Dinámicas del Turismo en España: Destinos Emergentes y Patrones de Demanda

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Áreas Turísticas de Media y Baja Densidad y Puntos de Interés

Las áreas turísticas con densidades medias y bajas, junto con los puntos turísticos específicos, están intrínsecamente relacionados con la expansión del turismo de sol y playa hacia espacios litorales o prelitorales cercanos, así como con el auge de otras modalidades turísticas distintas a la tradicional oferta de sol y playa. A continuación, se detallan estas áreas y puntos:

  • Ciertos tramos del litoral y prelitoral mediterráneo y suratlántico se han incorporado al turismo de sol y playa como resultado de la reestructuración de los espacios litorales tradicionales y de la creciente demanda de destinos menos saturados.
  • El litoral gallego y cantábrico ofrece áreas costeras e interiores no saturadas, destacando por sus paisajes rurales y naturales de gran valor.
  • Los puntos turísticos más relevantes incluyen las estaciones de esquí, los centros de turismo rural y las ciudades históricas y artísticas. En estas últimas, predominan las estancias cortas, generalmente de fines de semana y puentes, así como las visitas en el marco de viajes de ocio.

La Demanda Turística en España: Características y Evolución

La demanda turística se define como el colectivo que solicita los servicios turísticos. Históricamente, estuvo dominada por el turismo extranjero. Sin embargo, en la actualidad, la demanda nacional desempeña un papel cada vez más destacado.

Demanda Turística Internacional

La demanda internacional ha experimentado un crecimiento constante desde finales de la década de 1950, con breves interrupciones coincidentes con periodos de crisis, como las de 1975 y 1992. Desde la adhesión de España a la Unión Europea en 1986, el número de visitantes ha aumentado significativamente, alcanzando los 75,7 millones en 2001. En su mayor parte, los turistas proceden de Europa occidental y del norte, siendo principalmente alemanes, británicos, franceses, italianos, nórdicos, holandeses, belgas y portugueses. El turismo extranjero es mayoritariamente estival y se dirige principalmente a las zonas de sol y playa de Baleares, Canarias y Cataluña, seguidas por Andalucía y la Comunidad Valenciana. Este segmento es el principal cliente de las plazas hoteleras, tradicionalmente reservando los servicios, el paquete turístico y el alojamiento hotelero. No obstante, en los últimos años, se observa un incremento en la contratación directa de servicios, impulsado por el uso de internet y la proliferación de compañías aéreas de bajo coste, lo que también ha favorecido el crecimiento del alojamiento no hotelero.

Demanda Turística Nacional

La demanda nacional procede mayoritariamente de comunidades como Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. El turismo nacional se reparte a lo largo del año, ya que los desplazamientos también se producen durante la Semana Santa, los fines de semana y los puentes. Además, presenta una menor concentración espacial y temporal en verano; aunque las playas del litoral mediterráneo siguen siendo preferidas, se observa una mayor distribución hacia las costas de Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, así como un aumento de visitas a las costas del norte peninsular, los pueblos del interior y las zonas de montaña. En general, el turista nacional viaja sin reserva o contrata directamente los servicios turísticos y se aloja con mayor frecuencia en establecimientos extrahoteleros, como viviendas de familiares y amigos, segundas residencias o apartamentos.

La Estacionalidad de la Demanda Turística

La excesiva estacionalidad de la demanda es uno de los principales desafíos del turismo español. La mayor parte de la demanda coincide con las vacaciones de verano (considerada temporada alta), con la excepción de las estaciones de esquí, donde la temporada alta es el invierno, y Canarias, que prácticamente no experimenta una temporada baja definida.

  • La mayor estacionalidad se observa en el turismo extranjero, donde aproximadamente el 80% de los visitantes toma sus vacaciones entre junio y septiembre.
  • El turismo nacional concentra sus vacaciones en agosto; sin embargo, se ha registrado un incremento significativo en los desplazamientos de fin de semana y puentes, que ya representan casi la mitad de las pernoctaciones hoteleras anuales.

La concentración de la demanda en unos pocos meses provoca un exceso de utilización estacional de las infraestructuras, lo que conlleva saturación, una posible pérdida de calidad en los servicios y problemas medioambientales. Por otro lado, la escasa utilización durante el resto del año dificulta la amortización del capital invertido.

No obstante, en los últimos años se ha podido apreciar una cierta suavización de la estacionalidad. Esto se debe a una creciente tendencia a distribuir las vacaciones a lo largo del año, al desarrollo del turismo interno de invierno, fines de semana y puentes, y al auge del turismo social o de la tercera edad.

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