Escatología Cristiana: Juicio, Resurrección y Destino Eterno

Tiempo y Señales del Juicio Final

Antes del Juicio Final, se manifestarán ciertas señales:

1. El Evangelio se habrá predicado en todo el mundo.
2. Se convertirán los judíos a la fe cristiana.
3. Vendrá el Anticristo y perseguirá cruelmente a la Iglesia, y muchos cristianos apostatarán.

La Conveniencia del Juicio Universal

El Juicio Universal se realizará delante de todos por tres motivos fundamentales:

1. Para manifestar ante todo el mundo la sabiduría y justicia divinas: Admiraremos con cuánto acierto Dios gobierna todas las criaturas.

2. Para glorificar a Jesucristo: Cuánto fue escarnecido en su Pasión y después combatido por sus enemigos y despreciado por muchos malos cristianos. Todos los hombres, queriéndolo o no, lo reconocerán como el Señor del universo y Juez de sus conciencias.

3. Para gloria de los buenos y confusión de los malos: Los buenos, que tantas veces fueron despreciados en la tierra, serán glorificados a la vista de todos. Los malos se verán humillados y abatidos.

El Hecho de la Resurrección

El alma de cada hombre volverá a juntarse con el cuerpo que tuvo en la tierra. Esta verdad se fundamenta en:

1. El testimonio de la Escritura: San Juan afirma que “todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo de Dios y resucitarán; los que obraron el bien, para la vida eterna, y los que obraron el mal, para ser condenados.”

2. La enseñanza de la Iglesia: Esta doctrina ha sido consistentemente afirmada en los concilios y los símbolos de fe.

El Modo de la Resurrección

Los cuerpos de los condenados aparecerán llenos de deshonor. En contraste, los cuerpos de los justos tendrán las dotes gloriosas, que son cuatro:

1. Impasibilidad: El cuerpo no estará sujeto al sufrimiento ni a la muerte.

2. Agilidad: El cuerpo podrá trasladarse en un momento a lugares muy remotos.

3. Claridad: Estará vestido de incomparable gloria y hermosura.

4. Sutileza: Podrá penetrar a otros cuerpos.

La Muerte no es el Fin: Certezas e Incertidumbres

Sobre la muerte, sabemos que:

• Es cierto:
  • Que todos moriremos.
  • Que la muerte es castigo del pecado.
  • Que fijará nuestro destino por toda la eternidad.
• Es incierto:
  • El lugar, tiempo y modo de nuestra muerte.
  • La suerte que nos espera (en el sentido de cómo la afrontaremos o si estaremos preparados).

La Necesidad de Obrar con Rectitud

Existen varias razones que nos impulsan a obrar con rectitud:

1. La primera la da el Salvador: “Estad preparados, porque no sabéis el día ni la hora.”

2. La segunda es desprendernos de lo terreno: Solo lo eterno perdura.

3. La tercera nos la da San Pablo: “Mientras tengamos tiempo, obremos el bien.”

La Eterna Condenación en el Infierno

Son verdades de fe respecto al infierno:

• Que existe.
• Que hay en él pena de fuego.
• Que sus tormentos son eternos.
• Que van a él los que mueren en pecado mortal.

Según la Escritura, el infierno es un lugar de tormentos, un suplicio eterno, un fuego inextinguible.

Pena de Daño y Pena de Sentido

• Pena de Daño: Es la privación de la vista de Dios, considerada la más terrible.
• Pena de Sentido: Consiste en el fuego y demás tormentos que experimentarán los condenados.