Economía y Sociedad en el Imperio Romano: De la Pax Romana a la Crisis del Siglo III
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La Pax Romana: Prosperidad y Estructura Económica (Siglos I-II d.C.)
Durante los siglos I al II d.C., el Imperio Romano atravesó una fase de prosperidad general. La paz fue un factor favorable; el comercio entre provincias permitió la venta lejana de las producciones; se conocieron nuevos cultivos en las zonas menos desarrolladas, realizándose obras de drenaje y riego.
Concentración de la Propiedad de la Tierra
En esa época tuvo lugar un proceso de concentración de la propiedad de la tierra: los emperadores se apropiaron de tierras de príncipes vencidos; los ricos romanos siguieron estableciendo latifundios trabajados por esclavos; los lotes repartidos por César a veteranos y a familias numerosas no impidieron el avance del proceso de concentración de tierras (en el norte de África, a mediados del siglo I, seis propietarios poseían la mitad del suelo, y controlaban la distribución de semillas en la zona de Egipto, a través de los agentes imperiales que dirigían esas inmensas superficies).
Zonas Económicas y Cultivos
Las zonas económicas más importantes eran: Egipto, granero de Roma; Siria; Hispania (excelente aceite); la Galia. Los cultivos que predominaban eran el trigo, el olivo y la viña. Al no poder trabajar todas las tierras, en la mayor parte de los países la población rural no ocupaba todas las tierras cultivables y gran parte de ellas se dejaron para el ganado.
Industria y Construcción
Con relación a la Industria: tuvo lugar un gran auge de la construcción en Italia y en todas las provincias y países que fueron ocupados (se construyeron calzadas, puentes, teatros, etc.). La mano de obra estuvo formada principalmente por esclavos o condenados, y en las fronteras por soldados de las legiones. También en las minas hubo bastante actividad, y en la industria de la metalurgia se utilizaron esclavos. El promotor de las grandes obras normalmente era el Estado. La industria textil y de confección alcanzó gran variedad.
Formas de Producción
Respecto a la forma de producción, a excepción de la industria textil, la minera y ciertos trabajos públicos que reunían gran número de esclavos, la forma de producción ordinaria era artesanal, a través de los "collegia", pequeños talleres agrupados en asociaciones especializadas, con pocos trabajadores y venta directa al cliente.
Comercio
El comercio se facilitó por la seguridad en el transporte y por el crecimiento de la demanda. Los comerciantes pudieron ofrecer mercancías muy lejos de su lugar de fabricación. Pero fue mayor el desarrollo de Oriente que el de Occidente. El comercio alcanzó una expansión hasta entonces desconocida. Se dio una crisis del comercio y, como consecuencia de todo ello, la balanza comercial del Imperio era deficitaria, ya que las importaciones de lujo acarreaban exportaciones de oro, y finalmente con la crisis del siglo III cesó este tráfico ruinoso.
Población y Problemas Monetarios: El Camino hacia la Crisis del Siglo III
Además de sufrir las guerras, la población sufrió el hambre y la peste. La epidemia del año 250 duró 15 años, afectó a todas las provincias y provocó la muerte de unos 20 millones de habitantes. La penuria que sufría la mano de obra fue paralizando el cultivo de la agricultura y el desarrollo de la industria.
Problemas Monetarios y Devaluaciones
Surgieron problemas monetarios que jugaron un papel muy importante en la crisis del siglo III: la política de devaluaciones llevada a cabo por los distintos emperadores para luchar contra el déficit de la Hacienda agravó los efectos de la anarquía sobre la economía del imperio. En el año 215, Caracalla hizo una reforma monetaria introduciendo el "antonianus", pero la anarquía de los años 235 al 268 hizo inútil el esfuerzo. Diocleciano realizó otra reforma monetaria que consistió básicamente en el restablecimiento de monedas de buena aleación y buen peso.
El Edicto del Maximum
Con el Edicto del Maximum, Diocleciano intentó fijar el precio de productos alimenticios y objetos usuales: trigo, aceite, vino, carne de buey, cerdo y conejo, etc., que se distinguían por su calidad, y no según las regiones. No se podían vender más caros de lo que determinaba la ley, bajo pena de muerte para vendedor y comprador. No impidió, sin embargo, la subida de precios y el mercado negro.
Intervención Estatal y Agri Deserti
Con los emperadores Ilirios (268-337) se inició una etapa de intervención creciente en el ordenamiento de la economía para asegurar el abastecimiento de Roma, cada vez más difícil por el estado de los caminos y la despoblación de algunas provincias. El suministro de trigo (Septimio Severo añadió aceite, Aureliano continuó) se mantuvo. Los "agri deserti" (tierras abandonadas) aumentaron. El Estado recurrió a contratos para mantener la producción, obligando a los grandes propietarios a cultivar mayores superficies para evitar el éxodo de los pequeños cultivadores.