El Escorial: Arquitectura, Historia y Legado de Felipe II

El Monasterio de El Escorial: Obra Cumbre de Felipe II

El Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial se erige como la obra más importante de Felipe II. Consiste en un imponente edificio que alberga múltiples funciones esenciales para la monarquía y el saber de su tiempo:

• Una iglesia monumental.
• Una residencia de monjes.
• Un palacio desde el que gobernar el vasto imperio.
• El Panteón Real, lugar de descanso de los monarcas.
• Una biblioteca que contenía todo el saber de su época.

La construcción, e incluso los muebles y la decoración, fueron supervisados personalmente por el rey. Felipe II, muy interesado por las artes, buscó a los mejores artistas del momento. Las ideas del monarca supusieron un condicionamiento para los artistas, quienes tuvieron que plegarse a las demandas de su mecenas.

Concepción y Estilo Arquitectónico

El proyecto inicial fue concebido por Juan Bautista de Toledo, y fue terminado por Juan de Herrera, quien introdujo importantes cambios, simplificando el estilo inicial. Esta obra se considera el inicio del estilo conocido como Herreriano, que predominará en el primer Barroco español. A su vez, se trata de una obra que se incluye dentro del Manierismo, por sus características formales y conceptuales.

Simbolismo y Propósito

El Monasterio se construyó en memoria de la victoria en la Batalla de San Quintín, que se produjo el día de San Lorenzo. Es un centro destinado a las artes y las ciencias, un edificio sagrado y profano que une el saber religioso y el saber secular.

Diseño y Distribución de la Planta

La planta del Monasterio es un amplio rectángulo, del que sobresale el edificio de los aposentos reales. Esta disposición imita la forma de una parrilla en honor a San Lorenzo, mártir que fue quemado en una. Se relaciona también con las plantas de los hospitales italianos, por su funcionalidad y organización.

Los Patios Cuadrangulares

A la entrada se encuentran una serie de patios cuadrangulares subdivididos en cuatro partes, con un sentido muy manierista, puesto que no ocupan la zona que prolonga la entrada, sino los lados, lo que crea cierta confusión en el espectador. Es una disposición anticlásica. El más conocido es el patio de la derecha, el Patio de los Evangelistas, con una fuente en el centro a modo de templete. Los patios tienen también la función de distribuir los espacios para sus múltiples funciones.

La Iglesia: Corazón del Conjunto

La iglesia ocupa el centro del rectángulo y preside el conjunto. Tiene una planta centralizada de cruz griega. El crucero se cubre con una gran cúpula, que se eleva majestuosamente sobre el resto de la estructura.

Interior de la Iglesia

El interior presenta un presbiterio elevado, y bajo él, el Panteón Real, un espacio octogonal sobrecogedor con sus revestimientos de mármoles jaspeados. Se trata de una iglesia sobria y monumental, con bóveda de cañón con lunetos. Destaca la repetición de arcos y pilastras toscanas, que confieren un ritmo y una grandiosidad únicos.

Exterior de la Iglesia y Fachada Principal

El exterior se caracteriza por la austeridad y sobriedad del conjunto, sin ornamento superfluo. Los muros robustos y desnudos de granito son los elementos predominantes. Los elementos dinamizadores son las series repetidas de ventanas adinteladas. Un detalle manierista es la reiteración de volúmenes exteriores, que juegan con la percepción del espectador.

La fachada principal rompe la austeridad general. Presenta un pórtico amplio de dos cuerpos: el inferior con ocho columnas dóricas, y el superior con cuatro jónicas. En el nicho central se encuentra la imagen de San Lorenzo. El remate superior es un frontón, y la decoración se completa con pirámides coronadas por bolas, elementos típicos del estilo.

Cubiertas y Torres

Las cubiertas son a dos vertientes, muy inclinadas y de pizarra, rematadas con chapiteles en las torres. Hay torres en los ángulos del edificio y otras dos a los lados de la iglesia. Se observan también buhardillas, que añaden un toque distintivo al perfil del Monasterio.

Legado y Significado

El Escorial es un edificio que refleja una solemne austeridad, imagen del imperio de Felipe II: muy racional, pero al mismo tiempo profundamente simbólico. Representa un nuevo templo del saber conocido, una defensa de la pureza de la religión y un claro ejemplo del Arte de la Contrarreforma.