Ecosistemas Vegetales de España: Flora Mediterránea, Ribereña y de Montaña

Paisaje Vegetal Mediterráneo: Adaptaciones y Formaciones

Las formaciones vegetales características del clima mediterráneo son el bosque perennifolio y el matorral. Estas formaciones xerófilas (adaptadas a la aridez) se han desarrollado para soportar la sequía estival mediante diversas estrategias, como hojas perennes y esclerófilas, y la formación de espinas.

El Bosque Perennifolio Mediterráneo

Este bosque es de mediana altura, con hoja perenne. Sus ramas forman copas amplias, permitiendo que la luz penetre con facilidad, lo que favorece un rico sotobosque. Las especies más características son la encina y el alcornoque.

• La encina es el árbol más característico y extendido del clima mediterráneo. Es resistente a la sequía y se adapta a todo tipo de suelos. Su madera se empleaba tradicionalmente para la elaboración de ruedas y carpintería, y su fruto, la bellota, para alimentar al ganado.
• El alcornoque necesita inviernos suaves, cierta humedad y suelos silíceos. Su madera se aprovechaba para la fabricación de toneles y barcos, y su corteza para la obtención de corcho. Se concentra principalmente en el suroeste peninsular, aunque también hay sectores en el sur de Andalucía, en el noroeste de Cataluña y en Castellón.
• El pino es una formación vegetal secundaria que se adapta a condiciones extremas de frío, calor, humedad y aridez, así como a suelos diversos. Se ha extendido significativamente como resultado de la intervención humana.

El Matorral Mediterráneo: Degradación y Tipos

El matorral mediterráneo no es una formación clímax, sino el resultado de la degradación del bosque por la acción humana. Presenta tres tipos característicos:

• La maquia es una formación arbustiva de más de dos metros de altura, muy densa y casi impenetrable. Sus especies principales son la jara, el brezo, el lentisco y la retama.
• La garriga está formada por arbustos y matorrales de poca altura, que dejan algunas zonas sin cubrir, donde aparece la roca. Entre sus especies destacan el tomillo, el romero y el espliego.
• La estepa está formada por hierbas bajas, mezcladas con arbustos espinosos que dejan al descubierto suelos pobres. Sus especies son el palmito, el tomillo y el espárrago. Es propia de las zonas semiáridas del sureste peninsular y del valle del Ebro.

Paisaje Vegetal de Ribera: Ecosistemas Fluviales

En las riberas de los ríos, el suelo se impregna de humedad, y su vegetación presenta rasgos diferentes a los de su entorno. La presencia constante de agua permite que solo puedan vivir allí ciertas especies, que se disponen en franjas paralelas al río.

Los bosques de ribera están formados por especies como el sauce (cuyas raíces necesitan estar en el agua), el chopo, el álamo y el fresno; y el olmo, menos exigente en humedad. Junto a los bosques crecen juncos y matorrales.

El bosque de ribera ha reducido su extensión a causa de la acción humana, como la expansión de cultivos, la urbanización o las canalizaciones.

Paisaje Vegetal de Montaña: Zonas Altitudinales

La vegetación de montaña se dispone en pisos con formaciones vegetales distintas, en función de la altura y de la orientación (barlovento/sotavento, solana/umbría).

La Montaña Alpina (Pirineos): Pisos de Vegetación

La montaña alpina, representada por los Pirineos, tiene cuatro pisos de vegetación:

• El piso basal, hasta los 1200 metros, incluye encinas y robles.
• El piso subalpino, entre los 1200 y los 2400 metros, reúne coníferas. El sotobosque está constituido por arbustos.
• El piso alpino, entre 2400 y los 3000 metros, es el dominio del prado.
• El piso nival se sitúa por encima de los 3000 metros. La vegetación es inexistente.

Otras Montañas Peninsulares: Zonas de Vegetación

El resto de las montañas peninsulares carece de piso subalpino, presentando una distribución diferente:

• El piso basal está ocupado por el bosque propio de su clima: en la zona atlántica, caducifolio; y en la mediterránea, perennifolio en la parte baja y caducifolio a mayor altitud.
• El piso supraforestal incluye pequeños arbustos: en la zona atlántica, brezo y genista; y en la zona mediterránea, arbustos y matorrales espinosos.
• En la cima dominan los prados en la zona atlántica, y el matorral en la mediterránea.