La Doctrina de la Trinidad y la Creación: Fundamentos de la Antropología Teológica

El Fundamento Teológico: Dios es Amor y Trinidad

Dios es amor (relación), esta es la definición que nos da la Sagrada Escritura.

El Dios que es Padre, Hijo (el Verbo) y Espíritu Santo, mantienen una relación que se denomina Trinidad (uno en esencia y tres en persona). El origen de la Trinidad es el Padre. El Hijo no es creado (creados hemos sido nosotros), sino que es engendrado por el Padre, por lo que es de la misma naturaleza. La tercera persona es el Espíritu Santo, que es el amor que existe entre el Padre y el Hijo.

Las Dos Visiones de la Trinidad

• Trinidad Inmanente

  Describe cómo Dios se vive o se conoce a sí mismo en su intimidad. Es decir, la Trinidad inmanente no la conoce nadie plenamente.

• Trinidad Económica

  La economía es el plan con el que Dios ha salvado a los hombres. A esta visión le atribuimos una serie de acciones a cada persona (Padre, Hijo y Espíritu Santo):

  • Al Padre le atribuimos la Creación.
  • Al Hijo le atribuimos la Redención (salvación).
  • Al Espíritu Santo le atribuimos la Santificación (ayudarnos).

  Entramos a formar parte de la vida divina por la tercera persona de la Trinidad.

El Pecado y la Libertad Humana

El pecado no es inherente a la naturaleza humana, sino que es consecuencia de la libertad del ser humano. Por eso, Jesucristo es igual y semejante a nosotros en todo, menos en el pecado. El pecado nos esclaviza y nos destruye.

La Creación en la Sagrada Escritura

La creación es un término teológico que afirma que Dios ha hecho este mundo y a los hombres de la nada (*Ex Nihilo*, expresión latina). Esta afirmación es una verdad religiosa que no repugna a la verdad científica.

Sobre el comienzo del mundo y de los hombres, la ciencia trabaja fundamentalmente con hipótesis (la explosión inicial y la teoría de la evolución de las especies). En estas hipótesis puede estar la intervención de Dios, y la ciencia no lo puede ni negar ni afirmar.

Los Relatos del Génesis

1. Primer relato de la creación: Gn 1, 1-2, 4a

Este relato se origina cuando el pueblo está desterrado en Babilonia. Forma parte de la tradición sacerdotal y proclama que Dios es el autor del universo, de un mundo que brota de un gesto de ternura y de amor. Este Dios creador es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Es el Dios que sale al encuentro de los hombres y los llama a formar una familia y a compartir la Tierra.

Dios aparece como un albañil que construye la casa del mundo, y cuya culminación de su obra es el hombre.

2. Segundo relato de la creación: Gn 2, 4b-25

Este relato pertenece a la tradición Yahvista. Aquí el hombre es el centro de todo el texto; se alude brevemente a la creación del mundo y se amplía la creación del hombre y la mujer.

Una de las afirmaciones más profundas del texto es que el hombre y la mujer forman una sola carne.

El Hombre Creado a Imagen de Dios

El hombre ha sido creado a imagen de Dios, y esta imagen de Dios significa:

1. Que es dueño de sí mismo (libre).
2. Tenemos la capacidad de entregarnos (podemos entregarnos a una buena causa o no).
3. El hombre puede decidir, es decir, el hombre es libre.
4. El hombre es capaz de amar.

Todo esto está en el corazón de Dios.

Las Cuatro Relaciones Fundamentales

Al ser imagen de Dios, el hombre adquiere su destino, que se establece en torno a cuatro relaciones fundamentales:

1. Con Dios

Toda la vida del hombre es una pregunta y una búsqueda de Dios; esto constituye su grandeza y su **dignidad**.

2. Con los demás

El hombre no es un ser solitario. Dios nos creó al hombre y la mujer, y ambos tenemos la misma condición y dignidad. La alianza entre el hombre y la mujer es, en la Biblia, imagen de la alianza entre Dios y los hombres.

3. Con la naturaleza

El hombre dio nombre a las cosas y a los animales, reconociéndolas en lo que son y expresando así su dominio. Dominar no significa explotar (a los animales) de una manera egoísta o arbitraria, sino que significa administrar, no dominar.

4. Con uno mismo

Los hombres poseemos interioridad. Si no sabemos qué ocurre dentro de nosotros, es muy difícil que podamos conocer a los otros o a nosotros mismos (no hay vida interior sin el silencio, la experiencia del silencio).

La categoría fundamental es la persona, que tiene capacidad de relación y una llamada al amor.