Entendiendo la Política Fiscal: Tipos y Efectos en la Economía

Política Fiscal

Es la intervención del Estado en la economía utilizando como instrumentos los Presupuestos Generales del Estado, es decir, los gastos e ingresos que se incluyen en dichos presupuestos. Por ello, a la política fiscal también se le llama política presupuestaria. La política fiscal es competencia del Gobierno de la Nación porque es el encargado de elaborar los Presupuestos Generales del Estado, es decir, de presentar el proyecto de Ley de Presupuestos ante las Cortes Generales. Recordar que, como proyecto de ley, el gobierno lo debe presentar antes del 1 de octubre de cada año ante las Cortes Generales. También las autonomías tienen competencia presupuestaria en su ámbito territorial. En este caso, quien asume la política fiscal es el Gobierno regional.

Tipos de Política Fiscal

• Política Fiscal Expansiva: Consiste en incrementar los gastos públicos y/o bajar los impuestos. Con ello se consigue que las familias dispongan de más renta y puedan aumentar el consumo de bienes, lo que, añadido al aumento del gasto público en inversiones, provoca a su vez una mayor demanda agregada de bienes en la economía. Cuanto mayor es la demanda agregada, mayor será la producción de todo tipo de bienes, lo que crea más trabajo, baja el desempleo y, por lo tanto, sube el PIB del país, aunque también puede provocarse mayor inflación. Este es el inconveniente que tiene este tipo de política fiscal: los precios pueden subir al haber más gastos en bienes y, además, puede que aumente el déficit público al reducirse los impuestos y aumentar los gastos.
• Política Fiscal Restrictiva: Consiste en reducir los gastos públicos y/o subir los impuestos. Con ello se consigue que las familias dispongan de menos renta para su consumo. Es decir, las familias consumen menos bienes, para reducir la demanda agregada y, con ello, los precios de los bienes. Este objetivo, además, se consigue con la ayuda del descenso en los gastos públicos del Estado. El inconveniente de esta política es que, al bajar la demanda agregada, puede descender el PIB del país, y con ello desciende el empleo y aumenta la tasa de paro. Otro posible beneficio de esta política es que podemos mejorar el déficit público e incluso tener superávit. Esta política se debe aplicar en la etapa de mayor crecimiento del ciclo económico.

Aplicación de la Política Fiscal

Esta política fiscal, entonces, se debe aplicar de forma anticíclica, es decir, cuando la economía crezca muy deprisa hay que frenarla con políticas restrictivas y, cuando la economía está deprimida o en recesión, hay que impulsarla con políticas fiscales expansivas. De esta forma, se consigue que los ciclos económicos sean mucho más suaves, es decir, sin grandes subidas ni bajadas.