Dinámica migratoria y estructura demográfica en España

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DINÁMICA DEMOGRÁFICA MIGRATORIA: LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS EN ESPAÑA.

En la dinámica migratoria destacan las migraciones exteriores, las migraciones interiores y los movimientos inmigratorios de los últimos años. Las migraciones exteriores permitieron la reducción de la presión demográfica y en el mercado laboral, y posibilitaron la entrada de divisas. En cambio, los costes demográficos supusieron la pérdida de población joven en las regiones migratorias, que provocaría el envejecimiento de la población y la caída de la fecundidad. Dos han sido las principales:

  • La emigración a Ultramar hacia países latinoamericanos fue importante durante la primera mitad del siglo XX, y estuvo protagonizada por campesinos gallegos, asturianos y canarios;
  • La emigración a Europa fue muy importante entre los años 1960 y 1970. La necesidad de mano de obra en países como Francia, Alemania o Suiza, junto con el excedente demográfico y las deficientes condiciones económicas y sociales reinantes en España, fueron los factores que impulsaron las nuevas oleadas de emigrantes hacia Europa. Andalucía y Galicia fueron las comunidades más afectadas hasta la crisis del petróleo de 1973.

Las migraciones interiores han sido las causantes de fuertes desequilibrios en la distribución de la población. En consecuencia, han propiciado la aparición de zonas de fuerte concentración poblacional frente a la desertización demográfica de otras. Presentan dos etapas:

  • La primera transcurre desde el siglo XIX hasta 1950. Tiene como focos principales Cataluña, Madrid y País Vasco (industrialización), pero la cuantía de los desplazamientos no fue importante, y fue frenada por la Guerra Civil;
  • La segunda, desde mediados del siglo XX hasta la actualidad, está marcada por el éxodo rural de los años 60 y 70. Se produce un gran trasvase de población entre las áreas rurales más atrasadas del interior peninsular, Galicia y Andalucía, que liberan mucha mano de obra debido a la mecanización del campo, hasta las áreas industriales (eje del Ebro y Madrid) y turísticas (eje del Mediterráneo) más desarrolladas. A partir de 1975 este proceso decayó debido, fundamentalmente, a la crisis industrial y los procesos de reconversión del sector.

Finalmente, España ha pasado de ser un país de emigrantes a ser un país de inmigración en muy pocos años. Entre 1989 y 1998 el crecimiento de la inmigración ha sido muy rápido, aunque apenas presenta el 1% de la población total española, porcentaje inferior al de otros países de la UE.:

  • El colectivo de extranjeros residentes en España admite una gran variedad de situaciones: extranjeros nacionalizados, trabajadores, estudiantes, asilados y refugiados. Se define como inmigrante ilegal a todo extranjero que no tienen en regla su situación de residencia en España. Para legalizar su situación y saber su número, se han realizado programas de regularización desde que se aprobó la Ley de Extranjería en 1985.

Este colectivo está compuesto por personas jóvenes, de sexo mayoritariamente masculino, que se emplean en trabajos como la agricultura, la construcción, el servicio doméstico, la hostelería y la venta ambulante. Proceden de zonas como el norte de África (Marruecos Senegal o Sahara), América Latina (Perú, Ecuador, Bolivia o Argentina) y el Este de Europa (Rumanía o Bulgaria).

  • Se asientan en las zonas económicas más dinámicas por el turismo, la industria o los servicios (Mediterráneo, Madrid y grandes núcleos urbanos) más dinámicas por su actividad.

ESTRUCTURA O COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN.

Demográficas: composición por sexo y edad.

La sex ratio o relación de masculinidad mide la relación entre hombres y mujeres. Actualmente se encuentra en el 96%. La diferencia entre sexos se debe a la supermortalidad masculina y al efecto de las inmigraciones. Con respecto a la composición por edad, España presenta tendencia al envejecimiento (más del 17% de mayores) y reducción de la población joven. Las regiones con población más joven son Andalucía, Murcia y Canarias; las más envejecidas Aragón, Castilla-León y La Rioja. La composición de la estructura por sexo y edad se observa en la pirámide de edades:

  • La de 1900 es característica del antiguo régimen demográfico, con altas tasas de natalidad y baja esperanza de vida, como consecuencia de las altas tasas de mortalidad. En la de 1950 se aprecia una base más reducida porque se reducen los nacimientos durante la Guerra Civil.
  • En la de los años 60 y 70 presentan como principal característica el “baby boom” y la entrada en la fase de Transición demográfica.
  • En la pirámide de 1991, la reducción de la base muestra el descenso de la fecundidad a partir de 1977, y la consiguiente adquisición de un modelo demográfico moderno propio de los países desarrollados, caracterizado por bajas tasas de natalidad y mortalidad.
  • La pirámide de 2008 consolidad este proceso y sus efectos, sobre todo el aumento de la esperanza de vida y el envejecimiento de la población española.

Económicas: profesión, actividad, paro.

La economía de un país y su estabilidad política y social dependen en gran medida de los porcentajes de ocupación laboral y desempleo de su población. Esta información se recoge hoy en Encuesta de Población Activa (EPA). La fuerza de trabajo o población activa ha ido aumentando desde 1900 siendo especialmente importante desde 1981 por el peso de la población adulta y por la incorporación de la mujer al mundo laboral. En el año 2000 la tasa de población activa estaba en 54.3%. Según las comunidades autónomas, las de mayor tasa de actividad son Cataluña, Canarias, Baleares, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja y P. Vasco. Por lo bajo destacan Asturias, las dos Castillas, Cantabria, Extremadura y las ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla. La tasa de actividad española es una de las más bajas de la U.E. Por sectores económicos el país ha sufrido un profundo cambio en el siglo XX. La característica más sobresaliente ha sido la progresiva tercialización de la población española y las permanentes y estructurales altas tasas de paro o desempleo.

LOS PROBLEMAS DEMOGRÁFICOS

El futuro demográfico en nuestro país presenta dos problemas fundamentales:

  • El crecimiento natural de la población es muy bajo, sólo mejorado por la llegada de inmigrantes en las últimas décadas. Esto significa un progresivo envejecimiento de la población española que presenta consecuencias diversas, casi todas ellas negativas: incremento de recursos sanitarios y hospitalarios, mejora de servicios sociales, aumento del coste de las pensiones, reducción de la población activa, subida de impuestos, dificultades para mantener el Estado del Bienestar, etc.
  • Las altas tasas de desempleo. El fenómeno afecta desigualmente a las comunidades autónomas, estando Andalucía entre las de más alto porcentaje. Afecta a activos del sector agrario y de la construcción y más a mujeres que a hombres. España es dentro de la U.E. el país de tasa más alta de desempleo (en torno al 25%).

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