Diego Velázquez: Etapas, Obras Maestras y Técnica del Genio Barroco
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Diego Velázquez (1599-1660): Maestro del Barroco Español
Técnica y Estilo Característico
Destaca el empleo de la perspectiva aérea, un método que produce una sensación de profundidad a partir de la plasmación de la atmósfera en el lienzo.
Etapas Artísticas
Etapa Sevillana (c. 1610 - 1622)
En sus inicios, alrededor de 1610, Velázquez pinta cuadros de estilo tenebrista, utilizando colores predominantemente oscuros y opacos. Se enfoca en representar con gran realismo la calidad de los tejidos y los objetos cotidianos.
Obras Destacadas:
- La Vieja friendo huevos
- Cristo en casa de Marta y María
- La mulata
- El aguador de Sevilla (notable por la representación de objetos de cerámica y cristal)
Primera Etapa Madrileña (1623 - 1629)
Tras trasladarse a Madrid en 1623, se dedica principalmente a los retratos de la corte. Sus fondos se vuelven más claros y abandona progresivamente los colores oscuros, aclarando su paleta con tonos rosas y blancos.
Obras Destacadas:
- Los borrachos o El triunfo de Baco
Primer Viaje a Italia (1629 - 1631)
Durante su estancia en Italia, abandona definitivamente los colores oscuros. Se interesa por el estudio del paisaje y la captación de la atmósfera.
Obras Destacadas:
- La fragua de Vulcano: Representa el momento en que el dios Apolo visita a Vulcano, quien fabrica las armas de guerra, para comunicarle el adulterio cometido por su esposa Venus con el dios Marte. Los personajes muestran en sus rostros la sorpresa que les causa la noticia.
Segunda Etapa Madrileña (1631 - 1648)
De vuelta en Madrid, retrata a los miembros de la familia real y participa activamente en la decoración del Palacio del Buen Retiro. Realiza imponentes retratos ecuestres.
También representa a los bufones de la Corte, obras que destacan por su perfección técnica y la profunda penetración psicológica de los personajes.
Obras Destacadas:
- La rendición de Breda o Las lanzas
- Retrato ecuestre de Felipe IV
- Retrato ecuestre de Isabel de Borbón
- Retrato ecuestre del Príncipe Baltasar Carlos
- Retrato del Conde-Duque de Olivares
- Juan Calabazas
- Don Sebastián de Morra
Segundo Viaje a Italia (1648 - 1651)
En su segundo viaje a Italia, introduce una gama cromática más clara y luminosa.
Obras Destacadas:
- Retrato de Inocencio X
Tercera Etapa Madrileña (1651 - 1660)
Corresponde a su última etapa y la culminación de su maestría.
Obras Destacadas:
- La Venus del espejo
- Las hilanderas o La fábula de Aracne
- Las Meninas o La familia de Felipe IV
Obras Emblemáticas Detalladas
Las hilanderas o La fábula de Aracne
La composición se divide en dos escenas principales. En el primer plano, aparece Aracne, de espaldas, trabajando en su telar, y Atenea disfrazada de anciana (se la reconoce por su pierna derecha, joven y tersa). Al fondo de la pintura, se aprecia el tapiz realizado por Aracne sobre los amores de los dioses. Ante él, se encuentran la diosa Atenea, ya vestida con su coraza y casco, y la joven Aracne. A la derecha, tres mujeres contemplan el momento en que Atenea está a punto de convertir en araña a la desafiante Aracne.
El pintor representa en el primer plano una escena de la vida cotidiana (el taller de hilado) y al fondo la escena mitológica que da título a la obra.
- Técnica destacada: Perspectiva aérea.
Las Meninas o La familia de Felipe IV
Considerada la obra maestra de Velázquez. Se trata de un complejo retrato de la Familia Real, escenificado en el taller del propio pintor en el Alcázar de Madrid. Velázquez se autorretrata pintando un gran lienzo, presumiblemente a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, quienes se reflejan sutilmente en el espejo del fondo. En el centro, representa a la Infanta Margarita, atendida por sus damas de honor (las meninas), junto a los bufones Mari Bárbola y Nicolasito Pertusato, y un perro mastín. El propio Velázquez se representa como un pintor ennoblecido (luce la cruz de Santiago en el pecho), reivindicando el estatus de artista frente al de mero artesano.
En esta obra se funden magistralmente la perspectiva aérea y la perspectiva lineal central. Hay dos focos luminosos principales que son tratados con maestría: la puerta abierta al fondo, donde se recorta la figura de José Nieto, y la ventana lateral derecha que ilumina la escena principal. La sensación de profundidad y atmósfera es magistral, lograda gracias al tratamiento de la luz y a su característica pincelada suelta.