El Enigma Submarino de 1866: La Búsqueda del Leviatán Metálico

Enviado por Programa Chuletas y clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 3,35 KB

El Enigma Submarino de 1866

Los Misteriosos Ataques Navales

Todo se remonta a 1866, un año en el que marinos de América y Europa sentían gran inquietud debido a los numerosos ataques reportados por un gran cuerpo, similar a un cetáceo, que perforaba los cascos de los buques hasta hundirlos. Tal fue el caso del Scotia, que zarpó del puerto de Liverpool con destino a las costas de Estados Unidos. Casi al llegar a su destino, el cabo Clear, a unas 300 millas, sufrió un ataque espontáneo de un cuerpo aparentemente muy sólido que, aunque no logró hundirlo, sí inundó varios compartimentos. Al llegar a su destino, con algunos días de retraso, fue llevado a revisión para determinar qué lo había atacado. Al sacarlo, se pudo apreciar que se trataba de un agujero de aproximadamente 20 metros en forma triangular, lo que despertó gran polémica entre la comunidad náutica.

La Expedición del Abraham Lincoln

Ante este incidente con el Scotia, las fuerzas navales enviaron al buque Abraham Lincoln con el mejor cuerpo de investigadores y arponeros. Pierre Aronnax, profesor adjunto del Museo de Historia Natural de París, reconocido por su libro Los misterios de las Tierras Submarinas, fue uno de los primeros invitados a esta expedición; y él mismo llevó a su fiel criado Conseil, quien insistió mucho en acompañarlo.

Otro personaje destacado en esta expedición fue el famoso arponero canadiense Ned Land, conocido en toda América por sus grandes presas y su filoso arpón.

La Búsqueda y el Encuentro

Durante varias semanas navegaron en busca del misterioso cuerpo, pero parecía en vano, ya que ni una luz se podía apreciar en el horizonte. En las pláticas nocturnas de la tripulación se comentaba que varias personas que lo habían visto de noche reportaban una estela luminosa, gran velocidad y un fuerte ataque.

Tras cuatro meses de largas jornadas de búsqueda, una noche, alrededor de las 22:00 horas, un gran grito a babor de Ned Land anunció la presencia de aquel misterioso cuerpo. Al oír el grito, todos los tripulantes, incluso los del cuerpo de máquinas, subieron a cubierta para percatarse del hecho. Durante las siguientes dos horas, el titán submarino rodeó la embarcación, lo que continuó hasta la madrugada, cuando la densa neblina cubrió la superficie e impidió la visibilidad. Por la mañana, el mar se veía un poco más claro y el cuerpo estaba aún más cerca del barco. En ese instante, Ned Land lanzó su arpón al lomo de aquel cuerpo; este, sin desistir ante el golpe fulminante, tomó un poco de impulso y atacó al buque, destrozándolo por completo y enviando a la tripulación al fondo del mar.

El Naufragio y el Descubrimiento

Pierre fue uno de los primeros en caer, siendo auxiliado por su fiel criado Conseil hasta llevarlo a una superficie estable junto con el gran arponero canadiense. Al volver en sí, Pierre se dio cuenta, junto con sus tres compañeros náufragos, de que se encontraban sobre aquel cuerpo asesino que, al parecer, era de metal y no de carne y músculos como pensaban.

En unos instantes más, se abrió una escotilla de la que salieron tres fornidos y enmascarados guardias que tomaron a los náufragos y los llevaron dentro de la nave, perdiendo así el rastro de los tres compañeros debido a la conmoción.

Entradas relacionadas: