Episodios Clave de la Historia Romana: De César a Trajano y la Geografía de Plinio

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Los Oscenses y otros pueblos

Mientras tanto, los Oscenses y Calagurritanos, que habían sido incorporados con los Oscenses, envían legados hacia él y le prometen que cumplirían las órdenes. Los Tarraconenses, Jacetanos, Ausetanos y, unos pocos días después, los Ilergetes, que habitan cerca del Ebro, le siguen. Pide a todos estos que le ayuden con trigo.

Tras vencer las guerras civiles

Desde allí César, terminadas las guerras civiles de todo el mundo, empezó a actuar con insolencia y en contra de la acostumbrada libertad romana. Al hacer las cosas más tiránicas, fue tramada una conspiración en su contra por 60 o más senadores y caballeros romanos. Así pues, César, al haber acudido a la curia un día de reunión, fue asesinado.

Tras divorciarse de Octavia

Antonio, repudiada la hermana de Octavio, se casó con Cleopatra, la reina de Egipto. Fue vencido por Augusto en una famosa y célebre batalla naval junto a Accio, lugar que está en el Epiro. Desde allí huyó hacia Egipto y, perdida toda esperanza, al pasarse todos sus apoyos a Augusto, él mismo se suicidó. Cleopatra se acercó un áspid y se mató con su veneno.

Augusto hizo conocer el nombre romano

Los Escitas y los Indios, para los que antes el nombre de los romanos había sido desconocido, le enviaron regalos y legados. Tanto le quisieron los bárbaros que los reyes aliados del pueblo romano fundaron ciudades en su honor, a las cuales llamaron Cesarea, como en Mauritania la que tenía el rey Juba y en Palestina, la que es ahora una ciudad famosísima.

Tiberio, sucesor de Augusto

Tiberio gobernó el imperio con gran desidia, grave crueldad, con impía avaricia y vergonzosa lascivia. Pues nunca él personalmente luchó; llevó a cabo las guerras a través de sus legados. Este, a los 23 años de su gobierno, con 78 años de edad, murió con gran alegría de todos en Campania.

Calígula fue todavía más depravado

Le sucedió Calígula, el más criminal y funesto, y que incluso llegó a justificar los deshonores de Tiberio. Emprendió la guerra contra los germanos y, después de entrar en Suevia, no hizo nada valiente. Mantuvo relaciones incestuosas con sus hermanas, incluso concibió de una hija. Al enfurecerse contra todos con gran avaricia, lascivia y crueldad, fue asesinado en palacio con 29 años de edad.

Un emperador mediocre: Claudio

Después de este, reinó Claudio, tío de Calígula. Este gobernó con mediocridad, gestionando muchas cosas con tranquilidad y moderación, otras con crueldad y estupidez. Hizo la guerra en Britania, a la cual ninguno de los romanos había llegado después de César y, tras conquistarla por medio de Gneo Sencio y Aulo Plaucio, ilustres y nobles varones, celebró un famoso triunfo.

Un pésimo emperador: Nerón

Le sucedió Nerón a Claudio, el cual deformó y empobreció el imperio romano. Asesinó a gran parte del senado, fue enemigo de los hombres buenos. Finalmente, se prostituyó con tanta desvergüenza que bailaba y cantaba en escena con un vestido de citaredo o de actor trágico. Incendió la ciudad de Roma para poder contemplar la reproducción de su espectáculo, tal como en otro tiempo había ardido Troya cuando fue tomada.

El Imperio Romano se expande

Le sucedió Ulpio Trajano, nacido en Itálica, en Hispania, en una familia antigua más que ilustre. Extendió las fronteras a lo largo y a lo ancho del imperio romano, el cual después de Augusto había sido defendido más que ampliado. Reconstruyó ciudades más allá del Rin en Germania. Sometió la Dacia, vencido Decébalo; fue creada una provincia más allá del Danubio en estos territorios.

Trajano se convierte en referente

Tan grato recuerdo dejó que hasta en nuestros tiempos, en el Senado, no se aclama a los príncipes de otra manera, sino: «¡Más afortunado que Augusto, mejor que Trajano!». Hasta tal punto prevaleció en él la fama de la bondad que proporcionó a los aduladores o a los que lo alaban verdaderamente una ocasión de brillantísimo ejemplo.

Plinio describe la división del mundo

Todo el orbe de la tierra se divide en tres partes: Europa, Asia y África. El punto de partida es el poniente y el estrecho de Gades, por el cual el Océano Atlántico, irrumpiendo, se extiende hacia nuestros mares. A la derecha según se entra está África, a la izquierda Europa, entre estas Asia. Los límites son los ríos Tanais (Don) y Nilo.

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