La Entrevista en Psicología: Tipos, Fases y Técnicas
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La Entrevista
Las entrevistas se pueden producir en distintos momentos (al inicio, durante el seguimiento del tratamiento y al final). En las entrevistas se da una relación asimétrica, en la que el profesional que ofrece ayuda tiene el rol de indagar mediante preguntas relevantes, y el paciente que solicita ayuda posee el rol de responderlas.
Así, las entrevistas tendrían varias características:
- Es una conversación con un propósito y un fin.
- Implica una relación directa cara a cara, por dos partes.
- Tiene unos objetivos prefijados y conocidos por el entrevistador.
- Es una vía de comunicación bidireccional en la que existen dos canales de comunicación: verbal y no verbal.
- Es el punto de partida de la relación psicológica.
Tipos de entrevistas
Abiertas:
El papel del entrevistador es más pasivo y se permite al paciente que hable de manera libre y relajada. Se facilita la relación terapéutica y el paciente adquiere la imagen del profesional como alguien que se preocupa por escucharle. Son preguntas más generales.
Cerradas:
El entrevistador es más directivo y delimita claramente lo que quiere que el paciente le diga. Son preguntas más específicas.
Normalmente, es conveniente iniciar la entrevista con preguntas abiertas más generales y a medida que avance el diálogo cambiar a preguntas más cerradas (embudo).
En función de la edad:
Niños (hasta 11 años):
Se deben hacer preguntas específicas que faciliten la comprensión del niño. Se adquieren habilidades especiales y el conocimiento de la etapa evolutiva, siendo necesario adaptar el lenguaje al mundo del niño. También es muy importante oír a los padres, sus profesores y amigos.
Adolescentes (12-17 años):
Hay que conocer áreas problemáticas en la adolescencia y preguntar sobre ellas (amigos, drogas, estudios…). Es importante remarcar la confidencialidad de los datos y el derecho a la intimidad para aumentar la colaboración.
Adulto:
Principalmente se aborda el conocimiento del funcionamiento en diversas áreas (familiar, laboral, emocional…).
Entrevista de tercera edad:
Existen grandes diferencias inter-individuales (deterioro cognitivo, nivel cultural...). Hay que escuchar atentamente, hacer preguntas sencillas y comprensibles, y normalmente se debe ser directivo y controlar la entrevista.
Según la finalidad:
Podemos encontrar la diagnóstica (recabar información para establecer hipótesis), terapéutica (una vez comenzado el proceso de intervención), de orientación académica o laboral, e incluso de selección de personal. Dependiendo de ella el guión a utilizar será totalmente diferente.
- Entrevista inicial: primera toma de contacto con el paciente.
- Entrevista de comprobación de hipótesis: es aquella donde tratamos de corroborar una hipótesis surgida de los datos obtenido en la inicial.
- Entrevista de devolución de información: se comunica el informe al paciente.
Y por el marco teórico:
Podemos seguir un modelo más conductual haciendo hincapié en el comportamiento, sus antecedentes y consecuencias, y en variables ambientales y orgánicas. También podría abordarse una entrevista más centrada en el cliente (humanista), o un modelo más psicoanalítico.
Fases de la entrevista conductual
El comienzo de la entrevista
En primer lugar hay que dejar claro la necesidad y utilidad de la entrevista de recoger información, resaltando la necesidad de colaboración. Se debe hacer explícito el compromiso con la veracidad y confidencialidad de los datos, y explicar cómo se va a desarrollar la entrevista y los objetivos de la misma.
Indagación sobre la conducta problema
En este apartado determinaremos el tipo de problema de la persona, el motivo por el que la persona se encuentra allí. Este problema puede estar formulado de forma ambigua, con lo que es importante especificar las conductas problemas dentro del mismo. Posteriormente, es conveniente avanzar en la cuantificación, la medida de la conducta problemática (aunque va a partir de la subjetividad del paciente). También habría que indagar en los determinantes de la conducta, todo aquello que tenga relevancia para explicar la conducta (antecedentes, consecuentes, variables orgánicas… siempre y cuando estén relacionados con la conducta problema). Y también es importante indagar sobre la relevancia del problema en la vida de la persona, y el interés de la misma en cambiar y superarlo.
Tipo de problema:
Para establecer la naturaleza del problema es utilizar la técnica del embudo que hemos comentado antes. Es decir, preguntas más abiertas y generales al principio, cerrándolas más adelante. E importante, el entrevistador también ha de saber escuchar, y no solo preguntar.
Especificar la conducta del problema:
El entrevistador ha de descomponer y describir el problema en conductas (p.e. qué es lo que la persona entiende por “sentirse mal”). Se debe animar a que la persona narre detalladamente la última vez que le ocurrió el problema, exponiendo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de la misma.
Cuantificación de las conductas problema:
Una vez concretadas las conductas problema, hay que cuantificar los principales parámetros de las mismas (frecuencia, duración, intensidad…).