Educación Integral: Desarrollo de la Persona en sus Dimensiones Ontológicas

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Diferencia entre Instrucción y Educación

Según Kriekemans

La instrucción se dirige principalmente a la materia que debe aprenderse y no a la persona que aprende. Mediante la instrucción se adquieren habilidades, pero eso no significa que obtengamos una persona más educada; no implica ser mejor persona.

En el término formación (conocimiento que me cambia, me transforma como persona, así como mi visión de las cosas) debe incluirse el concurso de la voluntad para decidir lo que es bueno en cada instante de la vida y llevarlo a la práctica. Así, este término será equivalente a educación.

La educación es algo más que el desarrollo de habilidades y la captación del sentido de las cosas; todo debe traducirse en actos buenos. Educar es ayudar en la tarea para que se logre escribir la mejor biografía posible, ya que en cada decisión tomada, de corto o largo alcance, vamos conformando el cuadro completo de la existencia individual.

La palabra educar proviene de dos términos:

  • Educere: criar, nutrir, amamantar, incrementar desde afuera.
  • Educare: sacar, extraer, es decir, descubrir algo que ya está, pero todavía no se ha mostrado.

Según Edith Stein

Formar es dar forma a un material para que alcance una hechura según una imagen.

El Concepto de Persona

De las definiciones que Edith Stein y Jean Mouroux realizan del ser humano, podemos extraer que la persona humana constituye una unidad que incluye tres dimensiones ontológicas: cuerpo, alma (psique) y espíritu.

La educación consiste en la integración de dichas dimensiones. Lo importante es educar a una persona en sus tres dimensiones. Mediante la educación (proceso inacabado y que dura toda la vida), hemos de procurar que instintos, temperamento, carácter, procesos mentales, sentimientos, voluntad, etc., en definitiva, todas las dimensiones de la persona, formen un conjunto armonioso.

Es tarea del educador que todas las fuerzas que constituyen a la persona, como una unidad tensa, trabajen en la misma dirección: la consecución de una vida lograda, la consecución de altas metas. Podemos hablar de educación cuando el educador alcanza el armazón personal del otro, de modo que moviliza su voluntad para que realice aquella obra personal y exclusiva que está llamado a realizar.

El verdadero educador ve posibilidades más allá de lo fáctico, sabe discernir la propensión interna de cada uno y llevarla más allá de sí mismo, como corresponde a la naturaleza humana (autotrascendencia).

Una educación que no sirva a la persona completa, sin reducirla a un cerebro capaz de aprender y almacenar información, no cumple su función esencial y no pasa de ser un simple adiestramiento.

Características de la Persona

  • Es **irrepetible** y **singular**.
  • Posee **dignidad**, más allá de sus cualidades físicas o psíquicas.
  • Es **libre**, más allá de sus condicionamientos intra y extra psíquicos.
  • Es **abierta**, **receptiva** y **relacional**.

Así, de estas características se desprende que la clave de la intervención psicoeducativa es la superación del egocentrismo.

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