Dimensiones de la Personalidad: Teorías Fundamentales, Psicopatología y Abordajes Terapéuticos

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Definición y Conceptos Fundamentales de la Personalidad

La personalidad es propia de cada individuo, se manifiesta como una tendencia a comportarse de manera previsible y es una organización coherente de rasgos.

Es un concepto próximo al carácter (en el que intervienen factores externos) y al temperamento (de base más interna o biológica).

Principales Teorías de la Personalidad

Existen diversas teorías para explicar la personalidad, que se pueden agrupar en:

  • Teorías Intrapersonales: Se centran en los mecanismos internos del individuo. Incluyen el psicoanálisis, la perspectiva humanista y las teorías biológicas.
  • Teorías Situacionistas: Enfatizan la influencia del ambiente y las situaciones. Destaca el conductismo de Watson y Skinner.
  • Teorías Interaccionistas: Consideran la personalidad como resultado de la interacción entre factores internos y el ambiente. Un exponente es Bandura con el aprendizaje vicario.

Teorías Intrapersonales

El Psicoanálisis de Sigmund Freud

Freud postuló que la personalidad surge del conflicto entre distintas partes o aspectos de la misma:

  1. Ello: Representa la impulsividad y la búsqueda del placer (ej. fase oral).
  2. Yo: Se rige por el principio de realidad, media entre el Ello y el Superyó, y controla los impulsos (ej. retención de heces en la fase anal, desarrollo de la autoridad y el límite a los impulsos).
  3. Superyó: Internaliza las normas morales y sociales (ej. introyección del complejo de Edipo, el padre como referencia), generando sentimientos de culpa y guiando la conducta en la sexualidad genital.

La Perspectiva Humanista de Abraham Maslow

La psicología humanista, con teóricos como Maslow, sostiene que existe una naturaleza interna común a los seres humanos, específica y fundamentalmente buena o neutra. Los impulsos destructivos surgirían de la frustración de las necesidades básicas y del bloqueo de la tendencia innata hacia la autorrealización.

Enfoques Biológicos y del Temperamento

Hipócrates, en la antigüedad, relacionó los temperamentos con los humores corporales: sangre (temperamento sanguíneo), flema (flemático), bilis negra (melancólico o nervioso) y bilis amarilla (colérico).

En el siglo XX, teóricos como Kretschmer y Sheldon investigaron aspectos psicosomáticos (relación entre tipo corporal y personalidad) y los rasgos de personalidad. El psicoanálisis también influyó en la comprensión de los rasgos.

Se han descrito también ocho tipos de temperamentos basados en dimensiones como la emotividad, la actividad y la resonancia (primaria o secundaria de las impresiones).

El Modelo de los Cinco Grandes (Big Five)

Este modelo propone que la personalidad puede describirse en función de cinco grandes dimensiones o factores:

  • Estabilidad emocional (vs. Neuroticismo)
  • Extraversión (vs. Introversión)
  • Apertura mental (o a la experiencia)
  • Afabilidad (o Amabilidad)
  • Responsabilidad (o Tesón)

Teorías Situacionistas

El conductismo, con figuras como John B. Watson y B.F. Skinner, se centra en cómo el ambiente y el aprendizaje moldean la conducta observable, que consideran la manifestación de la personalidad.

Teorías Interaccionistas

Albert Bandura y el Aprendizaje Social

Albert Bandura propuso que la personalidad es el resultado de una interacción continua entre las cogniciones (pensamientos, expectativas), los aprendizajes previos (especialmente el aprendizaje vicario o por observación) y la influencia del ambiente. Existe una retroalimentación constante entre la cognición y el ambiente (determinismo recíproco).

Locus de Control

Un concepto importante dentro de las teorías interaccionistas es el locus de control, que se refiere a la percepción que tiene una persona sobre el origen de los eventos de su vida, pudiendo ser interno (creencia en el control personal) o externo (creencia en factores externos como la suerte o el destino).

Investigación Longitudinal

Estudios longitudinales, como algunos realizados entre los años 40 y 80, han permitido investigar la estabilidad y el cambio de la personalidad a lo largo del tiempo, así como fenómenos como la profecía autocumplida.

Evaluación de la Personalidad

Para evaluar la personalidad se utilizan diversos instrumentos y técnicas:

Pruebas Proyectivas

Se basan en la presentación de estímulos ambiguos para que el sujeto proyecte sus pensamientos, sentimientos y conflictos internos. Algunos ejemplos son:

  • Asociaciones libres: Técnica originada por Freud, donde se pide al individuo decir lo primero que se le ocurra al ver una imagen o escuchar una palabra.
  • Test de Rorschach: Utiliza manchas de tinta.
  • Test de Apercepción Temática (TAT): Emplea láminas con escenas reconocibles sobre las que se deben construir historias.
  • Tests de dibujos: Como el HTP (Casa-Árbol-Persona).
  • Test de Frustración de Rosenzweig: Presenta situaciones con dos personajes donde se debe imaginar un diálogo, evaluando la respuesta a la frustración y la agresividad.
  • Grafología: Interpretación de la escritura para inferir rasgos de personalidad (su validez científica es controvertida).

Pruebas No Proyectivas (Objetivas o Psicométricas)

Estas pruebas suelen tener un formato estructurado con preguntas o afirmaciones a las que el sujeto responde, y una puntuación prefijada. Se basan en la autopercepción del sujeto. Un ejemplo destacado es el NEO PI-R, que evalúa los Cinco Grandes (Big Five).

El Estrés o Síndrome General de Adaptación

El estrés, también conocido como síndrome general de adaptación (SGA) descrito por Hans Selye, es una respuesta del organismo ante una presión o tensión psicológica o física. Puede provocar síntomas como ansiedad, falta de concentración, irritabilidad e insomnio.

El SGA consta de tres estadios:

  1. Reacción de alarma: El cuerpo moviliza sus recursos para hacer frente al estresor.
  2. Resistencia: El cuerpo intenta adaptarse al estresor persistente.
  3. Agotamiento: Si el estrés continúa, los recursos del cuerpo se agotan, llevando a la fatiga y vulnerabilidad a enfermedades.

Mecanismos de Defensa

Los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas, generalmente inconscientes, que el Yo utiliza para protegerse de la ansiedad generada por conflictos internos o amenazas externas. Algunos de ellos son:

  • Negación: Rechazo a reconocer una realidad dolorosa o amenazante.
  • Distorsión de la causa:
    • Proyección: Atribuir a otros los propios impulsos, sentimientos o pensamientos inaceptables.
    • Identificación: Incorporar como propias características de otra persona.
    • Intelectualización: Abordar una situación amenazante de forma abstracta y analítica, evitando las emociones.
  • Distorsión del efecto:
    • Desplazamiento: Transferir sentimientos o impulsos de un objeto original a otro sustituto menos amenazante.
    • Formación reactiva: Expresar sentimientos o conductas opuestas a los verdaderos impulsos o deseos reprimidos.
    • Sublimación: Transformar impulsos inaceptables en conductas socialmente aceptadas y valoradas.
    • Regresión: Retornar a patrones de comportamiento de etapas anteriores del desarrollo ante situaciones de estrés.

Psicopatología: Comprendiendo los Trastornos Mentales

Para definir la presencia de un trastorno mental, se suele utilizar un doble criterio:

  • Criterio individual: Presencia de sufrimiento emocional significativo o malestar subjetivo.
  • Criterio social: Existencia de conflictos importantes en la vida de la persona, desadaptación o deterioro en su funcionamiento social, laboral o personal.

Distinción Clásica: Neurosis y Psicosis

  • Neurosis: Término clásico para referirse a trastornos generalmente transitorios y leves, donde no hay una pérdida grave del contacto con la realidad (ej. obsesiones, fobias). El sufrimiento es el síntoma principal.
  • Psicosis: Desórdenes graves que implican una pérdida de contacto con la realidad y un deterioro severo del funcionamiento global (ej. esquizofrenia).

Principales Categorías de Trastornos Mentales

Trastornos del Estado de Ánimo

Se caracterizan por alteraciones significativas en el humor. El trastorno bipolar implica fluctuaciones entre episodios de depresión (tristeza profunda, anhedonia) y manía (euforia, hiperactividad, grandiosidad). Las causas pueden ser biológicas (predisposición genética), psicológicas (baja autoestima, patrones de pensamiento negativos) y sociales (eventos vitales estresantes, indefensión aprendida).

Trastornos de Ansiedad

Incluyen:

  • Fobias específicas y sociales
  • Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

Trastornos Somatomorfos y de Conversión (Perspectiva Freudiana)

Freud describió la histeria, que hoy se relaciona con los trastornos de conversión o somatización, donde los conflictos psicológicos se manifiestan a través de síntomas físicos sin causa orgánica demostrable. También se incluyen aquí la hipocondría (preocupación excesiva por padecer enfermedades) y la dismorfia corporal (preocupación por defectos físicos imaginarios o leves).

Trastornos Disociativos

Se caracterizan por una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, la identidad, la memoria o la percepción del entorno. Incluyen:

  • Trastorno de identidad disociativo (antes personalidad múltiple)
  • Despersonalización/Desrealización

Trastornos Sexuales y de la Identidad de Género

Comprenden:

  • Disfunciones sexuales: Problemas en la respuesta sexual o dolor asociado al sexo.
  • Parafilias: Intereses sexuales intensos y persistentes hacia objetos, situaciones o individuos atípicos (ej. voyeurismo).

Trastornos de la Personalidad

Son patrones persistentes e inflexibles de pensamiento, sentimiento y comportamiento que se desvían marcadamente de las expectativas culturales, causan malestar o deterioro funcional. Algunos tipos son:

  • Esquizoide: Distanciamiento social, restricción de la expresión emocional.
  • Paranoide: Desconfianza y suspicacia generalizadas.
  • Dependiente: Necesidad excesiva de ser cuidado, sumisión.
  • Evitativa: Inhibición social, sentimientos de inferioridad, hipersensibilidad a la evaluación negativa.
  • Narcisista: Grandiosidad, necesidad de admiración, falta de empatía.
  • Límite (o Borderline): Inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, notable impulsividad.
  • Histriónica: Emotividad excesiva y búsqueda de atención.
  • Obsesivo-compulsivo de la personalidad: Preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control.
  • Antisocial (psicopatía/sociopatía): Desprecio y violación de los derechos de los demás, manipulación, ausencia de culpa.

Esquizofrenia y Otros Trastornos Psicóticos

La esquizofrenia es un trastorno grave caracterizado por una profunda alteración del pensamiento, la percepción, las emociones y la conducta. Los síntomas incluyen alucinaciones (percepciones sin objeto), delirios (creencias falsas y firmes), lenguaje desorganizado y comportamiento catatónico o desorganizado. Se ha asociado con un desequilibrio en neurotransmisores, especialmente un exceso de dopamina.

Trastornos del Neurodesarrollo

Son un grupo de afecciones con inicio en el período del desarrollo. Incluyen:

  • Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDA/TDAH)
  • Trastornos del espectro autista (donde puede aparecer la ecolalia, repetición de palabras o frases)

Trastornos de la Conducta Alimentaria

Se caracterizan por alteraciones graves en la ingesta de alimentos o en las conductas relacionadas con la alimentación. Incluyen:

  • Anorexia nerviosa
  • Bulimia nerviosa
  • Vigorexia (dismorfia muscular)
  • Trastorno por atracón

Abordajes Terapéuticos

Tratamientos Farmacológicos (Psicofármacos)

Los medicamentos utilizados en el tratamiento de los trastornos mentales incluyen:

  1. Antipsicóticos o Neurolépticos: Utilizados principalmente para la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos (ej. trastornos paranoides). Actúan bloqueando los receptores de dopamina.
  2. Antidepresivos: Como el Prozac (fluoxetina), se utilizan para tratar la depresión, trastornos de ansiedad y otros. Muchos actúan elevando los niveles de neurotransmisores como la serotonina o la dopamina.
  3. Tranquilizantes, Sedantes o Ansiolíticos: Como el Diazepam, se usan para reducir la ansiedad y la tensión.
  4. Psicoestimulantes: Utilizados en el TDAH, pueden ayudar a mejorar la atención y reducir la impulsividad (ej. metilfenidato, que afecta a la dopamina).

Psicoterapia

La psicoterapia implica el tratamiento de los trastornos psicológicos a través de métodos verbales y psicológicos. Algunas de las principales corrientes son:

  • Psicoanálisis y Terapias Psicodinámicas: Se centran en la exploración del inconsciente y las experiencias pasadas para resolver conflictos internos.
  • Terapia Humanista: Enfatiza la toma de consciencia, la responsabilidad personal y el crecimiento. Incluye enfoques como la logoterapia (Viktor Frankl) y la terapia de grupo.
  • Terapia Conductual: Se enfoca en modificar conductas desadaptativas mediante principios de aprendizaje. Técnicas comunes son la desensibilización sistemática (para fobias), la inundación y el contrato conductual.
  • Terapia Cognitiva y Cognitivo-Conductual: Busca identificar y corregir patrones de pensamiento erróneos o distorsionados que contribuyen al malestar emocional y a conductas problemáticas.

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