El Diseño Gráfico Polaco: Cartelistas que Definieron una Era
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El Diseño Gráfico Polaco de Posguerra
Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos diseñadores creyeron que no era suficiente que las imágenes transmitieran información, sino que pensaban que debían transmitir también ideas y conceptos. En esos momentos, los que se dedicaban al diseño gráfico reconocían claramente su inspiración en los ismos de las vanguardias. A esta tendencia, que los historiadores han denominado de imagen conceptual (en Polonia triunfó), se vincularon países que, por problemas políticos, tenían que utilizar las imágenes como metáfora de conceptos u opiniones.
La Escuela Polaca de Cartelistas
En 1939, Hitler invadió Polonia y poco después llegaron las tropas de Rusia. El territorio polaco se convirtió en el centro de destrucción y violencia; salió de la guerra con una población diezmada, una industria devastada, una agricultura inexistente y la capital, Varsovia, prácticamente había desaparecido. La cultura, el arte y el diseño también se vieron afectados.
El cartel se convirtió en fuente de identidad nacional, su papel fue fundamental en el medio cultural, no así en el económico, ya que en este país comunista la competencia económica no funcionaba. Este es el punto de partida de la Unión Polaca de Artistas, que agrupaba a productores de películas, fotógrafos, novelistas y diseñadores gráficos. El único cliente era la industria estatal y sus integrantes tenían que haberse formado en academias de arte, y debían superar unas pruebas de ingreso para que no hubiera más diseñadores de los necesarios.
Figuras Clave del Cartelismo Polaco
Tadeusz Trepkowski (1914-1956)
Se educó en la Escuela de Artes Gráficas de Varsovia y trabajó antes de la guerra con conciencia política, denunciando la ocupación de los nazis y soviéticos. Su estilo de línea torpe, pero con sentido del humor y una estilización poético-infantil, son inconfundibles y están en el punto de partida de la escuela polaca. Además, su muerte prematura le convirtió en el líder espiritual de la misma. Sus imágenes hablan sobre la reconstrucción del país jugando con metáforas visuales, al igual que carteles que expresan un 'no' a la guerra. También tiene el cartel de un clavel caído, homenaje a todos los que han pasado por campos de concentración nazis.
Henryk Tomaszewski (1914-2005)
Nació y estudió en Varsovia, en la Escuela de Industria Gráfica. En 1936 empieza a trabajar y realiza una revista de humor al mismo tiempo que realiza escenografías teatrales. En 1939 estudia pintura en la Academia de Bellas Artes y después de la guerra empieza a colaborar con otros diseñadores en la distribuidora cinematográfica estatal. En 1948, en el Festival de Carteles de Cine de Viena, recibe cinco premios que se convierten en el punto de partida para que la escuela polaca de carteles sea reconocida. Desde los primeros carteles, rompe con los esquemas del cartel de cine tradicional que siempre recurrían a retratos de actores. Elimina esas referencias y sugiere la atmósfera de la película por medio de imágenes que se relacionan con técnicas fílmicas como fotomontajes, multiplicaciones de imágenes, superposiciones, recortes (Moore), collages. El collage y las tipografías manuales son recursos muy utilizados en los años 60 y también introduce la ironía y las referencias del arte naif. En los años 70, su estilo combina pintura, dibujo y tipografía, con gran carga expresiva. En los años 80 su lenguaje se depuró y redujo a lo esencial.
Franciszek Starowiejski (1930-2009)
Se formó como pintor en la Escuela de Bellas Artes de Varsovia y fue de los primeros diseñadores gráficos polacos en incorporar a los carteles la sensibilidad surrealista y metafísica en los años 60. Sus primeros carteles de finales de los años 50 están en la línea conceptual y expresionista que ha caracterizado a la escuela polaca los años posteriores a la guerra. El cartel de 1965, la serpiente con gafas, va a ser el punto de partida de una nueva etapa, en la que el surrealismo lo invade todo, y ya nada tiene que ver con lo anterior. Combina lo surrealista con lo metafísico y hace carteles para obras de teatro o películas. Al final de su carrera, trabajó haciendo escenografías teatrales que abundan en el surrealismo e incluso en el horror.
La Diáspora del Cartelismo Polaco
A la difusión de la escuela polaca, contribuyeron algunos diseñadores que se exiliaron a otros países europeos:
Roman Cieslewicz (1930-1996)
Estudió Bellas Artes en Cracovia. Sus primeros carteles de finales de los años 50 combinan expresionismo, surrealismo y juego cromático que procede de la tradición folclórica eslava. Utilizó recursos expresivos, como el ensamblaje, el contraste y juegos compositivos. La imagen se convierte cada vez más en protagonista y se va reduciendo la presencia de la tipografía. Entre 1960 y 1963 hizo portadas para la revista Ty i Ja. En 1963 se trasladó a París para dar clases en la Escuela de Artes Decorativas. Allí siguió diseñando portadas de revistas como Ty i Ja, Vogue, Elle, Graphics, Opus; y catálogos de arte para el museo Pompidou. Publicó una Guía de la Francia misteriosa para la que hizo ilustraciones y diseñó un alfabeto de letras capitales usando collage de grabados del siglo XIX.
Jan Lenica (1928-2001)
Estudió arquitectura y música en la Escuela de Bellas Artes de Varsovia. En 1950 dirige la redacción de la revista satírica Szpilki. Y desde 1954 da clases en la Academia de Bellas Artes. Sus primeros dibujos y carteles se adscriben al expresionismo polaco deformante. En 1957 empezó a colaborar con el director de cine de animación Borowczyk, y este será el punto de partida de su traslado a París y de sus cortos surrealistas, realizados fuera de la presión del régimen comunista y con influencia de artistas del surrealismo francés como Max Ernst.
Jerzy Kaniszewski (1952)
Estudió arte y diseño gráfico en Varsovia. En 1980 participó en las huelgas de los astilleros de Gdansk y diseñó el logo y carteles del sindicato Solidarnosc, que se oponía al régimen comunista y que fue el punto de partida de los movimientos de liberación polacos. En 1982 emigró a Alemania y España. Volvió a Polonia tras la caída del régimen comunista y sigue trabajando en la actualidad.