La Dinámica Racial y la Fragmentación del Imperio Español en América (1798-1830)

Movimientos Independentistas en América: Participación y Desplazamiento Racial

El inicio de la revolución independentista estuvo marcado por un movimiento racial revolucionario y una participación heterogénea. Esta diversidad, sin embargo, fue evidente solo durante los primeros años, pues la revolución llegó como una ola que impregnó a la sociedad y motivó la participación general. Con el tiempo, los ideales mestizos e indios fueron siendo desplazados por los ideales blancos.

Comportamientos Regionales Diferenciados

A pesar de la tendencia general, existieron zonas que presentaron un comportamiento diferente frente a la metrópoli española:

El Subcontinente Sur (Desde Colombia hasta Argentina)

En esta zona encontramos la plasmación más clara y evidente de un movimiento blanco conservador y contrarrevolucionario. Aquí no hubo presencia mestiza ni india en los cargos dirigentes; estos grupos fueron solo instrumentalizados. El contenido racial era nulo en la cúpula: eran los blancos quienes ostentaban el poder, mientras que los demás eran meros instrumentos.

El Caribe: Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y Haití

Esta región se mantuvo apartada y desligada de la revolución, sin experimentar ni revolución ni contrarrevolución en el mismo periodo. El Caribe no se independizó en bloque debido, en gran parte, al precedente de Haití.

• Haití: Fue el primer lugar del mundo sudamericano en independizarse (1798), coincidiendo con la Revolución Francesa. Era una propiedad de una ínfima minoría de colonos blancos franceses, mientras que el resto de la población estaba compuesta por esclavos negros explotados en condiciones deplorables en las plantaciones de caña de azúcar.
• La minoría blanca vivía en constante temor ante la mayoría esclava y aplicaba una represión brutal para impedir la revolución. No obstante, la población esclava se sublevó contra los franceses. El odio del negro hacia el blanco fue tal que se produjo una masacre generalizada.

El Doble Proceso de la Independencia Americana

El fenómeno independentista de las colonias españolas de América llevó aparejado un doble proceso histórico:

1. La Emancipación de Territorios Indianos de la Metrópoli (España)

   Este primer proceso fue absolutamente lógico. Los lazos de unión que representaba el Atlántico se convirtieron en el motivo de la desunión. Fue una época en la que se rompieron las relaciones diplomáticas con España; se rechazó cualquier vínculo con los españoles, llegando incluso a la expulsión de obispos y cardenales, dejando sus puestos vacantes.

2. La Ruptura de la Unidad Atlántica del Imperio

   Este proceso fue gravísimo, ya que supuso la fragmentación de la antigua unidad del territorio indiano. Si bien se independizaron, no se concibió que las diferentes partes del mundo americano pudieran seguir unidas. Por el contrario, se fragmentó el territorio, creando un sinfín de estados artificiales que solo obedecieron a los intereses particulares de los libertadores.

   Estos nuevos estados compartían la misma lengua, cultura, legislación, religión y sistema económico, pero nada de eso importó. La fragmentación resultante provocó una profunda debilidad.

El Fracaso de la Unidad Bolivariana

Hubo intentos de unión, como el de Simón Bolívar, quien, consciente de la barbaridad que se había producido, intentó volver a unir determinados estados en un solo Estado. Sin embargo, el fracaso fue total.

• El sueño de Bolívar era la unión de Ecuador, Colombia y Venezuela en un solo país bajo la denominación de la Gran Colombia.
• Este proyecto duró poco debido a las ambiciones personalistas de los líderes.

Todo este proceso de separación ha terminado convirtiéndose en el problema actual del mundo latinoamericano, que sigue siendo incapaz de unirse, posiblemente debido a la propia dinámica histórica de fragmentación que ha vivido.