La Escritura del Yo: Origen y Evolución del Ensayo Moderno

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La nueva denominación y su sentido en Montaigne se relacionan con su autoconciencia de los géneros existentes y su necesidad de trascenderlos, lo que podemos calificar como la «escritura del yo». Montaigne era consciente de que su propuesta se diferenciaba de las clases de textos conocidas. Su libro no solo introdujo una nueva denominación, sino una escritura diferenciada que necesitaba distinguirse, un nuevo género y estilo. Montaigne denominó a sus textos Essais, delimitando así un nuevo modo de escritura, la escritura del yo, con énfasis en su intervención personal y, en cierta medida, autobiográfica. Es relevante la coincidencia de esta nueva forma con el propio estatuto autobiográfico. Los Essais coexisten con las formas de la autobiografía, ambas formulaciones de un estatuto escritural que afirma o establece sus normas, situando lo personal como isotopía definitoria de su configuración discursiva. Discurso, aunque Montaigne busca diferenciarse de él. Es necesario aclarar el horizonte de la «escritura del yo» como contexto para el nacimiento y desarrollo del Ensayo.

La Transición de la Imitación a la Invención

En el cuento «El espejo y la máscara», de El libro de arena, Borges compone una primera versión en forma de oda que declama ante su Señor. Esta versión se ajusta a las reglas del arte y a las imágenes tradicionales, a imitación de sus modelos. Sin embargo, no agrada al rey: el poema es inerte. «Todo está bien y sin embargo nada ha pasado, en los pulsos no corre más aprisa la sangre. Las manos no han buscado los arcos. Nadie ha palidecido…». Un año después, Borges regresa con otro poema muy diferente. Este no respeta las reglas («Las metáforas eran arbitrarias o así lo parecían»), no es una imitación de los modelos antiguos, sino una invención propia. Borges nos dice que «lo leyó con visible inseguridad, omitiendo ciertos pasajes, como si él mismo no los entendiera del todo o no quisiera profanarlos». Escribe el argentino: «No era la descripción de una batalla. Era la batalla». Este poema cautiva a los oyentes, «suspende, maravilla y deslumbra».

La Creación Literaria Moderna

Hemos cruzado la frontera hacia la creación literaria moderna, con la invención de una nueva realidad, tanto como textualidad como horizonte de los hechos, pero también de los modelos repetidos y de la ejercitación retórica de los topoi antiguos. Se pueden extraer muchas lecciones, pero la más evidente, y a menudo desapercibida, es que no solo ha habido una transición de la imitación a la invención, sino también de la oralidad a la escritura.

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