División Sexual del Trabajo: Evolución y Desigualdades de Género en el Ámbito Laboral
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División Sexual del Trabajo
Durante mucho tiempo, la sociología del trabajo se centró en el varón obrero industrial, que, por otra parte, era también en quien se centraban los sindicatos, desatendiendo en sus inicios a las mujeres e incluso a obreros varones de otros sindicatos. Así, recientemente se empieza a entender que las relaciones laborales no son asexuadas; a la hora de entender cómo funciona el mercado de trabajo, hay que entender cómo influye el género de cada persona. Desde finales de los años 70 y principios de los 80, proliferan los estudios que están centrados en la perspectiva del género.
La antropología es la primera ciencia en interesarse en la división sexual del trabajo. Mead comprobó que el fenómeno de la división sexual del trabajo es universal, pero es tal la diferencia y la variedad de matices entre las diferentes sociedades.
Se considera que es algo que las mujeres realizan "naturalmente". También está extendida la idea que establece que las mujeres están "naturalmente cualificadas para el trabajo descualificado". Por su parte, el hombre ha estado siempre inserto en el mercado de trabajo; el trabajo del varón no se considera natural y se enfoca a la producción de mercancías y no bienes de uso, como en el trabajo doméstico.
Etapas de la Industrialización y la Situación de la Mujer
- Proletarización: En este periodo, trabaja toda la familia, niños y mujeres incluidos.
- Homogeneización: En esta segunda fase, a partir del siglo XIX, las mujeres quedan relegadas al ámbito doméstico.
- Segmentación: En esta etapa, las mujeres salen de casa y lo hacen con peores condiciones en comparación con los hombres; retornan a los peores trabajos y las peores condiciones laborales.
Enfoques sobre el Trabajo Doméstico
- Trabajo doméstico y reproducción: El sistema de producción capitalista necesita el trabajo doméstico para su correcto funcionamiento, trabajo que, además, no es pagado.
- Trabajo doméstico y tensiones: Este enfoque propone que el trabajo doméstico viene a suavizar las tensiones que se generan en el ámbito de la producción.
Durante mucho tiempo, se habló de fijar la remuneración del trabajo doméstico a las amas de casa por parte del Estado.
Desigualdades de Género en el Ámbito Laboral
Hay desigualdades tanto respecto a los hombres como entre las propias mujeres, siendo más notorias entre las mujeres que entre los hombres, y esto es así por la polarización de las condiciones laborales de las mujeres. Las principales son:
- Se ve el trabajo asalariado de las mujeres como una extensión del trabajo doméstico.
- La mujer tiende a tener mayor importancia en el sector público.
- Otra desigualdad es la segregación vertical, que hace que en los puestos de mando haya menos mujeres, incluso en aquellos sectores laborales mayoritariamente copados por las mujeres.
- Cuando una profesión se feminiza, pierde prestigio; por contra, cuando se masculiniza, lo gana.
- La mayoría de las mujeres tienen contratos temporales y a jornada parcial; además, se ven sometidas a la economía sumergida.
- Y, por último, la desigualdad en los salarios entre hombres y mujeres.
Desde mediados de los años 70, en esta fase vemos cómo el capitalismo se vuelve flexible y vemos en este capitalismo flexible cómo se incorporan las mujeres al mercado laboral.