Los Engaños de Sansón Carrasco: El Destino de Don Quijote

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Los Encuentros de Don Quijote con el Bachiller Sansón Carrasco Disfrazado

La Primera Aparición del Bachiller

Don Quijote recibió a Sansón Carrasco con mucha cortesía. Los rasgos del bachiller eran propios de una persona maliciosa, con intenciones burlescas. Le dijo a Don Quijote que su historia la había escrito un sabio moro, Cide Hamete Benengeli, y que iba a ser un libro traducido a todas las lenguas y leído por todo el mundo. Comentó que la gente se quejaba de que no se contara quién era el ladrón del rucio de Sancho, ni lo que hizo este cuando encontró los cien escudos en la maleta de Sierra Nevada. Don Quijote le preguntó sobre las hazañas suyas que aparecían en el libro. El bachiller le contestó que aparecían todas, entre ellas la que narraba la aparición de Sancho y su deseo de conseguir una ínsula y gobernar en ella.

Sancho iba sufriendo, cada vez más, la quijotización, cuidando más su estilo. En una ocasión, Sancho se durmió y dejó paciendo a su rucio junto a Rocinante. Cuando estaban quedándose dormidos, oyeron un ruido. Don Quijote vio a dos hombres que llegaban a caballo y se detuvieron allí. Don Quijote le dijo a Sancho que era un caballero andante por el ruido de sus armas. Los otros caballeros cantaron un soneto amoroso que invocaba a una mujer llamada Casildea de Vandalia, afirmando que todos los hombres la consideraban la más bella. Don Quijote, molesto, dijo que era incierto, y el caballero le llamó. Así, el Caballero del Bosque y Don Quijote hablaron de sus amores, mientras el escudero del caballero y Sancho se apartaron para dejarles hablar tranquilamente.

La Conversación de los Escuderos

Sancho y el otro escudero se contaron sus vidas, lamentándose ambos de la mísera existencia que llevaban y de la recompensa que esperaban de sus amos. Sancho dijo que esperaba una ínsula, y el otro que esperaba un canonicato. Sancho le dijo que tenía dos hijos, y el otro que iba a dejar su oficio y se iría con sus tres hijos. Tras un rato de conversación, el otro sacó vino y carne para comer. Sancho le comentó que traía buenos manjares consigo, mientras que él solo podía alimentarse de frutos e hierbas del bosque. Así, entre conversación y comida, se quedaron dormidos.

El Desafío del Caballero del Bosque

El Caballero del Bosque dijo que su amada le había pedido trabajos para ganársela (detener el movimiento de la Giralda, entre otros). Afirmó haberse enfrentado incluso con Don Quijote de la Mancha. Don Quijote quedó pasmado y le dijo que él era Don Quijote, y que pudo ser que alguno de sus encantadores tomase su figura para quitarle la fama. El Caballero del Bosque le retó, y acordaron que el perdedor quedaría a las órdenes del otro. Se fueron a avisar a sus escuderos para que preparasen sus caballos. Sancho y el otro escudero también habían de pelear. Ambos buscaron la manera de encolerizarse. Sancho y Don Quijote se asombraron de la enorme nariz, llena de verrugas, del escudero del Bosque.

En el combate, Don Quijote derribó al caballero y, al destaparle la cara, quedó sorprendido al descubrir a Sansón Carrasco. Después, se acercó el escudero sin la nariz, que era postiza y no tan fea, y resultó ser un amigo de Sancho: Tomé Cecial, quien fue engañado por Sansón Carrasco. Don Quijote insistió en que todo era un encantamiento. Cuando el bachiller volvió en sí, Don Quijote le exigió que fuera a Toboso; además, le hizo confesar que Dulcinea era la más bella y que aquel que venció no era Don Quijote, sino alguien parecido. Así, el Caballero de los Espejos y su escudero se retiraron, y Don Quijote y Sancho siguieron su camino hacia Zaragoza.

La Derrota Final: El Caballero de la Blanca Luna

Un caballero muy bien armado desafió a Don Quijote, y quedó acordado que si aquel salía vencedor, el hidalgo volvería a su aldea, retirándose por un año de sus aventuras. El hidalgo aceptó el reto, encomendándose a su señora Dulcinea del Toboso, pero, desafortunadamente, el Caballero de la Blanca Luna salió vencedor.

Obligado por Don Antonio Moreno, el Caballero de la Blanca Luna le reveló que era Sansón Carrasco y que había luchado contra Don Quijote para lograr que volviera al pueblo y se curase de su locura. Esta derrota había sumido al hidalgo en una profunda tristeza y melancolía.

Nota: El Caballero del Bosque es también conocido como el Caballero de la Selva, el Caballero de los Espejos y el Caballero de la Blanca Luna.

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