Errores del Pensamiento: Falacias Lógicas y Sesgos Cognitivos

Falacias Lógicas

Las falacias son errores de razonamiento que invalidan la fuerza de un argumento. A continuación, se detallan las más comunes:

• Argumento ad hominem: Intenta rechazar una afirmación atacando a la persona que la enuncia en lugar de rebatir el argumento mismo.
• Petición de principio: Para que un razonamiento sea válido, las premisas no pueden basarse en la conclusión que se pretende demostrar.
• Argumento ad ignorantiam: Sostener que una afirmación debe ser verdadera simplemente porque nadie ha sido capaz de demostrar que sea falsa.
• Argumento ad baculum: Consiste en forzar a alguien mediante amenazas para que acepte nuestras afirmaciones.
• Argumento ad populum: Trata de convencernos de que una afirmación es cierta porque la mayor parte de la gente la acepta.
• Argumento ad verecundiam: Defender una afirmación basándose únicamente en que ha sido aceptada por una persona importante o con autoridad.
• Argumento post hoc, ergo propter hoc: Ocurre cuando decimos que B es consecuencia de A, dando por supuesto que A es la causa de B solo por su orden temporal.
• Argumento ad misericordiam: Apela a los sentimientos y las emociones de nuestros interlocutores para ganar su favor.

Sesgos Cognitivos

Los sesgos son predisposiciones psicológicas que distorsionan nuestra percepción de la realidad:

• Sesgo de atribución: Tendencia a atribuir nuestras limitaciones y errores a causas externas, mientras que solemos achacar los errores que cometen los demás a causas internas. También suele pasar cuando nos atribuimos nuestros logros a nosotros mismos y, en caso de éxitos ajenos, solemos buscar las causas en factores externos.
• Ilusión de control: Creer que podemos influir en factores que, en realidad, se escapan de nuestro control.
• Sesgo de confirmación: Tendencia a centrarnos en la información que pueda apoyar nuestras opiniones y puntos de vista. Esto sucede porque sentimos aversión a la posibilidad de estar equivocados. También minimizamos la información que contradice nuestras opiniones.
• Sesgo de anclaje: Basar nuestros juicios en la primera información que hemos recibido. Luego, si recibimos una opinión diferente a la adquirida desde un principio, nuestra perspectiva no cambiará fácilmente.
• Razonamiento emocional: Cometemos este error cuando consideramos que las emociones que sentimos ante una situación son la guía adecuada para saber cómo son las cosas en realidad.
• Sesgo de memoria: Nuestros recuerdos cambian con el tiempo; el modo en que recordamos depende de las emociones que sentimos en el presente.
• Percepción selectiva: Capacidad que tenemos para fijar nuestra actividad mental en unos determinados estímulos. Tiene lugar cuando nuestra atención está centrada en un objeto muy concreto y dejamos de apreciar otras cosas.
• Pensamiento grupal: Cuando tendemos a asumir los puntos de vista que son generalmente aceptados en el grupo al que pertenecemos. Este sesgo refleja la tendencia que nos empuja a alinear nuestras creencias con las de las demás personas.
• Experimento de Asch: El estudio del grupo de personas y la percepción de los segmentos.
• Efecto halo: Cuando cierto rasgo de una persona influye en el efecto global y la percepción que tenemos de ella.
• Sesgo del falso consenso: Sobrevalorar el grado en que los demás están de acuerdo con nuestro punto de vista.
• Visión retrospectiva: Cuando rememoramos el pasado, tendemos a pensar que los acontecimientos que sucedieron eran claramente previsibles, aunque en su momento no fuéramos capaces de adelantarnos a ellos.
• Filtro mental: Damos mucha importancia a un único detalle que termina modificando nuestra visión de la totalidad.
• Falsa correlación: Nuestra mente tiende a buscar regularidades a nuestro alrededor. Esto nos ayuda a descubrir las pautas que regulan el mundo en el que vivimos. A veces, la tendencia a encontrar estos patrones no se corresponde con los hechos.
• Ilusión de agrupamiento: Sesgo que se produce cuando nos parece haber encontrado una regularidad cuando esta no existe.
• Efecto Dunning-Kruger: Cuando una persona que tiene muy poca información sobre un tema sobrestima sus conocimientos y está convencida de que sabe mucho. Por el contrario, las personas que saben mucho son conscientes de todo lo que les queda por aprender y tienden a subestimar lo que saben.