La Dictadura de Primo de Rivera y la Segunda República Española

Enviado por Chuletator online y clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 24,4 KB

LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930)

Introducción

La dictadura de Primo de Rivera surgió en una crisis general de las democracias europeas. El auge de los movimientos obreros y la conflictividad social llevaron a las clases medias a reclamar un poder que frenara estos movimientos, devolviera el orden social y protegiera la propiedad privada. El pronunciamiento militar (13 de septiembre de 1923) fue protagonizado por Miguel Primo de Rivera, como respuesta a los nacionalismos, el descrédito del ejército y la conflictividad social. El golpe fue apoyado por la Iglesia, los empresarios, la burguesía y las clases medias. Primo de Rivera fue conocido como el "cirujano de hierro" por presentar el golpe como el inicio de una etapa transitoria que debería volver al orden constitucional.

El Directorio Militar (1923-1925)

El nuevo gobierno proclamó el estado de guerra, eliminando la Constitución de 1876, la libertad de prensa o las actividades de partidos y sindicatos. Las Cortes, los ayuntamientos y las Diputaciones fueron disueltas y ocupadas por personas afines al nuevo régimen. Los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores militares. La dictadura se propuso acabar con los nacionalismos, en especial en Cataluña. Se disolvió la Mancomunidad y se prohibieron los símbolos nacionalistas catalanes y el uso del catalán en las instituciones. Esto provocó la reacción del nacionalismo, que se radicalizó aún más, sobre todo entre los independentistas.

Primo de Rivera se propuso acabar con el problema de Marruecos, como una necesidad de restablecer el honor del ejército tras la derrota en Annual. Para combatir a las fuerzas rebeldes, España se alió con Francia, consiguiendo una gran victoria en el desembarco de Alhucemas en 1925, lo que aceleró el final del conflicto al año siguiente.

El Directorio Civil (1925-1930)

Dos años después del golpe militar, los civiles sustituyeron a los militares en el gobierno. Se creó en 1924 la Unión Patriótica (inspirada en dictaduras europeas como el fascismo), partido que recogía el ideario político del régimen y de cuyas filas saldrían sus dirigentes. En 1927 se convocó una Asamblea Consultiva, formada por integrantes de la Unión Patriótica y de la Administración del Estado, para crear una especie de Constitución hecha a medida del régimen, la cual no llegó a aprobarse.

El desarrollo económico de los años veinte, la represión y la política social del gobierno provocaron un descenso en la conflictividad social. Para resolver dichos conflictos, la dictadura se inspiró en los sindicatos verticales fascistas y creó los comités paritarios para fijar salarios, jornadas laborales y mediar en los conflictos laborales. Los socialistas participaron en los comités para garantizar la supervivencia y expansión de la UGT. Se adoptó una política económica intervencionista para el fomento de la economía nacional, por lo que se aprobaron aranceles y ayudas a las grandes empresas y se crearon monopolios estatales como CAMPSA o la Compañía Telefónica Nacional.

Oposición y Fin de la Dictadura

A partir de 1926 la oposición a la dictadura fue creciendo, fundamentalmente entre los intelectuales, que criticaban la falta de libertades políticas. Surgieron nuevos partidos republicanos, como la Alianza Republicana, integrada por Acción Republicana, República Catalá y el Partido Radical, o la Derecha Liberal Republicana, de la mano de antiguos liberales monárquicos. El Partido Comunista junto con la CNT fueron prohibidos. A pesar de su prohibición, las fuerzas nacionalistas cogieron fuerza, fundándose la Organización Republicana Gallega Autónoma (1929) o Esquerra Republicana de Catalunya (1931). El anarquismo también fue ganando apoyos y se creó la Federación Anarquista Ibérica. A esta oposición se sumó una parte del ejército descontenta con la supresión de los ascensos por antigüedad y de la disolución del cuerpo de artillería.

Más adelante, Primo de Rivera dimitió el 30 de enero de 1930 y falleció en su exilio de París dos meses después.

LA CAÍDA DE LA MONARQUÍA (1930-1931)

Alfonso XIII encargó al general Dámaso Berenguer la tarea de restaurar y volver a la Constitución de 1876. La crisis económica de principios de 1930 supuso un cambio en la coyuntura social, a la par que los antiguos partidos políticos se negaban a colaborar en la restauración del régimen anterior. La oposición antimonárquica era cada vez mayor, uniendo a todo tipo de partidos y fuerzas para derrocar al rey. Republicanos y nacionalistas gallegos y catalanes firmaron el 17 de agosto de 1930 el "Pacto de San Sebastián", que tenía como objetivo la proclamación de la república. La causa republicana fue apoyada por muchos intelectuales, como la generación del 98 y los de la generación del 27.

El general Berenguer dimitió y fue sustituido por el almirante Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, que serían seguidas por otras generales. Republicanos y socialistas se presentaron de manera conjunta y plantearon las elecciones municipales como una consulta sobre la continuidad de la monarquía. El triunfo republicano en las principales ciudades fue interpretado por Alfonso XIII como un rechazo masivo a la monarquía, por lo que el rey renunció al trono y marchó al exilio el 14 de abril de 1931, mismo día en que se proclamó la Segunda República.

LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936)

Introducción

La Segunda República surgió de intentar volver a la situación anterior a la dictadura de 1923. El Pacto de San Sebastián (1930) marcó como objetivo la proclamación de la república. Los republicanos se presentan en bloque a las elecciones municipales del 12 de abril planteándolas como continuidad o no de la monarquía. La victoria de las fuerzas republicanas en las grandes capitales llevó a la la 2ª república el 14 de abril de 1931.

La Constitución de 1931

El 28 de junio, elecciones por sufragio universal masculino, ganaron los partidos republicanos del Pacto de San Sebastián. España: "una república democrática de trabajadores de toda clase", recogía declaraciones de derechos como: el sufragio universal, la libertad religiosa y la propiedad privada. Se acuerda minimizar el poder de la Iglesia declarando el carácter laico del Estado y la aprobación del matrimonio civil y el divorcio. El 9 de diciembre de 1931 la Constitución fue aprobada sin el consenso que garantizase su estabilidad.

El Bienio Reformista (1931-1933)

Alcalá Zamora, elegido Presidente de la República, abordó una serie de reformas:

  • La política religiosa: la Ley de Divorcio y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas (1933), el Estado dejaba de dar aportaciones a la Iglesia, aumentando la oposición a la república y prohibiendo colegios religiosos.
  • Reformas educativas y laborales: construyeron 13.000 escuelas además de las Misiones Pedagógicas y mejoran condiciones laborales (Ley de Contratos de Trabajo, ley de jurados mixtos y ley de asociaciones obreras).
  • Reforma agraria: surgida de la necesidad de modernizar la agricultura y un reparto más justo de la propiedad entre los jornaleros sin bienes. Aprobó la ley de Reforma Agraria de 1932 de cuya aplicación se encargó el IRA, si bien terminó fracasando por falta de presupuestos, problemas técnicos y el cambio de gobierno en 1933, provocando la frustración de parte de jornaleros y ocupación de tierras.
  • Reforma territorial: concedió la autonomía a Cataluña en 1932, que creó “La Generalitat”.

Oposición al bienio progresista por parte de las fuerzas de derechas y de extrema izquierda (revolución de Casas Viejas o Castilblanco). Se creó la CEDA, dirigida por José María Gil Robles. El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en agosto de 1932 que fracasó. Alcalá Zamora forzó la dimisión de Azaña y encargó gobierno a Lerroux. La oposición de las cortes llevó a convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933.

El Bienio de Centro Derecha

Las elecciones de noviembre de

1933 fueron las primeras que se permitió el voto de las mujeres y estuvo marcada por una fuerte confrontación: la CEDA intentó captar el voto conservador; los partidos de izquierdas se presentaron desunidos y la CNT y la FAI pidieron la abstención. Se le unió un nuevo partido afín a las ideas fascistas italianas, la Falange Española y de las JONS. El triunfo fue para los partidos de derecha, CEDA y Partido Radical.

Los primeros gobiernos fueron presididos por Lerroux y Samper, que desmantelaron la política religiosa, la legislación laboral fue modificada, la reforma agraria quedó en suspenso y le fueron devueltas a los aristócratas las tierras expropiadas. Una ley de amnistía suponía el reintegro de golpistas de 1932. Surgió la Unión Republicana y la Izquierda Republicana, presidida por Azaña. En 1934 surgieron: La huelga general de campesinos y un conflicto de competencias entre el gobierno y la Generalitat catalana. La entrada en el gobierno de tres ministros de la CEDA desencadenó una huelga general por el PSOE y la UGT que sólo tuvo éxito en Asturias y Cataluña. En Cataluña se proclamó el "Estado Catalán dentro de la República Federal Española", rápidamente sofocado siendo el presidente Companys y el resto del gobierno autonómico arrestados. En Asturias, la revolución tuvo éxito dos semanas aunque fue sofocada provocando una durísima represión. Azaña, que nada tuvo que ver, fue detenido y la CEDA hizo presión hasta formar un gobierno compuesto casi íntegramente por ministros suyos. Algunas medidas: la anulación de los jurados mixtos, la aprobación de una reforma agraria más conservadora y la reorganización de los mandos del ejército, destinados a oficiales contrarios a la República, como el general Mola y Franco. Dos escándalos de corrupción desestabilizaron al gobierno y la negativa de Alcalá Zamora de nombrar un gobierno en exclusiva de la CEDA hizo que se convocaran elecciones en febrero de 1936. EL FRENTE POPULAR Las fuerzas de izquierda se agruparon en el Frente Popular basado en: amnistía para los encarcelados tras los sucesos de 1934 y recuperación de la leyes del bienio reformista. Los partidos de derechas se presentaron desunidos. La victoria fue del Frente Popular, y de nuevo Azaña formó un gobierno, sin socialistas. Se retomaron medidas reformistas. Alcalá Zamora fue sustituido por Azaña mientras que Quiroga pasó a un gobierno integrado por republicanos de izquierdas. Las ideologías se radicalizaron. El auge de la Falange hizo que la conflictividad social fuera en aumento y dio pie a extrema violencia callejera. Parte del ejército se posicionó contra la República por lo que, en marzo, el general Mola y Sanjurjo acordaron un golpe militar, para el 18 de julio de 1936, que triunfó en parte del país y fracasó en otra, dando comienzo a la Guerra Civil. CONCLUSIÓN El intento de establecer un régimen democrático en España que realizará las reformas políticas, sociales y culturales del país fracasó por tensiones propias de la Europa de los años 30, con una democracia atacada por el comunismo y el fascismo. En España, el enfrentamiento entre los grupos tradicionalmente dominantes y las clases populares se fue radicalizando durante el régimen republicano hasta culminar en la Guerra Civil.


MOCIÓN DE LA ASAMBLEA OBRERA DE TARRASA IDEAS PRINCIPALES: crítica al colonialismo, compartida por el movimiento obrero europeo (anticolonialismo); y al sistema de quintas que permite la redención a cambio de dinero, librándose los burgueses. Con el agravante de ser jefes de familia que ya cumplieron su servicio militar. IDEAS SECUNDARIAS: Consta de una introducción en la que reflexiona sobre la guerra de Marruecos, la cual es de origen capitalista (capitalismo); añade que los obreros son los que luchan en las guerras para defender los intereses burgueses. Otra idea sería, que al ser la clase obrera indiferente al triunfo del catolicismo, vengan los miembros del clero a la guerra (anticlericalismo). Por último, critica la inaptitud de los diputados republicanos al no haberse puesto al frente de las protestas obreras. CONTEXTO HISTÓRICO: (LA SEMANA TRÁGICA) La Conferencia de Algeciras (1906) ha establecido el Protectorado español en el Rif (Marruecos), habitado por cábilas bereberes opositores a la presencia extranjera y hostigan a los trabajadores españoles en el ferrocarril. La intervención del ejército, el desastre del Barranco del Lobo, hace necesaria la movilización de reservistas. La guerra colonial de Marruecos es muy impopular por el sistema de quintas, van a la guerra aquellos que no tienen recursos para pagar y librarse, y provoca una gran agitación social. El interés en Marruecos se centra en los empresarios mineros y el ejército, que también tiene interés porque después del desastre colonial Marruecos ofrece la posibilidad de conseguir ascensos por méritos de guerra rápidamente, esta será la mejor opción de los llamados militares “africanistas”. La situación política es complicada: los partidos dinásticos han perdido a sus líderes históricos, los nuevos líderes se han quedado sin programa, además ninguno cuenta con el respaldo unánime de su partido.

El Rey interviene directamente en decisiones políticas, interfiere y pone en riesgo el prestigio de la Monarquía. Se ha producido una vuelta del ejército a la intervención en la vida política gracias a la Ley de Jurisdicciones que les permitía juzgar delitos contra la patria y el ejército. La huelga general convocada por los lerrouxistas y los partidos obreros para el 26 de julio degenera en una insurrección popular, de carácter antimilitarista y anticlerical, sin dirección ni objetivos definidos: la Semana Trágica del 26 al 31 de julio de 1909, con más de 100 muertos, 500 heridos, 1000 encarcelados y 5 condenas a muerte. Se clausuraron los sindicatos y se ordenó el cierre de las escuelas laicas. Así, la primera consecuencia fue una fuerte represión del movimiento obrero. La ejecución de Ferrer y Guardia en el mes de octubre, un anarquista fundador de la Escuela Moderna al que se responsabiliza de la convocatoria de huelga y de ser el máximo responsable del anarquismo y los desórdenes, genera una oleada de protestas nacionales e internacionales que provocan la caída del gobierno de Maura y el fracaso de su “revolución desde arriba”. Le sustituirá Canalejas (regeneracionista). La Semana trágica es el inicio de la crisis definitiva del sistema de la Restauración que acabará en 1923 con la Dictadura de Primo de Rivera. Propiciará también la creación del sindicato anarquista CNT en 1910, y el acuerdo republicano-socialista que dará un escaño en el Congreso ese mismo año a Pablo Iglesias, fundador del PSOE.


MANIFIESTO DE PRIMO DE RIVERA IDEA PRINCIPAL: La idea principal sería el fin del gobierno constitucional por otro de carácter militar, tal y como anuncia en la segunda mitad del texto (“se constituirá un directorio militar”). Cabe aquí reseñar, por su importancia, la concreción que hace sobre la duración, al menos en teoría, de dicha forma de gobierno, “con carácter provisional”. JUSTIFICACIÓN: Respecto a la justificación, aunque dice que no es necesaria, Primo de Rivera explica que el golpe es necesario para salvar al país y que lo quiere la gran mayoría de la población ("el pueblo sano demanda e impone"). Pero no solo debe rescatar al país, sino también al propio rey Alfonso XIII. Culpar a los políticos de los problemas era algo habitual desde inicios del siglo XX, especialmente desde el Regeneracionismo, pues era un sistema político basado en el bipartidismo y el fraude electoral, algo que denuncia Primo en el manifiesto. En cualquier caso, culpa a los políticos de las las derrotas del ejército. IDEAS SECUNDARIAS: Como ideas secundarias, comienza atribuyendo la responsabilidad de gobernar exclusivamente a militares de su moral y doctrina. Se puede apreciar una ideología militar, machista y autoritaria cuando dice que este movimiento es de hombres. Rechaza cualquier oposición, como pudo ser la del Partido Comunista, la CNT, republicanos o intelectuales. Finalmente promete días gloriosos, y aunque su teoría y experiencia política era nula, resolvió los problemas públicos, la cuestión marroquí y comenzó una nueva etapa de desarrollo económico.CONTEXTO HISTÓRICO: Podemos enmarcarlo en el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), un gobierno de gran inestabilidad económica. Como consecuencia de la inestabilidad, en 1917 estalló una triple crisis militar, política y social. Por otro lado, en el Protectorado de Marruecos, la ofensiva del ejército español acabó en el llamado “desastre de Annual” (1921), terminando con la muerte de 15.000 soldados y la pérdida de todo el territorio conquistado. En el inicio de la Dictadura de Primo de Rivera (1923) el rey le encargó formar gobierno sin contar con el Parlamento. Es la última fase del sistema de la Restauración a la que pone fin el golpe de Estado. La causa está en la falta de iniciativa política para solucionar los problemas del país y poner fin a la inestabilidad. Estos últimos años de la Restauración se caracterizan por: 

Las dificultades públicas en todo el país, sobretodo en Barcelona. El aumento de los precios y la poca demanda que lleva a una parálisis de la actividad industrial. Enfrentamiento en el Parlamento por el desastre de Annual. La guerra de Marruecos provocó rechazo popular. Las declaraciones del rey recurriendo a una situación “con o sin Constitución”. El pronunciamiento no es casi contestado por los medios económicos, políticos y sociales. García Prieto dimite por la negativa del rey de castigar a los militares golpistas. Los políticos apenas reaccionan y parte de ellos se muestran entusiasmados por la llegada del “cirujano de hierro”, ya anunciada por Joaquín Costa. En conclusión, su relación con el rey se fue deteriorando, generando desconfianza entre ambos. A partir de 1927 la oposición fue aumentando. La burguesía le fue retirando su apoyo por la falta de autonomía económica. Algunos sectores del ejército empezaron a conspirar, las universidades y los intelectuales pedían la vuelta de las libertades constitucionales y denunciaban el apoyo de la Iglesia al dictador. El crecimiento económico se frena por la crisis de 1929. Ante todo ello, Primo presenta su renuncia al rey, este lo acepta y pide a Berenguer que forme gobierno. Pero el apoyo del rey al dictador va a desarrollar el sentimiento republicano que llevó a la firma del Pacto de San Sebastián para promover el establecimiento de una república.


COMENTARIO CONSTITUCIÓN DE 1931 →ARTÍCULOS El primer artículo trata de España como “República Democrática de trabajadores”, un presupuesto inicial donde se aprecia la influencia del Partido Socialista, que se matizó con la expresión “de toda clase”, introducida posteriormente por Alcalá Zamora en el debate y aceptada para alcanzar el máximo consenso posible en cuanto a la definición del Estado. La soberanía es popular. Se explicitan los colores de la bandera de la República: rojo, amarillo y morado. Otra idea importante es el laicismo recogido en el Artículo 3. La primera vez en la Historia de España que se separaba el Estado de la Iglesia. Se optó por la aconfesionalidad, el no reconocimiento de ninguna religión oficial. Ello suponía que el Estado no se ocuparía del sustento económico de la Iglesia Católica, aspecto recogido en el artículo 26. El artículo 11 deja abierta la posibilidad de lograr un estatuto (de autonomía) a aquellos territorios que tengan características históricas, culturales y económicas comunes y diferenciadas del resto del Estado. Hace una clara referencia a Cataluña y el País Vasco y Galicia en un intento por parte de las Cortes Constituyentes de ganarse el apoyo de los partidos nacionalistas al nuevo Estado republicano. El Artículo 36 especifica que ambos sexos tendrán los mismos derechos electorales. Esta equiparación era inevitable en un texto que consagró la plena igualdad de sexos. Finalmente, los artículos 67 y 68 tratan la figura del Jefe del Estado (“Personificación de la Nación”) y su forma de elección. El Presidente de la República y la forma de elegirlo es un sistema intermedio entre el sufragio universal y la designación por el Parlamento y el establecimiento de la posibilidad de que el Presidente fuera reelegido. →CONTEXTO La institución monárquica, dañada por su apoyo a Primo de Rivera, hizo que los republicanos firmaron el Pacto de San Sebastián (17 de agosto de 1930). Las elecciones del 12 de abril de 1931, convocadas por Aznar, fueron planteadas como un plebiscito por los republicanos sobre la monarquía. El 14 de abril de 1931 Niceto Alcalá Zamora proclamó la 2ª República mientras que el rey Alfonso XIII partía hacia el exilio. Tras formarse un primer gobierno provisional, presidido por Manuel Azaña e integrado por representantes de los partidos firmantes del “Pacto de San Sebastián” se procedió a convocar elecciones a Cortes Constituyentes para

el 28 de junio y fue aprobada el 9 de diciembre. Sin embargo, debido a la “cuestión religiosa”, así como los artículos que reconocían el divorcio, el matrimonio civil, la posibilidad de crear autonomías o aquellos artículos que dejaban la puerta abierta a la nacionalización de bienes privados por utilidad social, hizo que un sector importante de la población no apoyase de manera entusiasta la nueva constitución. Los primeros dos años (1931-1933) trató de acabar con la desigualdad en la propiedad de la tierra (Ley de Reforma Agraria), las tensas relaciones laborales (Reforma laboral) o el analfabetismo y bajo nivel cultural de gran parte de la población (Reforma educativa y las llamadas “misiones pedagógicas”). Las fuerzas de derecha materializaron su oposición a la República en el intento de golpe de estado del general Sanjurjo en 1932. Entre las fuerzas de izquierdas la tensión social era evidente, con la profanación y quema de conventos e iglesias (mayo de 1931) o la llamada por parte de sindicatos anarquistas a la revolución contra una república burguesa (sucesos de Castilblanco o Casas Viejas). Tras las elecciones de 1934, las primeras en las que las mujeres pudieron ejercer el voto, se sucedió la segunda fase (1934-1936), conocida como bienio conservador, marcado por conservadores que dejaron en suspenso gran parte de las políticas reformistas anteriores. La conflictividad política y social fue creciendo, hasta octubre de 1934 con el intento separatista del gobierno de Lluis Companys. A las elecciones de febrero de 1936 los partidos de izquierda se presentaron en el “Frente Popular” para derrocar a los partidos de derecha y restablecer la política reformista. Aparece la restauración de la política reformista, en una versión más radical en algunos casos. Ya desde marzo de 1936, militares de derechas, liderados por Mola y Sanjurjo acordaron un golpe militar para el 18 de julio. Un día antes, el General Franco inició la sublevación. La rebelión militar fracasó, una parte del ejército se mantuvo fiel al gobierno y las fuerzas de izquierda reaccionaron haciendo un llamamiento popular para combatir a los golpistas.→CONCLUSIÓN La constitución de 1931 dio paso a una nueva etapa histórica en la que los partidos de izquierdas pusieron sus esperanzas de renovación de la vida política española, así como de un mayor desarrollo económico, social y cultural. La falta de consenso a la hora de redactar y aprobar la nueva Constitución y la radicalización hicieron imposible dicho desarrollo, mientras que la sociedad se fue fracturando en dos bandos que se enfrentarían a raíz del fallido golpe de Estado de julio de 1936, dando lugar a una guerra civil de tres años…

Entradas relacionadas: