuenta de la importancia de esta Universidad, tanto el poder eclesiástico como el secular (monarquía) trataron de controlarla. Para evitarlo, un grupo de universitarios se entrevistó con el emperador Federico I Barbarroja con el objeto de pedirle un privilegio de autonomía universitaria. Este se la concedió a través de la norma Constitución Habita en el año 1155. A partir de ese momento, las universidades se consideran instituciones autónomas. Esto no quiere decir que para crear una Universidad no se necesitara una doble autorización del Papa y del poder secular del lugar, es decir, del príncipe, porque de otra manera se hubieran creado universidades en todas las ciudades por el importante beneficio económico que esto provocaba.
Los Glosadores: Método de Estudio y Géneros Jurídicos
Poco a poco se fueron creando otras universidades en distintos lugares de Europa, entre ellos en España, para estudiar el derecho romano clásico como hacía Irnerio. Al conjunto de los autores o profesores que de esta manera volvieron a hacer ciencia jurídica se les da el nombre de Glosadores, puesto que su principal género era la glosa (aclaraciones al texto). Estudiaban los textos entre sí, los explicaban, los comentaban o daban su propia opinión, y así iban haciendo fundamentalmente ciencia.
En cuanto a su método de pensamiento para hacer las glosas o aclaraciones, se basaban en la llamada lógica aristotélica, que consistía en la búsqueda y reiteración de los denominados lugares comunes o tópicos, principios indiscutibles de los que se puede extraer la verdad. Con esta forma de pensamiento, además de las glosas, estos autores utilizaban otros géneros o formas de difusión del conocimiento:
- Los llamados vocabularios jurídicos, en los que se explicaba el significado de los términos técnicos del derecho romano.
- Lecturas o lecturae, que eran las explicaciones verbales del profesor en clase y que eran tomadas por escrito.
- Los causus o casos prácticos.
- Disensiones Dominorum, que eran debates que se hacían entre profesores que tenían opiniones encontradas sobre alguna cuestión jurídica.
- La Summa, que eran estudios sistemáticos sobre alguna parte del Corpus Iuris Civilis (Derecho Justinianeo) destinados a la enseñanza. La más importante fue la Summa Codicis de Azzo.
- El comentario, que eran comentarios que hacían los profesores para desarrollar una institución jurídica concreta, de manera más extendida que en las glosas.
Este último género fue el que adquirió una mayor difusión a partir del siglo XIII, dejando atrás el método de la glosa. La última gran glosa que se hizo fue la llamada Glosa Ordinaria o Glosa Magna de Acursio. Pero a partir de ese momento, la Escuela de Glosadores se vio superada por la Escuela de Comentaristas. Otros glosadores famosos, además de Irnerio, fueron los ya citados Azzo, Acursio, Odofredo, Rogelio, Placentino o Tomasso de Piperetta, que pondrían las bases jurídicas europeas.