Las Dimensiones de la Persona: Somática, Psíquica y Espiritual

Las Dimensiones de la Persona

La persona se conforma de tres dimensiones distintas:

Dimensión Somática

• Es la parte más superficial, se percibe por los sentidos. En ella se inscriben los impulsos e instintos, es lo más común en los animales. Se dirige hacia el bien sensible, el cual percibimos por los sentidos.

Va asociada a los Impulsos: programaciones de nuestro cuerpo que nos indican lo necesario para poder vivir. Si la persona se dejara llevar siempre por los impulsos, acabaría animalizándose y, por lo tanto, no existiría la libertad.

Dimensión Psíquica

• Posee cierta profundidad, hace falta la apertura de la persona para su percepción. Conecta lo sensible con las dimensiones profundas de la persona. Esta dimensión está mucho más desarrollada en la persona que en los animales.

Va asociada a los Sentimientos: emociones que perduran en el tiempo. Son imprescindibles. Estas emociones son impredecibles, automáticas y afectivas, es decir, pueden hacer que algo nos agrade o nos disguste.

Dimensión Espiritual

• Es el núcleo de la persona, es lo que nos hace específicamente humanos.

  • Capacidad simbólica del lenguaje: necesidad de sentido en las acciones que realizamos (saber por qué).
  • Capacidad de donación: dar cosas a otros para ayudar. Entregarte en lo que quieres.
  • Capacidad de trascendencia: ir más allá, bien inteligible, es decir, descubre nuestra inteligencia y nos hace aprender.

Va asociada con:

• Entendimiento: inducir (de lo particular a lo general), comparar y deducir (de lo general a lo particular).
• Memoria: proporciona argumentos.
• Voluntad: es lo que te lleva a la acción y la ejecuta.