Eones y Eras: Un Recorrido por la Historia Geológica de la Tierra

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Cronología de la Historia Terrestre

Para establecer un calendario con todos los acontecimientos de la historia de la Tierra, se recurre a la escala de tiempo geológico. Su elaboración presenta cierta complejidad debido al uso coordinado de dos tipos de unidades: las geocronológicas (que representan intervalos de tiempo abstracto, como eones, eras, periodos) y las cronoestratigráficas (que representan los cuerpos de roca formados durante dichos intervalos de tiempo, como eonotemas, eratemás, sistemas).

Precámbrico

El Precámbrico es el supereón más extenso de la historia de la Tierra, abarcando desde el origen del planeta hasta el inicio del Cámbrico, hace unos 541 millones de años (Ma). Se divide en tres eones: Hádico, Arcaico y Proterozoico. Para datar estos tiempos remotos, la datación radiométrica (base de las unidades geocronológicas) es fundamental, complementándose con la cronoestratigrafía a medida que aparecen registros rocosos y fósiles más abundantes, especialmente hacia el final del Proterozoico.

Hádico

El eón Hádico transcurre desde la formación de la Tierra, hace unos 4.567 Ma, hasta hace unos 4.000 Ma. Apenas existen registros rocosos de este eón, ya que las formaciones rocosas más antiguas conocidas datan de unos 3.800 Ma (ya en el Arcaico), aunque se han encontrado circones detríticos de hasta 4.400 Ma. Se cree que la evolución terrestre temprana sería similar a la de planetas rocosos cercanos como Venus y Marte. La Tierra se formó por acreción planetesimal, lo que llevó a la fusión del planeta primigenio y a la posterior diferenciación en capas (núcleo, manto, corteza) por decantación de materiales. El enfriamiento de la capa superficial generó una corteza primitiva inestable y en continuo proceso de reciclaje debido al intenso bombardeo meteorítico y la alta actividad volcánica.

Arcaico

El eón Arcaico se extiende desde los 4.000 Ma hasta los 2.500 Ma.

Geología

Las rocas más antiguas conocidas se encuentran en los cratones, que son núcleos continentales muy antiguos y estables que no han sido significativamente afectados por la tectónica de placas posterior. Estas rocas formarán parte de los escudos y plataformas que constituyen los continentes actuales. Se forman las primeras masas continentales de tamaño reducido (protocontinentes).

Vida

En rocas muy antiguas del Arcaico se encuentran los primeros indicios de vida, fósiles de formas muy sencillas como bacterias y arqueas. Destacan los primeros estromatolitos, estructuras laminares organo-sedimentarias (generalmente de carbonato cálcico) formadas por la actividad de cianobacterias fotosintéticas. Estos organismos fueron cruciales en la oxigenación paulatina de la atmósfera.

Proterozoico

El eón Proterozoico abarca desde los 2.500 Ma hasta los 541 Ma.

Geología

Las rocas proterozoicas forman parte importante de los escudos y basamentos continentales, incluyendo rocas plutónicas y metamórficas. Durante este eón, los continentes crecieron en tamaño y se produjo la formación y fragmentación de varios supercontinentes, como Rodinia y, hacia finales del eón, Pannotia.

Vida

Se encuentran abundantes restos de organismos autótrofos fotosintéticos, como las cianobacterias, que continuaron enriqueciendo la atmósfera en oxígeno. Hace unos 1.800-1.500 Ma aparecen los primeros organismos eucariotas (células con núcleo definido), probablemente mediante procesos de endosimbiosis. El desarrollo de las células eucariotas condujo posteriormente a la pluricelularidad. Los primeros animales (metazoos) eran de cuerpo blando y carecían de partes duras, por lo que solo dejaron huellas o impresiones. El primer registro fósil significativo de organismos pluricelulares complejos corresponde al final del Neoproterozoico y se denomina fauna de Ediacara (o Vendiense).

Fanerozoico

El eón Fanerozoico se extiende desde hace 541 Ma hasta la actualidad. Su nombre significa «vida visible», debido a la abundancia de fósiles de organismos macroscópicos. Se divide en tres eras: Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico.

Paleozoico

La era Paleozoica («vida antigua») comienza con la «explosión cámbrica», una rápida diversificación de la vida animal, y termina con la gran extinción masiva del Pérmico-Triásico, hace unos 251 Ma. Se divide en seis periodos (del más antiguo al más reciente): Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico.

Geología

El supercontinente Pannotia se fragmentó a principios del Paleozoico en varias masas continentales (Laurentia, Báltica, Siberia, Gondwana) que se dispersaron. Durante el resto de la era, estas masas comenzaron a colisionar, dando lugar a importantes orogenias como la Caledónica (Silúrico-Devónico) y la Hercínica o Varisca (Carbonífero-Pérmico). Estas colisiones culminaron con la formación del supercontinente Pangea a finales del Paleozoico, rodeado por el océano global Panthalassa.

Biología
Fauna Marina

Gran diversificación de invertebrados marinos con partes duras. Los trilobites son fósiles característicos del Paleozoico temprano y medio. Aparecen y se diversifican los primeros peces (agnatos, placodermos, y luego peces cartilaginosos y óseos).

Fauna Terrestre

La colonización del medio terrestre por animales ocurrió durante el Silúrico-Devónico, con los primeros artrópodos (insectos, miriápodos) y anfibios. A finales del Pérmico, los reptiles se diversificaron y adaptaron mejor al medio terrestre.

Flora

Las primeras plantas terrestres (briófitos y pteridofitos primitivos) aparecen en el Silúrico. Durante el Devónico y Carbonífero se desarrollan grandes bosques de helechos arborescentes, licopodios y equisetos. A finales del Paleozoico aparecen las primeras espermatofitas (plantas con semilla), como las gimnospermas primitivas.

Mesozoico

La era Mesozoica («vida media»), también conocida como la «Era de los Reptiles», se extiende desde la extinción del Pérmico-Triásico (251 Ma) hasta la extinción masiva del límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg), hace unos 66 Ma. Se divide en tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico.

Geología

Se caracteriza por una fuerte distensión tectónica y la fragmentación progresiva del supercontinente Pangea en Laurasia y Gondwana, y posteriormente en los continentes actuales. Hubo ausencia de grandes orogenias nuevas durante gran parte del Mesozoico, y la erosión de los relieves existentes produjo una intensa sedimentación, incluyendo extensos depósitos carbonatados en mares epicontinentales. A finales del Cretácico comienza la orogenia Alpina.

Fauna

Los reptiles son los grandes protagonistas, especialmente los dinosaurios, que dominaron los ecosistemas terrestres. También se diversificaron otros grupos de reptiles como los pterosaurios (voladores) e ictiosaurios y plesiosaurios (marinos). Aparecen los primeros mamíferos, generalmente de tamaño pequeño y hábitos discretos. Las aves evolucionaron a partir de dinosaurios terópodos durante el Jurásico.

Flora

Durante el Triásico y el Jurásico dominaron los grandes bosques de helechos, equisetos y gimnospermas (como coníferas, cícadas y ginkgos). En el Cretácico, aparecieron y se diversificaron rápidamente las angiospermas (plantas con flor), que llegaron a ser dominantes hacia el final de la era.

Clima

Generalmente se considera un clima globalmente cálido y benigno, sin casquetes polares permanentes durante gran parte de la era. Las latitudes bajas y medias presentaban un clima tropical o subtropical, mientras que las latitudes altas eran más templadas y húmedas. La fragmentación de Pangea influyó en la circulación oceánica y atmosférica. Se postula una mayor presencia de CO2 atmosférico, lo que contribuyó a un efecto invernadero acentuado.

Extinción del Final del Cretácico (Límite K-Pg)

Se produjo una desaparición brusca y masiva de numerosos grupos de animales y vegetales, tanto marinos como terrestres, incluyendo los dinosaurios no avianos, los pterosaurios, los reptiles marinos y los ammonites. Se atribuye principalmente a los cambios ambientales drásticos relacionados con el impacto de un gran meteorito contra la Tierra (cráter de Chicxulub, en la península de Yucatán), combinado posiblemente con un intenso vulcanismo (traps del Decán).

Cenozoico

La era Cenozoica («vida nueva»), también conocida como la «Era de los Mamíferos», se extiende desde la extinción masiva del límite K-Pg (hace 66 Ma) hasta la actualidad. Se divide en tres periodos: Paleógeno, Neógeno y Cuaternario.

Geología

Continuación y culminación de la orogenia Alpina, debido a la colisión de las placas Euroasiática, Africana, Arábiga e Indoaustraliana, formando cordilleras como los Alpes, Pirineos, Himalaya, Atlas, etc. Separación definitiva de Groenlandia de Norteamérica y Escandinavia, abriéndose el Atlántico Norte. Interacciones complejas entre las placas Norteamericana, Sudamericana, Pacífica y de Nazca, dando lugar a la formación de los Andes y las cordilleras del oeste de Norteamérica (Montañas Rocosas, Sierra Nevada). Formación del Mar Rojo y del sistema de Rift de África Oriental como resultado de la fragmentación continental.

Fauna
Aves

Las aves, que sobrevivieron a la extinción K-Pg, ya poblaban la Tierra en el Cretácico y experimentaron una gran diversificación durante el Cenozoico, ocupando muchos nichos ecológicos dejados por los pterosaurios y dinosaurios.

Mamíferos

Aunque aparecieron en el Mesozoico, los mamíferos experimentaron una espectacular radiación adaptativa explosiva tras la extinción de los grandes reptiles. Se desarrollaron y diversificaron los principales grupos actuales: marsupiales (especialmente en Sudamérica y Australia) y placentarios (en el resto de los continentes). La evolución de los mamíferos estuvo marcada por el aumento de tamaño, la diversificación de dietas y la adaptación a condiciones progresivamente más áridas y frías en muchas regiones, incluyendo la aparición de los primates y, finalmente, el género Homo.

Clima

El clima del Cenozoico temprano fue inicialmente cálido y húmedo, heredado del Mesozoico. Sin embargo, a lo largo de la era hubo una tendencia general al enfriamiento global y al aumento de la aridez, especialmente a partir del Eoceno-Oligoceno y de mediados del Mioceno. Durante el Pleistoceno (parte del Cuaternario), el clima se caracterizó por la alternancia de periodos glaciares (con extensos casquetes polares cubriendo el norte de Europa y América del Norte) e interglaciares más cálidos. Estos cambios climáticos se deben a una combinación de factores, entre los que destacan:

  • Cambios en los parámetros orbitales de la Tierra (ciclos de Milankovitch).
  • La distribución de continentes y océanos, influenciada por la tectónica de placas, que afecta a las corrientes oceánicas y atmosféricas.
  • Variaciones en la actividad solar.
  • Cambios en la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

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