Drenajes Quirúrgicos y Sondas: Técnicas y Cuidados Postoperatorios

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Drenaje de Kehr o Tubo en T

El drenaje de Kehr o tubo en T consiste en un tubo de silicona o goma con forma de T que impide que se colapse por la presión, y es flexible, lo que reduce la posibilidad de necrosis. Mide aproximadamente 30 cm, y sus calibres oscilan entre 12 y 20 Fr, siendo los más utilizados entre 14 y 16 Fr. Su rama corta se sitúa en las vías biliares (colédoco y hepático) y la larga sale al exterior a través de una contraincisión en la pared abdominal. Se utiliza en cirugía gastroenterológica para mantener derivada la bilis y permeable el conducto.

Se sujeta a la piel mediante un punto de sutura y se conecta a un sistema estéril cerrado (bolsa recolectora o frasco) donde se recoge el líquido drenado. Esta sujeción a la piel debe permanecer durante al menos una semana, puesto que la retirada accidental precoz puede ocasionar peritonitis biliar, que puede ser mortal. Sus riesgos incluyen: infección retrógrada, pérdida accidental del drenaje por arrancamiento, y hemorragia de la pared a través del orificio de salida.

El drenaje y la bolsa recolectora deberán fijarse de manera que queden más bajos que el nivel del cuerpo del paciente y que permitan la movilidad, evitando tirones y dobleces.

La retirada del drenaje se realiza cuando cesa el volumen de bilis drenado y se comprueba la permeabilidad de las vías biliares, el correcto funcionamiento y la cicatrización del colédoco mediante una colangiografía (radiografía de las vías biliares). La tracción se hará suave y continua hasta que se doble y salga fácil. La fístula que persiste cierra espontáneamente.

Sondas Digestivas y Vesicales

Las sondas nasogástricas, nasoyeyunales y vesicales, también pueden funcionar mediante aspiración.

Tratamiento Hospitalario de Fracturas

El tratamiento hospitalario de una fractura incluye:

  1. Verificar el estado general del paciente.
  2. Cuidar las fracturas abiertas, suturas e injertos.
  3. Inmovilización y exploración clínica y radiológica.
  4. Reducción de la fractura para: recobrar la función, recobrar la alineación y la rotación.
  5. Mantener la alineación mediante métodos como: reducción cerrada, tracción o reducción abierta.
  6. Métodos para inmovilizar: fijación externa e interna.
  7. Vigilancia y rehabilitación: Vigilancia de la piel y del callo óseo, instruir en la movilización y restablecer la función después de quitar el yeso.

Manejo de la Fatiga y Rigidez

Para la fatiga secundaria a un descenso de la movilidad y rigidez, se recomienda:

  • Animar al paciente a darse un baño con agua templada por la mañana.
  • Identificar las horas de máximo agotamiento del día para planificar actividades que aumenten la conservación de energía y la productividad (periodos de descanso y actividad).
  • Enseñar los principios generales sobre conservación de energía: planificación previa, establecer prioridades, programar periodos de reposo intermitente, descansar antes de realizar tareas difíciles y detenerse antes de notar fatiga.
  • Reducir la actividad si el paciente presenta: fiebre, pérdida de peso, o aumento de los signos articulares.

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