Educación Sexual en la Infancia: Desarrollo, Roles y Estrategias contra la Discriminación
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La Educación Sexual en la Etapa Infantil: Descubrimiento, Identificación del Propio Sexo y Construcción de Roles
1. Introducción
El tema que voy a exponer es el tema diez de Educación Infantil sobre educación sexual. Para su desarrollo parto de una idea fundamental, y es que la Educación Infantil se propone el desarrollo integral del niño, que abarca todos los aspectos de su personalidad, siendo la sexualidad uno de estos ámbitos. Así se acentúa en la actual ley 7/2010 de Educación en Castilla-La Mancha, la cual hace hincapié en la Educación en Valores. Por ello, es necesario analizar la educación sexual en la etapa infantil, y cómo el niño descubre y se identifica con el propio sexo. A continuación, describiré cómo se construyen los roles masculinos y femeninos y qué estrategias son fundamentales para evitar la discriminación de género.
2. La Normativa Legal Educativa y la Educación en Valores
A continuación, y aunque no se muestra como apartado en el índice del tema, es importante analizar la normativa legal educativa y la educación en valores para después tratar la sexualidad como uno de estos valores fundamentales. La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, el Real Decreto 1630/2006, de 29 de diciembre, que establece las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil, el Decreto 67/2007, de 29 de mayo, por el que se regula el currículo para el segundo ciclo de Educación Infantil en Castilla-La Mancha y la actual ley de Educación 7/2010, de 20 de julio, de esta comunidad, hacen mención implícita o explícita a los elementos de la educación en valores.
Los contenidos no aparecen en un área concreta, sino que quedan recogidos en todas las áreas del currículo. Más concretamente, la educación en valores constituye uno de los elementos transversales del currículo que el proyecto educativo debe recoger.
Esta educación en valores se ha de fundamentar en los siguientes principios:
- Debe ser contemplada en todos los elementos de la acción educativa.
- La educación moral y cívica es el pilar de los aspectos de la educación en valores.
- La educación en valores debe ser evaluada.
- Los equipos directivos han de favorecer un tratamiento interdisciplinar.
- Los orientadores podrán asesorar al profesorado.
- La educación en valores ha de integrarse en todas las actividades habituales.
3. La Educación Sexual en la Etapa Infantil
Conociendo de dónde parte la normativa legal de la educación para la salud, analizo la educación sexual en la etapa infantil. Definimos la sexualidad como el conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan cada sexo. En el desarrollo de la sexualidad, tiene importancia la afectividad, ya que se forma con el contacto con los demás, siendo un factor decisivo en el conocimiento y la aceptación del propio cuerpo y sexo; así la sexualidad tiene dos vertientes o dimensiones: una dimensión de conocimiento y valoración del propio cuerpo, y otra que hace referencia a asumir determinados roles sexuales. Este concepto de sexualidad, en torno a la edad infantil, lo analizan Freud y Fernández Villamarzo.
3.1. Freud y la Sexualidad Infantil
Freud habló por primera vez de sexualidad infantil, y distinguió entre dos sexos: el sexo biológico, determinado en la fecundación; y el sexo psicológico, en el que inciden factores familiares, ambientales y sociales, que marcarán la personalidad infantil y adulta.
Algunos rasgos de la sexualidad infantil según Freud, son:
- El niño es un ser sexuado desde su fecundación, y en sus primeros años de vida, va configurando su sexualidad y personalidad, ya que la sexualidad infantil es la base de la sexualidad adulta.
- Al principio, todo el cuerpo es fuente de placer para el niño, aunque a medida que madura su Sistema Nervioso Central, cobran mayor sensibilidad zonas como la boca, el ano y los genitales, que dan nombre a las etapas oral, anal y fálica, que son las principales zonas erógenas en la infancia.
- Etapa oral: en el primer año de vida; las principales acciones placenteras llegan a través de la boca.
- Etapa anal: de los dos a los tres años, unido al control de esfínteres, donde al niño le produce placer la retención y expulsión de esfínteres.
- Etapa fálica o genital: de tres a seis años; al niño le provoca placer el contacto con sus genitales.
- La sexualidad se expresa con la curiosidad, observación, manipulación, exploración y preguntas.
En la evolución de la sexualidad, destaca tres momentos:
- Prenatal: indica que junto a las bases biológicas, existe un deseo, preparación de los padres, aceptación o no del sexo del niño, y esto formará unas bases psicológicas para el niño.
- Perinatal: se refiere a que unidas las bases biológicas y psicológicas existe una aceptación familiar y del entorno, que traza una base social para descubrir seres con el mismo o distinto sexo.
- Postnatal: integra las dimensiones biológicas, psicológicas y sociales, con una acción educativa que influye en el desarrollo de la sexualidad.
Por tanto, en el desarrollo de la sexualidad son fundamentales la familia, el ambiente y la educación.
3.2. Fernández Villamarzo y la Sexualidad Infantil
Fernández Villamarzo afirma que: “la sexualidad infantil es el germen de lo que va a ser la sexualidad adolescente y adulta”. Su sexualidad dependerá de los primeros años de vida.
En su estudio distingue dos parámetros:
- Un parámetro fija unas etapas relacionadas con la fuente donde arranca la libido, las zonas erógenas, que señalan tres fases evolutivas o etapas: la oral, la anal y la fálica.
- Otro parámetro fija tres estadios o etapas teniendo en cuenta el objeto hacia el que tiende la libido.
- Estadio autoerótico: el niño toma a las distintas partes de su cuerpo como fuentes de interés, se satisface a sí mismo de forma autoerótica. Su cuerpo es la fuente de placer.
- Estadio narcisista: se toma a sí mismo como objeto de amor e interés. Su persona es la fuente de placer.
- Estadio de relación con el objeto: el niño comienza a interesarse por los padres. Los demás son la fuente de placer.
3.3. Finalidad de la Educación Sexual
Conocido el concepto de sexualidad, y dos autores que han estudiado este término, paso a analizar qué finalidad debe perseguir la educación sexual. La Educación Sexual aparece tratada como parte de la Educación para la Salud, se considera que la salud es el eje organizador o concepto general que abarca otros temas, entre los que está la Educación Sexual.
Un componente importante de la educación sexual es el referido a las relaciones entre ambos sexos y a la formación de la identidad de género, por lo que hacemos referencia al tema de la Educación para la Igualdad entre Sexos.
Así, una buena educación sexual ha de procurar desarrollar en los alumnos aspectos como conocer el propio cuerpo y el del otro, adquirir y familiarizarse con el vocabulario adecuado. Pero además, en relación con la igualdad de oportunidades entre sexos, por ejemplo, proponer favorecer las actividades relacionadas con la vida doméstica.
En definitiva, podemos decir que la finalidad de la educación sexual en infantil es ayudar a los alumnos a valorar la propia identidad sexual, respetando las diferencias sexuales y la diversidad de roles.
3.4. Actitudes Básicas y Criterios en la Educación Sexual
Para llevar a cabo esta Educación Sexual, tenemos que tener en cuenta unas actitudes básicas y criterios a desarrollar en el tramo educativo. Hay muchas razones que justifican la educación sexual en educación, porque a través de la observación, manipulación, etc. el niño la descubre; y porque dicha curiosidad debe ser potenciada por el adulto de forma precisa para que el niño no llegue a falsas conclusiones.
Pero este tratamiento no debe hacerse a través del currículo oculto, ya que existen actitudes y criterios básicos que se pueden aplicar, entre ellos:
- Responder a intereses y curiosidades de los niños con la verdad.
- Es fundamental el clima de naturalidad y confianza, favoreciendo el diálogo.
- Respecto a los juegos de carácter sexual, lo mejor es no prestar atención e intervenir en casos extremos como: cuando haya una clara diferencia de edad o nivel de desarrollo entre los menores que juegan, cuando unos menores imponen estos juegos a otros que no desean participar, cuando se presenta una obsesión continua, cuando imitan conductas sexuales adultas, cuando entrañan peligro de daño físico, si el contenido es sexista o agresivo y si van acompañadas de vocabulario indebido.
- Es importante conocer las formas de pensamiento, teorías, fantasías y mitos frecuentes en esta edad.
- Debemos favorecer la discriminación entre lo que es porque así viene dado, como los genitales, y lo que es así porque así lo requiere la sociedad, como las características de género.
- Hablar de forma positiva de la sexualidad ante cualquier respuesta.
- Y aprovechar cualquier situación para orientar y formar a los niños en una visión correcta y saludable de las relaciones humanas. Aquí es importante la implicación de las familias para conseguir un equilibrio con la escuela y favorecer la coherencia, tal y como recoge la Ley Orgánica de Educación 2/2006.
3.5. Educación Sexual y Currículo
Conocidos estos aspectos, veremos cómo se refleja la sexualidad en el currículo de Educación Infantil, en el Real Decreto 1630 que establece las enseñanzas mínimas del segundo ciclo. Educación sexual y currículo. La educación sexual y la educación para la igualdad de oportunidades entre sexos se han introducido en el currículo como elementos comunes, lo que supone trabajarlos a través de objetivos y contenidos para las distintas áreas.
Las características psicoevolutivas de los niños y niñas de esta edad aconsejan un tratamiento globalizador de los contenidos mediante centros de interés o proyectos.
Así, la educación sexual y para la igualdad de oportunidades se tratará desde un planteamiento global a través de los objetivos generales de la etapa y mediante las tres áreas de experiencia que forman el tratamiento de la misma.
Desde los objetivos generales de etapa, encontramos la educación para la igualdad en objetivos como:
- Descubrir, conocer y controlar el propio cuerpo, formando una imagen positiva y ajustada de sí mismo, valorando su identidad sexual…
- Actuar de forma autónoma en sus actividades habituales, adquiriendo seguridad afectiva y emocional.
Desde los objetivos generales de cada área, se trabaja la educación sexual de cada una de ellas:
- Área A de Conocimiento de sí mismo y autonomía personal: aceptación del propio cuerpo y el desarrollo de la identidad sexual.
- Área B de Conocimiento e interacción con el entorno: la valoración de las distintas formas de vida, en ámbitos públicos, privados o domésticos.
- Área C de Lenguajes, comunicación y representación: la comunicación entre niños mediante trabajos en equipo, utilizando lenguaje adecuado y no sexista.
También debemos evitar tabúes o conductas estereotipadas, discriminaciones, y potenciar el respeto.
4. Descubrimiento e Identificación del Propio Sexo
Un primer paso en la evolución de la sexualidad del niño es que conozca su sexo, por ello describo el descubrimiento e identificación con el propio sexo.
- Primero existe un interés por los propios órganos sexuales, por su cuerpo, sintiendo placer con el contacto con sus genitales hacia los dos años y medio.
- Después existe interés por las diferencias sexuales a partir de los tres años.
- Posteriormente, el descubrimiento del propio sexo se manifiesta mediante la curiosidad, expresión espontánea del niño que se manifiesta con:
- Exploración motriz: primera manifestación de la curiosidad del niño a medida que se produce en él la maduración de sus ejes neurológicos céfalo-caudal y próximo-distal, el niño reacciona tocando todo, y en esta búsqueda está su cuerpo. Cuando toca sus genitales experimenta placer.
- Tendencias exhibicionistas: referidas al placer que el niño experimenta al mostrar su cuerpo.
- La curiosidad por el cuerpo de los demás.
- Y la curiosidad por las relaciones entre los padres.
El descubrimiento de las diferencias sexuales va unido a la situación edípica que atraviesan las relaciones de los niños con sus padres, de los cuatro a los seis años. Los niños se unen más a las madres (complejo de Edipo) y las niñas a los padres (complejo de Electra). Se produce un falso enamoramiento debido a la envidia.
Las manifestaciones edípicas en los niños son caricias a su madre con expresión seria y protectora, afirman su virilidad con conductas posesivas entre otras. Este vínculo puede hacer chocar al padre y al hijo que ve al progenitor del mismo sexo como un rival, pero a la vez siente admiración y cariño, base para superar este momento.
Para la niña el padre es fuente de obediencia, ternura, amor y sumisión. Con la madre se vuelve desobediente, aunque tiene sentimientos de ternura y amor con ella.
5. La Construcción de Roles Masculinos y Femeninos. Tipificación Sexual
A partir de la imitación de conductas, compartir tareas u observar comportamientos, se construirán los roles. A continuación, describo la construcción de roles masculinos y femeninos. Tipificación sexual. Familia y escuela son espacios de socialización primaria y secundaria respectivamente, donde el niño capta los roles sociales en función de su sexo, donde se refuerzan y mantienen los estereotipos sexuales presentes en la cultura que son en el niño la fuerza, autonomía y la agresividad, y en la niña obediencia, ternura y afectividad.
El niño tiene que asumir su rol, determinado por los papeles que desempeñan las personas del entorno.
Aquí la escuela potencia la igualdad entre sexos, favoreciendo la realización de actividades orientadas a igualar los papeles del niño y la niña:
- Evitar tabúes o conductas estereotipadas.
- Evitar discriminaciones y favorecer el respeto.
- Presentaremos con igual importancia los papeles desempeñados por el hombre y la mujer en la familia, en la historia.
- Diversificaremos los papeles que pueden desarrollar niños y niñas, sin marcar el rol que deben desempeñar.
- Los enseñaremos a que tomen decisiones respecto a sus gustos, posibilidades y características.
- Priorizaremos los objetivos encaminados al desarrollo del autoconcepto y autoestima adecuados.
- Debemos conocer y cuidar el currículo oculto, que se refiere a todos los comportamientos que transmitimos indirectamente a los alumnos.
Todos los aspectos hay que ponerlos en conocimiento del claustro y hablarlo entre todos.
Pero no todos los centros están en las mismas condiciones de igualdad de sexos, hay zonas donde la escuela debe dar mayor respuesta para diversificar los papeles o roles asignados a cada sexo. Por tanto, voy a describir las estrategias educativas para evitar la discriminación de género.
5.1. Conceptos Básicos: Estereotipo, Prejuicio, Sexismo y Discriminación
Antes de tratar las estrategias educativas para la discriminación de género, analizamos conceptos básicos (estereotipo, prejuicio, sexismo y discriminación) según Smith y Mackie.
- Estereotipo: es una representación o impresión de un grupo social que desarrollan las personas, al asociar a un grupo características y emociones particulares. Es un fenómeno negativo que da lugar a una distorsión de la realidad ya que supone una fuerte generalización.
- Prejuicio: es la evaluación positiva o negativa de un grupo social y sus miembros.
- Sexismo: Así Smith y Mackie concretan que los prejuicios basados en el sexo constituyen el sexismo.
- Discriminación: Por otra parte, el estereotipo y el prejuicio conducen a la discriminación que es cualquier conducta positiva o negativa dirigida hacia un grupo social y sus miembros.
En la mayoría de los casos los estereotipos se aprenden de la interacción con miembros del grupo estereotipado e de la información que otras personas nos dan sobre ese grupo. Así, los principales grupos o agentes transmisores de estereotipos sexistas son la familia y la escuela.
5.2. El Papel de la Escuela en la Discriminación de Género
Por tanto, la escuela tiende a inculcar a los educandos en valores y normas sociales, paso por último a analizar el papel de la escuela en la discriminación de género.
El centro debe ser ejemplo de no discriminación, evitando el sexismo y ayudando a los niños a formar su personalidad, ayudándole a conocer sus características y limitaciones y a actuar de acuerdo a ellas.
Estas estrategias deben integrarse en el Proyecto Educativo, llegando hasta la Programación de Aula.
Las diferencias en la valoración de comportamientos considerados para uno y otro sexo, pueden corregirse con intervenciones educativas tempranas, que traten a los dos sexos con igualdad.
Destacamos algunas estrategias coeducativas:
- Plantear situaciones a las niñas, que se relacionen con el campo de experiencias de los niños y viceversa. En este caso nuestra actuación irá dirigida a considerar el grado de motivación con el que acceden a ellas y proporcionarles indicaciones detalladas de cómo realizar estas actividades sin intervenir en exceso.
- Proponer actividades a las alumnas que les permitan ser activas e independientes, y les aporten confianza en sus posibilidades.
- Proponerles tareas que desarrollen la autonomía de criterio, dándoles la posibilidad de tomar decisiones y experimentar los resultados por sí mismos, nuestra intervención se dirige a favorecer que asuman la dirección de tareas, y a que asuman tareas en solitario.
- Criticar los resultados que obtienen en sus tareas, exigiendo y valorando sus logros. Por tanto, introduciremos la autoevaluación, y los enseñaremos a detectar y corregir sus errores.
- Reforzar el autoconcepto de las niñas en cuanto al desarrollo de sus capacidades socioprofesionales, y el autoconcepto de los niños en cuanto a sus capacidades doméstico-afectivas.
- Realizar aprendizajes que diferencien su identidad sexual del papel tradicional asociado a cada sexo.
Dentro del aula, debemos dar las mismas oportunidades tanto a niños como a niñas a través de rincones y juegos.
Posteriormente llevaremos a cabo una evaluación de cómo se está evitando la discriminación por género en el aula y en todo el colegio, en cuanto al Proyecto Educativo.
Así la Ley Orgánica de Educación 2/2006, de 03 de mayo, destaca en su artículo dos entre sus fines, la educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, en la igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, y en la igualdad del trato y no discriminación de personas con discapacidad. También entre los objetivos que la LOE marca para la Educación Infantil, está conocer su propio cuerpo y el de los otros, sus posibilidades de acción y aprender a respetar las diferencias. Asimismo, esta misma ley establece en su artículo 126, que una vez constituido el Consejo Escolar, éste designará a una persona que impulse medidas educativas que fomenten la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.
6. Conclusión
Para finalizar, y a modo de síntesis, podemos exponer la siguiente conclusión. Con este tema hemos estudiado la importancia de la educación sexual en el proceso educativo de sus nuestros alumnos.
Para ello, he analizado en primer lugar, la educación sexual en la etapa infantil, y cómo el niño descubre y se identifica con el propio sexo. A continuación, he descrito cómo se construyen los roles masculinos y femeninos y qué estrategias son fundamentales para evitar la discriminación de género.
Como vemos, nos encontramos ante un tema de especial relevancia, ya que la educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos surge desde necesidades sociales a las que la escuela debe dar respuesta.
Debemos conseguir que niños y niñas tengan los mismos derechos y las mismas oportunidades, no sólo que convivan con respeto y tolerancia, sino que sepan que tienen características distintas y asimilen esto como algo natural, sin actitudes de rechazo.
El enfoque del tema es coeducativo, ya que a través del trabajo cooperativo y el conocimiento mutuo de niños y niñas, se favorecerá la igualdad y se evitará la discriminación por razón de género.
7. Bibliografía
Antes de finalizar el tema, voy a hacer una referencia a la documentación que he consultado para su elaboración. Bibliografía.
Respecto al marco pedagógico, cabe destacar las siguientes obras:
- FERNÁNDEZ VILLAMARZO, P. Origen Infantil de la sexualidad adulta: enfoque psicodinámico. Ed. Amarú. Salamanca, 1994.
- FREUD, S. Sexualidad infantil y neurosis. Ed. Alianza. Madrid, 2004.
- LÓPEZ NAVARRO, E. y MORENO, P. Educación sexual. Ed. Pirámide. Madrid, 2001.
- SMITH, E. y MACKIE, D. Psicología social. Ed. Panamérica. Madrid, 1998.
Y respecto al marco legal:
- LEY 7/2010, de 20 de julio, de educación de Castilla-La Mancha.
- DECRETO 67/2007, de 29 de mayo, por el que se establece el currículo para el segundo ciclo de Educación Infantil.
- LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN, de 6 de mayo de 2006.
- REAL DECRETO 1630/2006, de 29 de diciembre, que establece las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de Educación Infantil (EEMM).