Documentos Formales y Argumentación Jurídica: Conceptos Clave
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Documentos Formales: Tipos y Finalidades
Los textos formales son herramientas fundamentales en el ámbito profesional y administrativo. Su propósito principal es dejar constancia de una situación, informar y solicitar, así como transmitir noticias o gestionar transacciones como la realización de pagos.
A continuación, se describen algunos de los documentos formales más comunes:
El Certificado
Es un documento firmado por una persona o entidad autorizada que garantiza y confirma la veracidad de un hecho o situación específica.
El Currículum Vitae (CV)
Documento que expone de manera ordenada los estudios, la formación y la experiencia laboral de una persona. Se presenta habitualmente al solicitar un puesto de trabajo para acreditar la idoneidad del candidato.
La Instancia o Solicitud
Es un escrito formal que sirve para exponer una petición ante un organismo, institución o entidad. El solicitante puede requerir, por ejemplo, ser admitido en una oposición, recibir una ayuda o pensión, o efectuar un traslado de expediente. Estructuralmente, consta de dos apartados clave: EXPONE (donde se detallan los hechos y fundamentos) y SOLICITA (donde se concreta la petición).
El Informe
Documento que describe y analiza un proceso o una situación determinada (por ejemplo, las ventas de una empresa, el estado de salud de un paciente, la conservación de un edificio o el rendimiento académico) y que, en ocasiones, propone mejoras y soluciones basadas en el análisis realizado.
El Expediente
Conjunto de documentos que recogen el historial de incidencias de una persona o que agrupan todas las gestiones y escritos correspondientes a un asunto o procedimiento concreto.
La Reclamación
Escrito que refleja la protesta de un ciudadano o consumidor ante un servicio, producto o comportamiento que considera inadecuado. Debe incluir la identificación del reclamante, una exposición clara de las razones de la reclamación y las soluciones o compensaciones que se demandan.
Fundamentos de la Argumentación y la Retórica
La capacidad de argumentar es esencial para persuadir y convencer. Los argumentos, entendidos como las razones que sustentan una postura, pueden clasificarse de la siguiente manera:
- Argumentos subjetivos: Basados en experiencias personales, opiniones o valoraciones individuales.
- Argumentos objetivos: Fundamentados en cifras, datos contrastables, estadísticas, leyes científicas, postulados teóricos, o hechos probados y observables.
Tipos de Argumentos según la Retórica Clásica
La Retórica, disciplina que estudia y sistematiza las técnicas del uso del lenguaje con fines persuasivos o estéticos, establece una clasificación de argumentos que son frecuentemente utilizados en el discurso jurídico y el debate:
- Argumento a contrario (por oposición)
- Se basa en la oposición o la diferencia. Si una norma se aplica a un caso específico, se concluye que no se aplica al caso contrario.
- Argumentum ad hominem
- Consiste en atacar o descalificar a la persona que presenta el argumento, en lugar de refutar el argumento en sí. El objetivo es minar su credibilidad ante el auditorio.
- Argumentum ad verecundiam (Argumento de autoridad)
- Se apela al prestigio o conocimiento de una persona experta, una institución o una fuente reconocida para respaldar una afirmación.
- Argumentum ad ignorantiam
- Sostiene que una afirmación es verdadera simplemente porque no se ha demostrado que sea falsa, o viceversa. Apela a la falta de conocimiento del oponente o del auditorio.
- Argumentum ad experientiam
- Se fundamenta en la exposición de una experiencia o vivencia personal como prueba.
- Argumentum ad populum
- Apela a la opinión mayoritaria, a las emociones o a los prejuicios del público. A menudo se apoya en refranes, sentencias populares y en el "sentido común".
- Argumentum ad misericordiam
- Busca la persuasión apelando a la piedad, la compasión o la bondad del interlocutor, a menudo mediante el chantaje emocional.
- Argumentum ad baculum
- Se recurre a la fuerza, la amenaza o el miedo para imponer una conclusión. Es un ultimátum o una advertencia encubierta.
- Argumento a pari (o a simili)
- Establece una analogía o semejanza, relacionando el hecho que se discute con un caso similar cuya resolución ya es conocida.
- Argumentum ad exemplum
- Utiliza un ejemplo concreto y específico para ilustrar y apoyar una afirmación general.