Erosión del Suelo y Desertificación: Causas, Métodos de Evaluación y Estrategias de Control

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Erosionabilidad del Suelo

Expresa la susceptibilidad del sustrato para ser movilizado. Depende del tipo de suelo (estructura y materia orgánica en los agregados), de la pendiente y de la cobertura vegetal. Es útil para elaborar mapas de erosionabilidad a escala local. Los valores más utilizados para medirla son:

6.b Métodos de Evaluación de la Erosión

Se elaboran mapas de riesgo a partir de los factores anteriores o de ecuaciones como la USLE (Universal Soil Loss Equation), aunque también se puede evaluar mediante la observación de indicadores físicos o biológicos.

Métodos Directos

Aplicables en una zona concreta, indican con exactitud la velocidad y magnitud de la erosión. Se pueden utilizar clavos o varillas colocadas verticalmente, la comparación de perfiles topográficos en intervalos de tiempo, o la evaluación de marcas o incisiones en el terreno.

Indicadores Físicos

Evalúan el grado de erosión en función de marcas, incisiones o manchas en el terreno. Se establecen tres grados de erosión:

  • Grado 1: Erosión laminar. Remoción más o menos uniforme del horizonte superficial. Se observa en zonas desprovistas de vegetación. Suelos con poca cohesión y escasa materia orgánica. Acumulaciones de arena.
  • Grado 2: Erosión en surcos. El agua de escorrentía se concentra y abre incisiones de centímetros a decímetros que pueden sobrepasar en profundidad la capa arable. Se observa en taludes de las carreteras en forma de regueros.
  • Grado 3: Erosión en cárcavas. Las aguas de escorrentía abren surcos de metros o decámetros que progresan en profundidad y anchura. Originan los "badlands" o cárcavas. Además, otros fenómenos como: reptación, solifluxión, costras superficiales, túneles y manchas blanquecinas.

Indicadores Biológicos

Según el estado de la vegetación observada, se describen varios grados de erosión:

  • Nulo: Vegetación densa y raíces cubiertas.
  • Bajo: Vegetación aclarada, ligera exposición de raíces y pedestales de erosión junto a ellas de altura inferior a 1 cm.
  • Medio: Vegetación aclarada, raíces expuestas y pedestales de erosión de 1 a 5 cm.
  • Alto: Raíces muy expuestas, pedestales de 5 a 10 cm, regueros.
  • Muy Alto: Barrancos y cárcavas.

6.c Control y Recuperación de Zonas Erosionadas

El mejor medio es una buena ordenación del territorio que asigne a cada lugar el cultivo adecuado, con las especies de mayor cobertura y la rotación de cultivos que asegure una producción alta y sostenible.

Medidas para recuperar zonas erosionadas son:

  • Aumentar la infiltración y evitar la escorrentía.
  • Evitar el retroceso de barrancos con diques y repoblación forestal.
  • Abandono de cultivos marginales o en zonas muy pendientes y creación de pastizales estables, reforestación y cortafuegos.
  • Medidas contra la erosión eólica, creando barreras vegetales o artificiales, aumentando la cobertura vegetal, etc.

6.d Desertización

Según la Conferencia del PNUMA (Nairobi, 1977), es un proceso de degradación ecológica por el cual la tierra productiva pierde parte o todo su potencial de producción, lo que lleva a la aparición de condiciones desérticas. Para algunos autores, la desertificación es un proceso natural e inducido por actividades humanas de degradación del suelo. La desertización sería entonces el proceso social de despoblación y pérdida de recursos como consecuencia de lo anterior.

Los procesos que dan lugar a situaciones de tipo desértico son:

  • Degradación química: por lavado de nutrientes, acidificación, contaminación por metales pesados, lluvia ácida, aguas residuales, salinización o alcalinización.
  • Degradación física: con pérdida de estructura por compactación (pisoteo, maquinaria, etc.).
  • Degradación biológica: por desaparición de materia orgánica o por mineralización del humus.
  • Erosión hídrica y eólica.

Erosión y Desertización en España

Según la clasificación de Nairobi, España es el único país europeo con gran riesgo de desertización por erosión del suelo. Perdemos 1.150 toneladas/año de suelo fértil debido a prácticas agrícolas y forestales erróneas, incendios forestales, obras públicas incorrectas y minería.

Las causas naturales se deben al acusado relieve y a las fuertes pendientes, al clima mediterráneo con precipitaciones irregulares y a veces torrenciales, a la abundancia de terrenos arcillosos de difícil drenaje y a una inadecuada gestión del agua.

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