Entrenamiento autógeno y relajación progresiva: Técnicas y beneficios
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Historia de la Relajación
Para hablar de la relajación, debemos remontarnos al período en que algunos científicos y médicos se empezaron a ocupar del hipnotismo. A principios del siglo XVIII, un austriaco llamado Mesmer inició la verdadera historia de la hipnosis humana. Posteriormente, Sigmund Freud utilizó la hipnosis con sus pacientes, pero influenciado por resultados poco convincentes, la abandonó, siendo más tarde el precursor de una nueva corriente: el psicoanálisis. La relajación nace con este siglo y es J.H. Schultz quien se preocupa en los comienzos por las técnicas de sugestión e hipnosis.
Entrenamiento Autógeno de Schultz
Este inglés se inclina más por la autohipnosis que defendía el alemán Vogt. Contrastando estos procesos en sus pacientes, Schultz comprobó que experimentaban sensaciones de pesadez, que serían debidas al incremento de la circulación periférica originada por ese relax, y la dilatación de los vasos sanguíneos. Esta técnica, que data de 1932 aproximadamente, consta de dos ciclos: inferior y superior.
Primer Ciclo
- Está dirigido a seis determinadas cuestiones:
- Sistema muscular
- Sistema circulatorio
- Sistema músculo cardíaco
- Respiración
- Zona abdominal
- Zona cefálica (cabeza)
- Los factores previos a tener en cuenta en el desarrollo de este ciclo son:
- Sala: poco ruidosa y ligeramente iluminada
- Posición: tendido supino, cabeza ligeramente elevada, los brazos en semiflexión, las manos en pronación, los pies ligeramente hacia afuera y los ojos cerrados
- Frecuencia: dos sesiones al día
- Duración: de 3 a 6 meses
Segundo Ciclo
- Sólo dirigido a especialistas en neurosiquiatría.
- Es una forma de hipnoterapia.
Relajación Progresiva de Edmund Jacobson
Es un método educativo basado en las sensaciones propias de una contracción muscular seguida de una descontracción, que realizada progresivamente nos lleva, repercutiendo sobre el sistema nervioso central, a una actitud y a una paz psíquicas. El método es aconsejado por él mismo en una o más sesiones por día y de una hora máxima de duración. Describamos con más detalle el método:
- Sala: tranquila y de iluminación tenue
- Posición: tumbado, tendido supino, brazos y piernas separados, mirada al techo y tras esto, cerrar los ojos
- Frecuencia: de 30 minutos a 1 hora, una vez al día
- Duración: de 6 meses a 1 año