De Dioses Antiguos a Estrellas Medievales: Legado Mitológico en la Astronomía y Astrología
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La Transformación de los Dioses: De la Antigüedad a la Edad Media
La Tradición Física y la Mitologización de los Astros
La tradición física, tanto romana como alejandrina, personificaba los astros con el nombre de los dioses, como Hércules o Marte. Este proceso de mitologización se remonta a la época homérica, cuando los astros comenzaron a asociarse con los mitos. Figuras como Eudoxo de Cnido (siglo IV a.C.) y Eratóstenes, con sus Catasterismos, describieron las constelaciones con significación mitológica, vinculando incluso los signos del zodiaco con héroes de la fábula. Así, astronomía y mitología se entrelazaron inseparablemente.
Inicialmente, los griegos solo distinguían un planeta: Venus. Más tarde, las divinidades babilónicas fueron reemplazadas por las griegas. Aunque Platón mencionaba que los planetas no tenían nombre, durante el periodo alejandrino surgió una gran confusión, lo que llevó a la necesidad de crear una nomenclatura fija y científica en el siglo III, en Alejandría. Cicerón, en De Natura Deorum, destaca cómo la relación de los astros con los dioses de la mitología permitió la supervivencia de las antiguas historias mitológicas.
El Cristianismo y la Astrología: Conflicto y Conciliación
Con el cristianismo, los cultos paganos fueron rechazados. Los astros pasaron a anunciar los designios de Dios. Sin embargo, los apologetas y los Padres de la Iglesia creían en los demonios. San Pablo afirmaba que el demonio se valía de las divinidades paganas para alejar al hombre de Dios. Al final del mundo pagano, la astrología había forjado ciencias como la astronomía, la mineralogía, la botánica, la psicología y la medicina.
El cristiano se vio en la necesidad de estudiar astrología para evolucionar en la ciencia y comprender su propia religión, buscando una conciliación entre la Iglesia y la astrología. Durante el siglo IX, la astrología se adaptó a la simbología cristiana, reemplazando los signos zodiacales por los doce patriarcas (Cáncer como Abraham, Capricornio como Jacob, etc.).
Astrología y Simbolismo en la Edad Media y el Renacimiento
En la Edad Media, Alejandro Neckam, en Natura rerum, exploró la relación entre planetas y virtudes. Dante estableció un paralelismo entre los planetas y las siete artes liberales. La evolución de la astrología en la Edad Media se divide en dos periodos:
- Hasta el siglo XII: el foco de la astrología se centra en Bizancio.
- Del siglo XII al XIV: nuevos textos griegos son traducidos al latín.
Se popularizó el uso de piedras grabadas con divinidades, a las que se atribuían virtudes especiales, como talismanes en los siglos II y III. Aunque la Iglesia reaccionó, figuras como Petrarca, Dante y Santo Tomás de Aquino influyeron en la percepción de la astrología.
Las ciencias medievales se basaban en los principios de la astrología, con la teoría del macrocosmos y microcosmos. En el Renacimiento, el hombre se vinculaba con el universo. Sin embargo, surgió una corriente humanista contra la astrología, que negaba encadenar al hombre a una causalidad física. Pomponazzi es un ejemplo de esta postura. El humanista buscaba su libertad, aunque limitada por la muerte.
Iconografía y el Legado Astrológico
El tema de la melothesia (la relación entre las partes del cuerpo y los signos zodiacales) se hizo presente, junto con los nombres e imágenes de los astros y dioses. En el siglo XVI, el Libro de los Retratos y Figuras del Cuerpo humano de Jacques Kerver, un humanista, es un claro ejemplo. Desde el siglo XIV, estas imágenes se multiplicaron en manuscritos y monumentos, como en Florencia.