Diferencias Educativas: España vs. Francia y Análisis de la Escuela de Álvarez Blázquez

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Principales diferencias entre el sistema educativo español y el francés

Básicamente, la diferencia más significativa entre el sistema educativo francés y el español es que, si bien el primero es laico, el segundo se asume como confesional. Así pues, pese a que Talleyrand forma parte de una minoría de ilustrados franceses que incluye la presencia de la religión en el programa de enseñanza, lo cierto es que la mayoría de los revolucionarios franceses profesaban y promulgaban la defensa del laicismo dentro de sus propuestas educativas. Por otro lado, la sociedad liberal española que promovió los cambios reflejados en las Cortes de Cádiz, no desestima la influencia del catolicismo en la sociedad, sino que incluso recurre a su defensa en la redacción de la Constitución, donde definen esta religión como la perpetua, “única y verdadera”. Tales apuestas por la inclusión o exclusión del dogma religioso influirán de manera determinante en la construcción de una sociedad/nación con menor (caso español) o mayor (Francia) tolerancia a la diversidad cultural y tolerancia con los posteriores flujos migratorios.

Análisis de la Escuela de Álvarez Blázquez

  1. Matrícula y asistencia

    La matrícula era muy reducida, siendo un privilegio tener un máximo de 12 alumnos. Desde el punto de vista cronológico, había una gran homogeneidad de edad entre 8 y 12 años, pero sus niveles y conocimientos eran distintos entre unos y otros. En esta clase eran todos niños (hombres) y estaban en tercer grado. La asistencia a clase era irregular, aunque no se observan ausencias en el calendario de octubre a marzo, es decir, no existía la estacionalidad en esta aula. La educación mixta consiste en la coexistencia de niños y niñas en la misma aula. La coeducación implica uniformidad curricular, sin separar por sexos.

  2. Calendario y horario

    El curso iniciaba en septiembre y terminaba en julio. Se mantuvieron las vacaciones de Navidad, se eliminaron las de Semana Santa y se crearon unas en primavera, intentando eliminar las connotaciones religiosas. El horario era de sesión de mañana y tarde, empezando el lunes y terminando el sábado, con descanso el jueves por la tarde. Se dedicaban 3 horas por la mañana y 2 horas por la tarde. En las sesiones de la mañana se impartían las materias de mayor peso, como gramática, aritmética y geometría. Por la tarde se trabajaban geografía, historia y ciencias, materias consideradas más residuales y más fáciles.

  3. Tiempos de cada jornada escolar

    Todas las sesiones comenzaban con un estudio individual de teoría de media hora o 20 minutos, intentando inculcar el valor del esfuerzo para conseguir los objetivos. Después de esta fase de estudio, se pasaba a una explicación de la lección por parte del maestro, dando importancia a los conocimientos previos (el conocimiento empírico que se tiene de algunos términos o temáticas), buscando un anclaje entre lo que ya sabían y los conocimientos que iban a aprender. La tercera fase consistía en la realización de ejercicios orales y escritos, que se realizaban tanto por la mañana como por la tarde, ocupando aproximadamente 1 hora y 30 minutos. El tiempo restante se dedicaba básicamente a lectura, escritura y cálculo. El dibujo y la gimnasia no tenían gran importancia, aunque el dibujo comenzó a ganar relevancia a petición de los propios alumnos.

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