Enfermedades Respiratorias: Bronquitis, Neumonía y Tuberculosis

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Bronquitis

La bronquitis es la inflamación del árbol traqueobronquial, generalmente causada por una infección y suele ser consecuencia de una infección de las vías altas. Se distingue entre:

Bronquitis Aguda

Es de origen infeccioso y de corta duración. Existen factores que la predisponen como el frío, la fatiga, la malnutrición y la exposición a gases contaminantes. El epitelio bronquial se altera y se produce un aumento de líquidos en el árbol bronquial. La bronquitis aguda se inicia con tos no productiva y, con el tiempo, se presenta tos productiva con mucosidad, a veces sanguinolenta. Si el moco es de color amarillo y existe fiebre, lo más seguro es que la infección sea bacteriana. Otros síntomas son los pitidos o sibilancias. En la auscultación se oye un burbujeo, también hay disnea y malestar general con dolores de cuerpo.

Bronquitis Crónica

Es de larga duración y con frecuentes recidivas. Es una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Además de los síntomas de la bronquitis aguda, en la crónica tenemos hinchazón de tobillos, pies y piernas, y coloración azulada de los labios. Otra sintomatología es que son muy propensos a tener infecciones como los resfriados y la gripe.

Tratamiento de la Bronquitis

El tratamiento incluye reposo si hay fiebre, antitusígenos si hay tos y antibióticos si hay infección bacteriana. Además, se pueden usar broncodilatadores y corticoides.

Neumonía

La neumonía es una inflamación del tracto respiratorio inferior. Puede estar causada por bacterias, virus y hongos. Dentro de las bacterias, el neumococo es una de las más frecuentes. Dentro de los virus tenemos el virus sincitial respiratorio y los adenovirus, influenza, etc. De los hongos hablamos del Candida.

Neumonías Atípicas

Existen las neumonías atípicas que son las producidas por las bacterias Legionella, Mycoplasma y Chlamydia, todas con el apellido pneumoniae. Se denominan así porque la sintomatología de la neumonía no es la clásica. Se denominan atípicas porque los cuadros clínicos son diferentes a las demás neumonías.

Clasificación de las Neumonías

Podemos clasificar las neumonías según:

  • El agente causal: víricas, neumológicas, etc.
  • La localización anatomopatológica: bronconeumonía, neumonía intersticial, etc.
  • La reacción del huésped: neumonía supurada o fibrinosa.
  • El lugar de adquisición: intrahospitalaria y extrahospitalaria.

Clínica de la Neumonía

La clínica de la neumonía generalmente está precedida por un cuadro de gripe o catarro común al que sigue tos que puede tener expectoración mucopurulenta y, a veces, puede contener sangre. El dolor suele ser torácico con características pleuríticas que aumenta con la respiración profunda y con la tos. Existe también taquipnea y disnea. Además, se produce taquicardia y baja presión arterial, y otros síntomas como dolor de cabeza, piel sudorosa y húmeda, falta de apetito, cansancio, cianosis, náuseas, vómitos, dolores articulares, etc.

Tratamiento de la Neumonía

El tratamiento incluye antibióticos si es bacteriana y terapia de soporte si hay compromiso o fallo respiratorio. La eliminación de las secreciones traqueobronquiales es importante para tener las vías aéreas libres.

Tuberculosis

La tuberculosis es una infección bacteriana crónica causada por el Mycobacterium tuberculosis. Se transmite por el aire y es muy contagiosa. La transmiten personas con la enfermedad en fase activa a través de las partículas que se desprenden en la tos, el estornudo, al hablar, al escupir, etc.

Lesiones de la Tuberculosis

Las lesiones de la tuberculosis son inflamatorias y se denominan tubérculos, que se desarrollan alrededor de las colonias de los bacilos tuberculosos produciendo los siguientes síntomas: tos no productiva, dolor torácico, pérdida de peso, astenia, sudores nocturnos, etc. A medida que avanza la enfermedad se dificulta la respiración con disnea y puede haber hemorragia pulmonar.

Si se afectan grandes áreas del pulmón y se destruye mucho tejido pulmonar, se producen cicatrices que disminuyen el volumen respiratorio del pulmón, produciendo una enfermedad pulmonar restrictiva.

La tuberculosis puede afectar a otros órganos y sistemas como el sistema linfático, el tejido óseo, etc.

Tratamiento de la Tuberculosis

El tratamiento es con combinaciones de fármacos que se denominan, en este caso, antituberculosos y durante mucho tiempo, seis meses o más de tratamiento.

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