Don Álvaro o la fuerza del sino: Un drama romántico sobre el amor, la tragedia y el destino

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*Don Álvaro o la fuerza del sino*: Estructura y significado

Los tres últimos actos, pertenecientes a la segunda parte, se desarrollan cinco años después, en otra noche. En cuanto a su estructura externa, esta obra teatral se divide en cinco jornadas, las cuales transcurren a lo largo de cinco años. Está escrita en prosa y en verso. La mayoría de las veces que los diálogos son en verso, corresponden a conversaciones o pensamientos de los personajes principales. El tipo de estrofa utilizado es muy variado: romances, redondillas, silvas, seguidillas, décimas, endechas reales, sextas rimas y romances reales.

Hay tal variedad métrica que no se puede fijar ningún tipo de estrofa para los distintos actos y personajes, excepto en el acto tercero, donde hay numerosas décimas, reflejadas en el pensamiento del protagonista. En el centro del drama, en la Escena III del Acto III, Rivas coloca la más importante declaración que hace don Álvaro: forzado por los repetidos golpes de la adversidad, expone su concepto pesimista de la vida, aludiendo a ella como a un abismo, una prisión.

El abismo y la prisión: Símbolos del Romanticismo

Esta imagen del abismo y de la prisión aparece constantemente en la literatura romántica española, al igual que en el resto de Europa, para significar la humanidad atrapada en una existencia presidida por una divinidad de injusta cólera. Al final de la obra, cuando todos los golpes de una injusticia cósmica han caído sobre el héroe, a don Álvaro no le queda otra salida que la autodestrucción y, ejercitando la única libertad que se le ha dejado, se precipita, desesperado, en el abismo.

Don Álvaro: Un símbolo de rebeldía

Don Álvaro es un símbolo de total rebeldía frente a una sociedad hostil, frente a un destino ciego e inmisericorde. Finalmente, este drama rompe con las leyes del Neoclasicismo, olvida las unidades dramáticas, mezcla la prosa y el verso, y rige la acción por los sentimientos e instintos del protagonista. Es una historia de amor infeliz, de una sociedad injusta, de una tragedia humana.

Un reflejo de la injusticia social

El mundo de don Álvaro está pintado con emociones y sentimientos internos, melancolía, tristeza; en él se entrecruzan los esfuerzos de un hombre y las oscuras fuerzas del destino. Representa también la actitud del autor contra su tiempo, donde la injusticia cósmica es el reflejo simbólico de la injusticia social. En *La fuerza del sino* es típica la característica de la libertad de creación; el autor prescinde de las tradicionales unidades de acción, tiempo y lugar, apartándose de las reglas formales existentes, mezcla lo popular con lo aristocrático, lo trágico con lo cómico, la prosa con el verso, y la profunda expresión lírica con la sencillez del lenguaje coloquial.

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