El Épico Retorno de Ulises: Aventuras y Pruebas en la Odisea
Enviado por Chuletator online y clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 5,12 KB
El Periplo de Ulises: Pruebas y Retorno a Ítaca
Las Aventuras Tras Troya
La Isla de Eolo y los Vientos
Se relata la permanencia de Ulises y sus compañeros en la isla flotante de Eolo durante un mes entero. Como regalo, este dios le entregó un odre que contenía encerrados los vientos adversos, capaces de dificultar y retrasar su viaje de regreso a casa. Sin embargo, a los nueve días de navegación, cuando ya se avistaba la tierra de Ítaca, los compañeros de Ulises abrieron el odre mientras el héroe dormía. La nave, empujada fuertemente por los vientos liberados, regresó más allá de la isla fantástica de la que habían partido.
Los Lestrigones
A este episodio sigue el de los lestrigones —una variante del de los cíclopes— que, funcionalmente, enriquece la narración al presentar la destrucción de casi toda la flota de Ulises, salvo su propia nave, aplastadas por las rocas que lanzaban aquellos gigantescos seres desde los acantilados.
Circe en la Isla de Eea
Solo con su nave, llega luego a la isla de Eea, donde se encuentra con la hechicera Circe y experimenta sus poderes mágicos. Al final de este episodio, la maga le comunica que debe viajar al mundo de los muertos para consultar al otrora famoso adivino Tiresias.
La Evocación de los Muertos (Nekuia)
A continuación, se narra la Nekuia o 'evocación de los muertos', que detalla el viaje de Ulises al inframundo. Allí se encuentra con Tiresias, con su propia madre, Anticlea, y con antiguos compañeros de armas.
Regreso a Eea y Nuevas Advertencias
Posteriormente, el héroe relata su regreso, junto a sus compañeros, a la morada de Circe. La maga le ofrece predicciones y advertencias para el resto de su viaje y, finalmente, parten.
Las Sirenas y la Isla del Sol (Trinacria)
Después, Ulises narra su peligrosa travesía cerca de las Sirenas y su nocivo y engañoso canto. Luego describe la llegada a la isla Trinacria y el sacrilegio que cometen sus compañeros al sacrificar los rebaños sagrados del dios Sol (Helios). Como castigo, el enojado Zeus levanta una terrible tempestad que destruye la nave y causa la muerte de todos sus compañeros.
Calipso en Ogigia
Ulises sobrevive aferrado a los restos del naufragio. Juguete de las olas, fue arrojado, tras nueve días de duras pruebas y penosas adversidades, a las costas de la isla Ogigia. Allí fue huésped —y prisionero— de la ninfa Calipso durante siete largos años.
El Regreso y la Venganza en Ítaca
Llegada a Ítaca y Encuentro con Atenea
A partir de este punto, la Odisea toma un nuevo rumbo: finalizan los viajes del protagonista. Ulises abandona el país del rey Alcínoo y, mediante una navegación nocturna y mágica facilitada por los feacios, llega por fin a Ítaca. Allí, Ulises se entrevista con la diosa Atenea, quien se le acerca bajo la apariencia de un pastor; él, precavido, también oculta su verdadera identidad inicialmente.
Hospitalidad de Eumeo y Reencuentro con Telémaco
A continuación, el fiel porquerizo Eumeo lo acoge hospitalariamente en su cabaña, sin reconocer a su amo bajo su disfraz de mendigo. Poco después, Telémaco desembarca en Ítaca tras su propio viaje en busca de noticias de su padre y se dirige a la cabaña de Eumeo. Allí, este le presenta a su huésped. Aprovechando la ausencia momentánea del porquero, Ulises se revela ante su hijo Telémaco gracias a la intervención de Atenea. Seguidamente, padre e hijo conciertan un plan de acción contra los arrogantes pretendientes que infestan el palacio.
Ulises en el Palacio y la Venganza
Llega entonces el día de la venganza. Ulises, aún disfrazado de mendigo, se dirige a su propio palacio. Allí es objeto de burlas y malos tratos por parte de los pretendientes, pero también es reconocido por su viejo y fiel perro Argo, que muere a sus pies tras el emotivo reencuentro. Tras una serie de episodios que aumentan la tensión, incluyendo la prueba del arco, el poema finaliza con la climática matanza de los pretendientes a manos de Ulises y Telémaco, con la ayuda de Eumeo y Filetio. Se describe el horror de la nodriza Euriclea al contemplar a su amo cubierto de sangre, se narra el castigo de las criadas infieles que se habían aliado con los pretendientes, la purificación ritual del palacio y, finalmente, el conmovedor reconocimiento mutuo de los esposos, Ulises y Penélope, tras superar ella sus últimas dudas.