La dictadura franquista: Evolución política y económica (1939-1975)

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La Dictadura Franquista: Evolución Política y Económica (1939-1975)

Introducción

Tras la Guerra Civil, se instaura en España una dictadura en la que el general Francisco Franco concentra todo el poder sobre el Ejército, el Gobierno y la Jefatura del Estado. Ideológicamente, la dictadura se modificó a sí misma para perdurar en el tiempo; no obstante, el rechazo al liberalismo político, la represión obrera, el nacionalismo centralista y el catolicismo conservador, y la concentración de todo el poder en manos de Franco serán constantes durante todo el periodo.

Desarrollo

La evolución política y socioeconómica del régimen presenta dos etapas:

1) El Primer Franquismo (1939-1959)

En un primer momento, Franco se apoyará en los falangistas y el Ejército, creando un gobierno de corte fascista y totalitario bajo la dirección de Serrano Suñer. Internacionalmente, en la II Guerra Mundial, apoyó a Alemania con el envío de la División Azul, pero el desarrollo del conflicto llevará a Franco a una actitud más neutral.

Con la derrota del fascismo, se reduce la presencia de Falange en los gobiernos y aumenta la de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y, más tarde, del Opus Dei, que representan los valores tradicionales del catolicismo y el anticomunismo. Se busca una apariencia democrática del régimen con leyes como la Ley Constitutiva de Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley de Referéndum Nacional (sin repercusión política real alguna), y ya en 1947, la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, por la que España se constituye como Reino, con Franco como Jefe del Estado vitalicio y la posibilidad de designar un sucesor. Se institucionaliza el régimen a partir de la Ley de Principios del Movimiento Nacional (1958).

Internacionalmente, España sufre un aislamiento internacional por su apoyo a Alemania e Italia, lo que llevó al régimen a buscar la autosuficiencia económica mediante la autarquía. Por ello, se fomentó la industria creando empresas públicas a través del Instituto Nacional de Industria (RENFE, ENDESA, SEAT…), y se reguló el sector agrario a través del Servicio Nacional del Trigo. Sin embargo, la política autárquica resultó en un profundo estancamiento económico que llevó al desabastecimiento, la creación de cartillas de racionamiento y el desarrollo de un mercado negro.

A partir de 1953, se rompe el aislamiento internacional con los pactos con EE. UU. en el contexto de la Guerra Fría. España recibió préstamos a cambio de bases norteamericanas en suelo español; además, España es admitida en la ONU en 1955 y firma un nuevo Concordato con la Santa Sede en 1953.

En el plano social, se da una dura represión contra republicanos e izquierdistas. Se sustituyeron los sindicatos de clases por sindicatos verticales y se prohibieron las huelgas. La oposición al Régimen se desarrolló fuera de España con los republicanos exiliados y dentro de España, a través del movimiento obrero clandestino, los grupos monárquicos y el maquis o guerrilla refugiada en los montes. A partir de los años 50, las protestas obreras las organizaban sindicatos como Comisiones Obreras; se produce la pérdida de apoyo al Régimen por parte de una parte de la Iglesia; aparece el terrorismo de ETA y del GRAPO; la oposición política, principalmente, será liderada por el PCE de Santiago Carrillo.

2) La Segunda Etapa Política del Franquismo (1959-1973)

Entre 1959 y 1973, se da el periodo del desarrollismo; se prima lo económico sobre lo ideológico. Comienza con el Plan de Estabilización de 1959, que recae en los tecnócratas del Opus Dei que buscan la integración en el capitalismo europeo mediante la reducción del gasto público, el aumento de los impuestos, la reducción de la tasa de inflación y, para fomentar las inversiones extranjeras, la devaluación de la peseta.

El resultado fue el despegue económico de España, basado fundamentalmente en el turismo, la emigración al exterior y la entrada de capital extranjero. Además, el crecimiento se vio acompañado de políticas de planificación estatales desde 1963, con los Planes de Desarrollo Económico y Social. Aunque todo esto llevó a un aumento de la calidad de vida con el que empieza a desarrollarse una clase media urbana, el crecimiento fue desequilibrado a nivel social y territorial.

Por último, se culminaron las reformas sociales del régimen con la Ley de Bases de la Seguridad Social de 1963, con la que se garantizaba la Sanidad Pública. Estos cambios hicieron que la sociedad demandara cambios políticos; sin embargo, se mantuvo el inmovilismo institucional y la política represiva.

La voluntad de Franco de garantizar el continuismo del régimen tras su muerte llevó a la Ley Orgánica del Estado (1967), que establecía las pautas a seguir tras su muerte y suponía la separación entre la Jefatura del Estado y la del Gobierno, que recae en Carrero Blanco. Por otro lado, en 1966, se produce la aprobación de la Ley de Prensa e Imprenta promovida por Manuel Fraga, sustituyendo la censura por multas, y en 1969, el príncipe Juan Carlos de Borbón es designado oficialmente sucesor de Franco.

A finales de los 60, se produjo la división de las fuerzas franquistas: los inmovilistas, liderados por Carrero Blanco y a favor de la continuidad del régimen, y los aperturistas, partidarios de cierta democratización del régimen. La incapacidad del régimen para ajustarse a las demandas sociales, la Crisis del Petróleo de 1973, el crecimiento de la conflictividad obrera y el asesinato de Carrero Blanco por parte de ETA llevan a un endurecimiento de la represión, la violencia policial y las ejecuciones. Tras el asesinato, se nombra presidente del Gobierno a Carlos Arias Navarro, quien intenta un tímido aperturismo que fracasa. En el exterior, el fin de las dictaduras europeas aisló ideológicamente al país, y finalmente se pierde el territorio del Sahara frente a Marruecos tras la Marcha Verde.

Conclusión

El 20 de noviembre de 1975 fallecía el dictador, siendo capaz de sobrevivir durante 40 años a los cambios internacionales y conservando todo el poder a pesar de los avances sociales de los años 60 que exigían una apertura del régimen y de la oposición desarrollada al mismo. Su muerte se produce en un ambiente de crisis socioeconómica y enfrentamiento político, dejando un contexto de inseguridad e incertidumbre respecto al futuro político sobre el que se dará un complejo proceso de Transición a un sistema democrático.

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