El Eje del Tiempo: Una Aventura a Través de los Milenios
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Capítulo 1: El Eje del Presente
Año 997. Míchel y Mattius van en busca de Aquitania y de la tumba de Carlomagno, que es donde el monje cree que se encuentra el eje del presente. Van pasando aventuras por distintos pueblos y ciudades en los cuales van conociendo gente y recaudando dinero con las actuaciones del juglar.
Por fin, y con la ayuda de Jacques, consiguen llegar al palacio de Aquitania, conocen al Capellán y tienen su primer encuentro con García Núñez, el jefe de la cofradía de los Tres Ojos y el Anticristo. El Capellán es asesinado por la cofradía. Como Míchel suponía, el eje se encontraba en la tumba de Carlomagno, este se encontraba intacto, como si los años no hubiesen pasado por él. Al cogerlo de su pecho, Carlomagno se descompone a velocidad de vértigo hasta quedar convertido en polvo.
Capítulo 2: El Eje del Futuro
Año 998. Según los pergaminos de Míchel, el eje del futuro estaba en un lugar perdido de la Tierra. Mattius pensó que sería en Finisterre, en Santiago de Compostela. Por el camino de peregrinación hasta Santiago, en una posada, encuentran a una joven llamada Lucía que quiere ser juglaresa. Mattius no quiere que los acompañe porque es un peso y las juglaresas tienen mala reputación, y acaban tomándolas por prostitutas.
De camino a Santiago se encuentran con la cofradía de los Tres Ojos, que de nuevo intenta detenerles, pero gracias a la abuela de Lucía, una *meiga* de gran poder, consiguen seguir hacia su objetivo.
Una vez en Santiago, que había sido saqueada por los moros, intentan conseguir la mayor información posible de una ermita perdida a lo largo de Finisterre. Durante tres meses ayudan a reconstruir Santiago. Con la ayuda de juglares del gremio, compañeros de Mattius, y de Lucía, que sabía dónde estaba esa ermita ya que su abuelo había sido pescador, siguen su camino hacia el eje del futuro. Por fin, una vez en la ermita y bajo un pedestal, se encontraba el eje del futuro. A la salida de la ermita se encontraron con la cofradía, a la que de nuevo consiguieron derrotar, aunque también perdieron a un juglar.
Capítulo 3: El Eje del Pasado
Ya estaban viajando hacia Britania Míchel, Mattius y Lucía, donde creían que estaba el eje del pasado. A bordo se encuentran a Alinor, la esposa de un noble normando. Una vez allí, Míchel se va a ver al arzobispo de Winchester, Mattius a las tabernas a aprender el idioma cuanto antes y Lucía se había hecho sirvienta de Alinor para ganar un poco de dinero. Alinor se inventa una trama para meter a Mattius en los calabozos porque la dama normanda era la cabecilla de la cofradía de los Tres Ojos y había seguido a los tres muchachos hasta aquí porque no sabía dónde se encontraba el tercer eje, el eje del pasado.
Encarcelan a Mattius y a Míchel, pero Lucía consigue escapar con el saquillo que lleva los dos ejes y se va en busca del tercer eje. Cabalga durante dos días por el medio del bosque hasta que se encuentra con el último druida existente. Este le da información sobre el círculo de los druidas, donde se encuentra el eje del pasado.
Lucía se introduce en el bosque y a las horas llega al círculo de los druidas. Excavó al lado de una piedra plana y topó con una cajita de madera, y en su interior se encontraba el tercer eje. Puso los tres sobre la piedra, los tres brillaban. Alinor llegó donde ella estaba y le arrebató los tres ejes. Al poco rato llegó García y mató a Alinor y al caballero que le acompañaba. Mattius, Míchel y Sirius, el perro del primero, se abalanzaron sobre García y acabaron con él. Los tres muchachos se colocaron frente a los tres ejes que estaban sobre la piedra y cogieron uno cada uno, cerraron los ojos y una voz dijo: "He llegado, estoy aquí; ¿qué queréis?".
"Queremos que la rueda del tiempo siga girando", ya que si el hombre la está desperdiciando.
De pronto, millones de imágenes del presente, del pasado y del futuro, y de cada rincón de la tierra, fueron proyectadas en sus mentes, y vieron el hambre, la pobreza, también la riqueza y la felicidad; los inventos del futuro, las máquinas más eficaces… y Míchel vio el nacimiento de un hijo entre Mattius y Lucía…
El espíritu del tiempo dijo: "Veis como el mundo está viejo, debe morir, aunque deje mil años más de vida el hombre se destruirá él solo…". Míchel le hizo ver al espíritu del tiempo las imágenes más felices, un nacimiento, una meta conseguida, el amor entre amigos, esposos, hermanos, padres e hijos… El espíritu dijo a Míchel: "¿Sigues confiando en el hombre después de estas imágenes?". "Sí", contestó Míchel.
"Para que haya un nuevo milenio debéis darme algo a cambio". Antes de que Mattius o Lucía dijeran algo, Míchel se adelantó y dijo: "Mi vida, entrego mi vida para que se pueda vivir mil años más…". Míchel vio una luz blanca muy brillante y sintió un extraño dolor dentro de sí, y se esforzó por soportarlo y seguir adelante. De pronto todo acabó.
Mattius y Lucía enterraron a Míchel junto al eje del presente para que su cuerpo se mantuviese intacto como el de Carlomagno. Lucía, Mattius y Sirius marcharon al gremio de juglares a contar toda su aventura.