Egipto Eterno: Civilización, Arte y Arquitectura a Orillas del Nilo

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Egipto: Cuna de una Civilización Milenaria

Egipto es un inmenso oasis a lo largo del valle del Nilo. Situado entre dos desiertos, solo es cultivable en una franja de unos 10 kilómetros. Está dividido en dos partes: el Delta (también conocido como Fayum o Bajo Egipto) y el valle (Alto Egipto).

En esencia, Egipto generó una cultura profundamente dependiente del río, lo que desarrolló predisposiciones ideológicas y formas artísticas concretas:

  • El río proporciona fertilidad a la tierra desértica. Esa lucha constante entre el desierto y la tierra fértil predispuso al ser humano a una forma de pensar la vida como un perpetuo recomenzar.
  • Su especial orografía y condición climática (el encajonamiento del valle entre dos cordilleras desérticas, el clima seco, los cielos intensamente azules, el sol abrumador) propiciaron el desarrollo de una sensación óptica particular y una específica forma de concebir el espacio y la monumentalidad.
  • Su modo de vida agrario, ligado a los ciclos de inundación del Nilo, contribuyó a mantener una predisposición hacia lo geométrico y las líneas rectas en su arte y arquitectura.
  • Su familiarización con la naturaleza circundante (flora y fauna del Nilo) generó también un rico y particular mundo temático para sus representaciones artísticas.
  • La producción de su subsuelo ofreció abundantes materiales para el arte y la construcción: diversas rocas como el pórfido, el granito, la diorita, la caliza y la arenisca, entre otros.

Arquitectura Egipcia

Características Generales

La arquitectura egipcia es predominantemente arquitrabada (basada en el uso de dinteles horizontales sobre soportes verticales). Los monumentos se construían con sillares (bloques de piedra labrada de forma geométrica, perfectamente escuadrados) y se caracterizaban por sus dimensiones colosales, buscando transmitir una idea de eternidad y poder.

Materiales Principales

Los materiales más utilizados fueron:

  • Adobe: Pieza en forma de ladrillo, hecha a base de fango (limo del Nilo) y paja, secada al sol. Con este material se construyeron las viviendas del pueblo, palacios y algunas estructuras temporales o secundarias.
  • Piedra: En las construcciones monumentales egipcias (templos y tumbas), este material fue el preferido por su durabilidad. Se utilizaba en forma de sillares y con perfiles rectilíneos (los egipcios empleaban herramientas como el cincel, la maceta, la niveleta y la escuadra de albañil). Así se generó una arquitectura arquitrabada, basada en líneas horizontales y verticales, de gran solidez y estabilidad.

Principales Creaciones Arquitectónicas

Construcciones Funerarias

La creencia en la vida después de la muerte fue fundamental en la civilización egipcia, lo que explica la monumentalidad y sofisticación de sus tumbas.

  • Mastabas

    Son consideradas las precursoras de las pirámides. Se trata de estructuras rectangulares de paredes inclinadas (troncopiramidales), revestidas de piedra o ladrillo. En el subsuelo se hallaban excavadas la cámara mortuoria (donde se depositaba el sarcófago), la capilla funeraria (para las ofrendas) y, a veces, una cámara sellada llamada serdab para alojar la estatua del difunto (ka).

  • Pirámides

    Existen de dos tipos principales: las escalonadas (como la de Zoser en Saqqara), formadas por la superposición de mastabas de tamaño decreciente sobre una planta cuadrada; y las clásicas o de caras lisas (como las de Giza), de cuatro lados triangulares isósceles que convergen en un vértice. Las pirámides formaban parte de un complejo conjunto arquitectónico que incluía templos funerarios de culto real (uno adosado a la pirámide y otro en el valle), y una avenida procesional cubierta que unía el templo del valle (cerca del río) con el templo alto y la pirámide. La construcción de una pirámide se realizaba mediante el escalonamiento sucesivo de bloques de piedra hasta el vértice; posteriormente, desde la cima se descendía colocando un revestimiento de placas de caliza pulida o granito hasta la base.

  • Hipogeos

    Son tumbas subterráneas excavadas en la roca, características de los periodos del Imperio Medio y, especialmente, del Imperio Nuevo (como las del Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas). Tenían un carácter más discreto exteriormente para evitar saqueos, y eran propias tanto de faraones como de príncipes y altos funcionarios.

Construcciones Religiosas: Templos

Los templos egipcios eran considerados la"casa del dio". Solían estar precedidos por largas avenidas procesionales flanqueadas por estatuas de esfinges (cuerpo de león y cabeza humana) o criosphinges (cuerpo de león y cabeza de carnero). Existían templos con diversas funciones: funerarios (dedicados al culto del faraón difunto), solares (consagrados al dios Ra) y de culto divino o"de acción de gracia" (dedicados a una deidad específica del panteón egipcio).

El templo canónico egipcio solía estructurarse en tres partes principales, con un acceso progresivamente más restringido a medida que se avanzaba hacia el interior:

  1. La zona exterior del recinto: Un área que rodeaba el templo propiamente dicho. Podía incluir lagos sagrados (utilizados para representaciones rituales, como los misterios de Osiris), jardines sagrados con quioscos o templetes, y diversas dependencias para los sacerdotes, artesanos y guardianes del templo.
  2. La zona pública y semipública del templo (de acceso progresivamente restringido): Se componía de:
    • Una avenida procesional que conducía a la entrada.
    • La entrada monumental, constituida por uno o varios pilonos (grandes muros trapezoidales macizos) decorados con relieves y, frecuentemente, acompañados de obeliscos y estatuas colosales del faraón dispuestas en ritmo par.
    • Un patio porticado (denominado sala hípetra por ser descubierto), rodeado de columnas. Tanto las paredes como las columnas solían estar ricamente esculpidas con relieves que narraban las "acciones salvadoras" o hazañas del dios al que estaba dedicado el templo, o las victorias del faraón. El pueblo generalmente tenía acceso hasta esta zona durante festivales.
    • La sala hipóstila: Un vasto espacio cubierto, cuyo techo era sostenido por numerosas columnas (un verdadero "bosque de columnas"). Servía como lugar de recepción para la barca sagrada que portaba la estatua del dios durante las procesiones. Estaba construida a un nivel ligeramente más elevado que el patio. Su nave central solía ser más alta y ancha, con columnas de mayor tamaño que las de las naves laterales, permitiendo la iluminación a través de claristorios. El acceso a esta sala era más restringido.
  3. El Santuario (zona interior y más sagrada): La parte más interna y sagrada del templo.
    • Comprendía diversas cámaras y dependencias, incluyendo la capilla principal (Naos) donde se custodiaba la estatua de culto del dios, generalmente dentro de un tabernáculo de piedra o madera.
    • Su acceso estaba estrictamente limitado al faraón (considerado el sumo sacerdote de todos los cultos) y, en su representación o ausencia, a los sacerdotes de más alto rango específicamente delegados para realizar los rituales diarios.

Construcciones Civiles: Palacios

Su finalidad era servir de residencia a un determinado faraón, su familia y su corte. A diferencia de templos y tumbas, los palacios raramente pasaban de padres a hijos, ya que cada faraón solía construir el suyo. De ahí su carácter de transitoriedad y el uso frecuente de materiales menos duraderos como el adobe, aunque a menudo estaban ricamente decorados con pinturas murales.

Pintura Egipcia

Características

La pintura egipcia era esencialmente muralista, recubriendo las paredes de hipogeos (tumbas), templos y palacios. También se utilizaba para decorar sarcófagos y estelas. Además, fue ampliamente usada para ilustrar papiros, siendo el ejemplo más conocido el Libro de los Muertos.

Se caracteriza por el uso de la perspectiva jerárquica (el tamaño de las figuras indica su importancia), la ley de la frontalidad (cabeza de perfil, ojo de frente, torso de frente, piernas y pies de perfil) y la ausencia de sombreado o gradaciones tonales, aplicando los colores de forma plana.

Técnicas y Colores

Se empleaban colores puros y vivos, obtenidos de pigmentos minerales naturales. La paleta básica incluía:

  • Blanco: Obtenido de la cal o el yeso.
  • Negro: Del hollín o carbón vegetal.
  • Marrones y ocres (amarillos y rojos): De los óxidos de hierro.
  • Azul: Principalmente de la frita egipcia (un pigmento sintético, considerado el primero de la historia) o del lapislázuli (más costoso).
  • Verde: De la malaquita (carbonato de cobre) o también de la frita.

Estos pigmentos se mezclaban con un aglutinante (como agua con goma arábiga, resinas vegetales, clara de huevo o cera de abejas diluida) para aplicarlos sobre una superficie previamente preparada, generalmente una capa de yeso seco (técnica del fresco seco o temple).

Escultura Egipcia

Características

La escultura egipcia, tanto exenta como en relieve, se distingue por una serie de convenciones estilísticas mantenidas durante milenios:

  • Frontalidad: Las figuras están concebidas para ser vistas principalmente de frente (ley de la frontalidad), lo que les confiere simetría y estatismo.
  • Hieratismo: Expresión de rigidez, solemnidad y majestuosidad en la pose y el gesto.
  • Ojos almendrados: A menudo con incrustaciones de otros materiales (cristal de roca, obsidiana, etc.) o perfilados con kohl para realzar la mirada.
  • Idealización e inexpresividad del rostro: Se buscaba una imagen idealizada y eterna del representado (dios, faraón o noble) más que la plasmación de emociones pasajeras o rasgos individuales fieles.
  • Rigidez de las articulaciones y posturas convencionales: Especialmente en estatuas sedentes (sentadas) o de pie (con el pie izquierdo adelantado en figuras masculinas).
  • Mirada tensa y distante: Dirigida al infinito, como símbolo de trascendencia.
  • Abundancia de relieves (bajorrelieves, altorrelieves y relieves hundidos o huecorrelieves) en templos y sepulcros, a menudo policromados, que complementaban la arquitectura y narraban escenas religiosas, históricas o de la vida cotidiana.

Una obra emblemática que resume muchas de estas características es el Escriba Sentado del Museo del Louvre, notable por su realismo contenido y la vivacidad de su mirada.

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